La novela comienza conociendo a la última persona que ve a la desaparecida Silvia Blanch con vida, unida a unas circunstancias personales que harán que muera unos meses después de la desaparición de la chica. Aún así, le da tiempo a dejar su testimonio, y presumiblemente, la ve de la mano de su novio internándose en el bosque de Montseny, el pueblo que la vio nacer. La desaparición sacude a todo el pueblo, ya que es una chica que conocía todo el mundo, destacaba muchísimo, de una familia bien... Y todo lo relacionado con su desaparición levanta ampollas entre los vecinos.
Así de tremebunda comienza esta novela. Una desaparición así desató la locura en todas las televisiones, periódicos y demás. Desgraciadamente hoy día también lo vivimos, desapariciones que abren todos los días telediarios, ocupan portadas enteras. Y no sólo al principio, al cabo de tiempo, aunque la policía haya abandonado la búsqueda como ocurre en esta historia, los periódicos saben que sacar el tema en un día clave es señal de éxito, y si se puede exprimir sin escrúpulos a los protagonistas mejor aún. de este modus operandi hay varias puyitas en el libro, vamos a ver a redactores que escalan puestos a costa del morbo, que buscan el lagrimeo fácil... Todo vale señores!
Por todo esto, pasado un año de la desaparición de Silvia, en este fatal aniversario, la periodista Alejandra Duarte, a la que nosotros conoceremos como Alex, es la encargada de realizar un artículo del aniversario de la desaparición de la chica, para el que se tiene que trasladar al pueblo donde ocurrió todo y hacer la típica entrevista lacrimógena a los familiares más directos... Sus padres, su hermana... Cuando llega al pueblo la cosa no empieza bien. Todos los habitantes la miran como sólo te miran si eres una forastera y llegas a SU pueblo (esto lo habreís sentido todos los que como yo hemos ido a las ferias de los pueblos en verano, o las romerías... eres la intrusa!). Pero además todo el pueblo odia a los periodistas por el acoso y derribo que tuvieron hace un año y presuponen que esta viene a removerlo todo y a dejar al pueblo otra vez por los sueños con sus artimañas para ganar nuevos lectores en su noticiero. Es por eso que la bienvenida es de lo peor y Alex no lo tendrá fácil.
Desde primera hora, Alex encuentra muchas señales contradictorias en los comportamientos de los habitantes de Montseny, y también en la familia, le hablan maravillas de Silvia pero ella en su búsqueda de fotos para el artículo ve que ella no era la chica feliz y triunfadora que se vendía de cara a la galería, estaba triste, algo le pasaba, tenía un secreto. Me encantan las novelas en los que el pueblo donde se desarrollan es casi un protagonista más, un invitado mudo que conoce todo lo que pasó, que guarda los secretos de sus gentes, que esconde el gran drama. Alex encuentra en su habitación del hostal una nota que dice TODOS MIENTEN. Lejos de achicarse por este intento de susto, algo se aviva dentro de ella y además del fin de semana que dedica al artículo, decide usar sus vacaciones para seguir investigando todo lo sucedido porque algo le dice que puede encontrar la verdad allí. La verdad es que el personaje de Alex me ha encantado, es super cabezona y no le importa meterse en todos los berenjenales del mundo para lograr la verdad que tengo ansía, aunque corra verdadero peligro, porque hay gente de ese pueblo que esconde cosas muy turbias y no dejarán que se destape lo más perturbador que ha ocurrido y que puede hundirlos. Hay momentos en los que te das cuenta de que está verdaderamente obsesionada con el caso, de manera que pierde un poco la objetividad, te dan ganas de gritarle "abandona, abandona!" pero a la vez quieres que llegue a encontrar la verdad.
Hay varios personajes de los que sospechar, en las primeras páginas ya me monté yo mi historia en mi cabeza de que ya me olía toda la trama como lectora avezada de thriller. Qué pronto me puse la medalla! Porque luego empiezan a pasar cosas, a aparecer más personajes, a darse situaciones que lo enrollan todo, y al final
Lorena Franco con sus giros y sus sorpresas me da un zas en toda la boca porque lo que yo pensaba era demasiado obvio y no me vi venir nada de lo que iba a ocurrir. Se ve que como escritora de novela negra, yo no serviría jajajaja. Pero es por eso que engancha tanto este libro, porque quieres saber lo que pasa, quieres ver si se cumplen tus predicciones, y luego te das cuenta de que vas por mal camino y entonces eliges otro sospechoso, y como una policía de tercera te metes en la historia y en la narración y quizás consigas intuir cosas, pero la autora no te lo pone fácil y tú sigues perdida en sus páginas sin parar de leer en cada momento que tienes libre.
Otra de las características de esta novela que hacen que la leas en un suspiro es su estructura: Consta de capítulos bastante cortos, algunos de sólo una página, encabezados por el nombre del personaje que lo protagoniza, con fechas, con lo cual vamos a tener fechas actuales de la investigación de Alex, las fechas pasadas de la desaparición de Silvia, en la que ella misma nos va contando que fue haciendo y que le fue pasando los días y las horas anteriores a todo, y capítulos que serán de Jan, primo de Silvia y otro de los protagonistas más destacados de la novela con otra persona, que no sabremos quién es hasta el final, que le va dando órdenes de lo que tiene que hacer, con lo cual iremos comprobando que efectivamente, en ese libro, Todos Mienten. También hay conversaciones de Wasap, con lo cual todo se hace muy ágil y adictivo de leer. Y por supuesto, sospecharemos de todo el mundo, así que nuestras teorías y nuestra imaginación volarán libres durante toda la lectura. La autora es capaz de enredarte en una tela de araña que no te ves venir!
En un momento dado parece que se cierra el capítulo de la investigación personal de Alex, y le ocurren otras cosas en su vida, pero un hecho que ella misma provoca con su trabajo hace que todo se ponga patas arriba de nuevo y el rompecabezas se ponga de nuevo en marcha, la caja de Pandora se abra, y la protagonista después de dos años vuelva de nuevo a Montseny a acabar lo que un día empezó. Así que cuando el lector parece que tiene un respiro, vuelve la tensión de todo el libro y esta vez por todo lo alto porque estamos llegando al final y todo se va a precipitar! Y precisamente con el final nos quedaremos de pasta de boniato y no nos quedará más remedio que quitarnos el sombrero ante
Lorena Franco y su novela. Aunque tendría que matizar que me ha faltado algo en el final para que la obra sea redonda, porque me queda algún cabo suelto que pensaba que se iba a resolver y no ha sido así. No sé si habrá una siguiente parte en la que volvamos a saber de la periodista pero a mi entender esta novela está más que cerrada, así que... Misterio!
En resumen, si buscáis una novela para los amantes del thriller y del misterio, que os enganche desde el minuto cero, con personajes con muchos claroscuros que tienen momentos de brillo y momentos muy perturbadores, con una pluma sencilla pero ágil y adictiva, con un tema que está de actualidad constantemente a nuestro pesar, y que además incluye algo de romance, no os perdáis El Último Verano de Silvia Blanch.
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