En una casa blanca a la orilla del mar

Me he encariñado con esos personajes: Candela, Mario, Ana. ¡Cuán reales les he sentido! Si cierro los ojos les veo caminar en Portugal. Bravo Abril!

Una propuesta bonita e interesante de: ¿por qué ahora me llega un gran amor? y una respuesta fácil pero en este caso compleja: ¿por qué no?

Nada de la sinopsis delataré, solo pequeñísimos datos del porqué amé sus personajes:

Ana: la hermana, el amor filial incondicional, como debe ser todo amor verdadero entre familia. El respeto al deseo del otro. Hermosa.

Candela: una chica valiente que se atrevió a vivir una segunda oportunidad tardía (léelo para saber porque tardía). Es la señal "OJO" de que la vida no es lo que planeamos, por eso es hermoso saber que andamos por aquí un cortito tiempo.¡¡¡A poner a dormir el ego gente!!!!

Mario: Mario es lo que deberíamos ser todos. Esa persona que sabe que la puesta de sol es un milagro, que el mar es una bendición, que estar vivos y existir suficiente razón para amar la vida. Alejado del consumismo, apegado a las pequeñas grandes cosas de la vida. Maravilloso.

Esta novela me ha sorprendido haciendo uso de la modernidad. Siendo epistolar, para nada aburre (y yo amo las epístolas). Usa el correo email, el whastApp y hasta los post it! Siiii, esas notitas amarillas que se pegan donde quiera, para la comunicación entre sus personajes. Muy bien logrado. A ratos divertida, a ratos intrigante, siempre deliciosa. Se pasa un buen rato con ella, me la leí en un día de esos bonitos, que solo te quieres relajar y cumplió su objetivo: se quedó suspendida un poquito a mi corazón.

“En una casa blanca a la orilla del mar” es un libro cortito, ágil y fácil de leer. A pesar de ello, supone para mi salir de mi zona de confort lectora y es que, no soy amante de la romántica. Me gustan las historias de amor pero dentro de tramas de ficción histórica, novelas landscape… ¡ya me entendéis!

Sin embargo, de tanto verlo por bookstagram se me despertó la curiosidad por este libro. Y la verdad es que me ha gustado y la recomiendo a quienes disfruten la romántica, eso sí mi consejo es: cuanto menos sepáis del desarrollo de la historia, mejor. Conocer las reacciones al final de la obra de otros lectores, hizo que este tuviera un impacto menor que si hubiera ido a ciegas.

El gran punto fuerte de esta lectura ha sido para mi el estilo. Y es que se trata de una suerte de novela epistolar moderna, a base de emails, whatsapps y notas. Temía que quizá se me hiciera algo pesado, y para nada. La autora juega muy bien sus cartas con esta forma de plantear la historia. Me ha parecido muy curioso conocer los sucesos a partir de cómo los protagonistas los cuentan en vez de “ver como los viven”. Esto hace que el lector nunca tenga la visión completa de la historia, y tenga que esperar al avance de la correspondencia para ir conociendo los puntos ciegos que la autora nos deja. Leyendo esta historia, te das cuenta de cómo a menudo, lo que callamos, tiene mucha más importancia que lo que decimos una y otra vez. Aunque algún cliché cae, en general me ha parecido original, con personajes creíbles, imperfectos, humanos. La relación de la protagonista con su hermana me ha parecido preciosa.

En la novela, Candela, a punto de cumplir los 40 ve como su vida se descoloca de pronto. Así, decide huir de Madrid y se refugia en un pueblo de la costa portuguesa donde paso felices veranos en su infancia con su familia. Y hasta os cuento… porque, de verdad, la gracia de esta historia es no saber nada

Es un libro que puedes leer de una sentada, porque te atrapa, pero… si tenéis la oportunidad de leerlo con amigos, 100% recomendado. Nosotros nos hemos reído lo más grande tratando de averiguar por donde iría la historia.

Las veces que he leído novelas epistolares no me han convencido demasiado, básicamente porque tanto Las ventajas de ser un marginado como Cartas de amor a los muertos relataban los sucesos tal cual, con sus diálogos y reacciones, en esta historia tiene más sentido la manera que está redactada. Pero no me ha ganado, es más, por este mismo hecho no he podido disfrutar de ella de la manera que podría haber sido.

Ningún personaje me ha gustado, no he visto avanzar el romance, a veces no entendía la razón de que los personajes se comunicaran por e-mails, el final me ha hecho pedacitos a la vez que ha tirado mis posibles hipótesis por la borda, Abril Camino tiene un estilo dulce que en el fondo podría haber disfrutado de conocer su pluma en otro de sus libros.

En parte tienen la culpa mis expectativas, me esperaba mucho de esta historia porque la mayoría de reseñas lo han puesto por las nubes, pero será que novela romántica y escrita a base de cartas tendría que haberme dado la señal de que no era para mí.
El hecho de que esté llena de e-mails, mensajes de whatsapp, notitas incluso, me ha parecido muy guay, pero tooooda la novela escrita de esa manera hace que no entiendas a los personajes porque no les conoces. Muchas veces la protagonista le cuenta a su hermana cómo le hace sentir, pero es en periodos espaciados y, entre lo que entras en la mente de Candela entendiendo su felicidad, pasan varios días y todo a dado un vuelco que te deja descolocado porque vas caminando a trompicones por la historia. Se conocen los sentimientos y emociones, pero no los vives con los personajes, sino como si el lector fuera un intruso entre los mensajes privados, y me parece una pena porque podría haber querido a Candela, Mario y Ana.
Por esto mismo no he sentido el romance, me han faltado los detalles del enamoramiento, el cómo un desconocido se convierte en amigo para después ser algo más, las miradas, la chispa... Solo son unos largos mensajes a su hermana en los que la magia del momento se pierde. Sí, se ve que avanza, pero falta todo lo del medio y, por desgracia, no me lo he creído.

Aunque Abril hace que los mensajes por e-mail tengan sentido —en vez de ser una llamada o hablar en persona—, a veces me ha resultado forzado. Varios escalones separan a Candela y Mario, algunas veces los mensajes solo tenían sentido para que el lector se enterara de lo que estaba sucediendo, en la vida real no habría pasado así. al igual que las conversaciones con su hermana, habían hablado por teléfono, pero en el e-mail posterior hacen de nuevo hincapié en lo comentado en la llamada, para incluir al lector en lo sucedido, hmpf...

El final ha sido lo que me ha hecho añadir una estrellita más, todas las hipótesis que fui creando a lo largo de la lectura se fueron a la basura y Abril Camino te hace pedacitos, te rompe y, mientras te machaca con cada párrafo, espera que te recompongas de nuevo. Por una parte he quedado satisfecha con el desenlace, pero por otra la protagonista me ha parecido súmamente egoísta y realmente no sé si eso es que me ha gustado o no. Entiendo su punto de vista, pero a la vez no me gusta el que haya dejado pasar eso... Estoy confusa con mis sentimientos.

La autora tiene una pluma dulce, por eso quiero probar con otra de sus historias, con la esperanza de que, escrita de otra manera, consiga convencerme finalmente. Un gran aspecto positivo es la rapidez con la que se lee.

Empecé esta historia sin leer apenas nada de ella, suponía que era una historia dulce romántica un fellgood al uso de las que leo o escucho últimamente. Ni siquiera al empezar a leer sabía que era epistolar 100% bueno o 98% porque también hay mensajes en post-it y algún que otro intercambio de mensajería móvil.

Y bueno, sí hay una historia dulce y bonita, hay mucho amor, pero también mucho dolor. El final no se por qué no me lo esperaba para nada.., debo estar perdiendo capacidades pero me ha noqueado totalmente.

Candela, tiene 38 años, es una médico bastante reconocida, mujer exitosa con una vida que much@s envidiarían. durante el último año se le han juntado tantas cosas negativas en todos los ámbitos de su vida que decide romper con todo e irse unos meses a un pueblecito de la costa portuguesa donde pasó algunos veranos de niña: Vilanova de Milfontes.

Aunque Candela quiere desconectar de todo y todos, poco a poco irá sucumbiendo al encanto natural de su casero Mario que vive en el piso de arriba e irá recuperando parte de su ser sociable.
La historia la conoceremos principalmente a través de los correos que se escriben Candela y su hermana mayor Ana que vive en Amsterdam. No hay nada de narración entre medias, todo lo sabremos a través de los intercambios por escrito que se van sucediendo.

Por lo tanto, estamos ante una historia con 3 personajes principales: Candela, Ana y Mario y ya ya, de refilón aparece algún personaje más que simplemente nos ayuda a enfocar las distintas partes de la historia.

La verdad es que al inicio de la parte amorosa me pareció todo excesivamente cremoso y edulcorado y qué queréis que os diga… hasta poco creíble.. los casi Instant love no me terminan de convencer la verdad y mucho menos cuando son polos tan opuestos. Pero la verdad es que la forma de contarlo te va metiendo en la historia y haciéndola creíble. Las reticencias de Candela, los altibajos, no se.. el caso es que de repente tu mente está gritando: Pero Candela ¿qué más quieres?

Y luego está el final…

Así que os recomiendo que si os embarcáis en esta historia hagáis como yo e ir un poco cieg@s, sin expectativas de un feelgood 100%, y eso sí leedlo cuando estéis fuertecitos emocionalmente hablando.

¿Queréis saber que ha llevado a Candela a un pueblo perdido de Portugal? Pues lo que siempre os digo… Si queréis saberlo, tendréis que leerlo.

Parto de la base de que no soy muy fan de las novelas epistolares pero esta me llamaba mucho la atención, en primer lugar por la autora de la que soy admiradora porque adoro su forma de escribir y de contar historias con sentimiento, y en segundo lugar por la sinopsis que nos presenta el libro. La primera vez que la leí, semanas antes de su publicación, la añadí inmediatamente a mi lista de deseos porque sabía, estaba segura, que me iba a encantar y muy a mi pesar he de confesaros que no, ni mucho menos me ha encantado, para nada. Voy por partes.

* al ser una historia narrada a través de mails, whatsapp y post-it he sentido que no acababa de entrar al cien por cien en la historia. Ha sido como si estuviera metiéndome donde no me llaman leyendo algo que no iba dirigido para mi, no he tenido esa sensación de que la autora a través de esas cartas, notas y mensajes quisiera meterme en la historia como una más. Me he sentido espectadora todo el rato, sin involucrarme ni un momento y eso no me ha gustado. He leído otras novelas epistolares y no he tenido esa sensación tan marcada como con este libro. Por tanto no he sentido en ningún momento empatía con los personajes, no he conectado y eso ha hecho que no disfrute del libro todo lo que esperaba.

* Los personajes. Si me ha costado entrar en la historia (creo que no he llegado a hacerlo del todo en ningún momento de la lectura) es por nuestra protagonista principal, Candela. No la entendía la mayoría de las veces, no comprendía el porque de sus acciones y sus palabras, o la ausencia de ellas, y cuando empezó a darnos "pistas" del porque de su comportamiento me paso un poco como a Mario con ella, me parecía que era una exageración todo y seguía sin justificarme su frialdad en algunos momentos y la mayoría de sus comportamientos. Mario y Ana si, ellos me han gustado mucho. Sobre todo Ana. Menuda joya de personaje el suyo.

* La trama. A ver, he de decir que no me vi venir el tema. Para nada. En ningún momento. Y que cuando pasé la página y me encontré con el "pastel" me quedé impactada. Pero ya. No fue más que el impacto inicial porque luego enseguida una palabra se formó en mi cabeza: egoísta. Si, para mi Candela es una egoísta de pies a cabeza. Se comporta así en todo momento con todos y más sabiendo lo que sabes. No me ha gustado nada, pero nada, que hiciese las cosas de esa manera. No puedo deciros mucho más porque los que no habéis leído el libro os destrozaría toda la trama pero a los que si lo habéis leído hacedme una señal de que pensáis como yo (o no). Me encantaría debatir esta trama con alguien, en serio, estoy frustrada xD

Lo positivo de esta lectura es que se lee de una sentada, es fresca y ágil y a mi me ha venido muy bien para desengrasar y combinar con otro libro que me está resultando denso y pesado y que, gracias al cielo, estoy a punto de acabar. Pero de ese os hablo próximamente ;)

Con todo, Abril sigue siendo una de mis autoras favoritas, quizás por eso la sensación de frustración al no haberme gustado este libro todo lo que hubiese querido es mayor. Pero la seguiré de cerca y volveré a leer todo lo que publique, seguro.