Una mañana Akhila decide subirse a un tren y viajar al sur de la India para alejarse de su familia y huir de las responsabilidades del día a día que han empezado a ahogarla . En el tren, viajará con otras cinco mujeres con las que compartirá confidencias. A través de estas confidencias, conoceremos la vida de mujeres de diferentes edades y de diferentes estatus sociales. Todas a su manera, narrarán sus experiencias en un país donde el papel de la mujer está encorsetado y en una sociedad conservadora que constantemente estará juzgando si cumples correctamente o no tus funciones como esposa y madre. Me ha dado una rabia enorme ver la cantidad de situaciones machistas que estas mujeres han tenido que soportar en diferentes etapas de su vida; sus sueños y aspiraciones truncadas porque solo se les consideraban válidas si eran esposas y madres; el sacrificarse por la familia aunque ésta sea egoísta y solo busquen su propio bienestar; y la culpabilización constante a la que la sociedad las ha sometido cuando han sufrido situaciones de acoso, violencia y maltrato por parte de maridos, familiares, amigos o vecinos. Pero no toda la historia tiene un sabor amargo, pues también se habla de la amistad, el amor propio, el autodescubrimiento y la búsqueda de la propia felicidad liberándose de las inseguridades y de las presiones sociales. Desde la primera página conecté con las historias de estas mujeres y entendí perfectamente todas las decisiones que toman aunque fueran más o menos acertadas ya que al final todas intentan sobrevivir en un mundo donde son ciudadanas de segunda, cuyos deseos son ignorados e incluso donde sus derechos son pisoteados. Sin duda, “El vagón de las mujeres” va derechito a las mejores lecturas del año. + Leer más |