El último Susurro

En este libro nos encontramos con la inspectora Kate Warne, que es cualquier cosa excepto convencional, ya que arrastra un pasado que la ha marcado a fuego y le condiciona su día a día tanto en las relaciones con sus compañeros como en sus métodos de trabajo.
Eso no significa que no sea muy buena en lo que hace y por eso tiene el respeto, y a veces el cariño, de muchos a su alrededor.
En esta historia le toca investigar una serie de asesinatos dirigidos a los asmrtist que, aunque tiene más o menos claro por dónde van, no para de errar el tiro cuando se trata de dar con el asesino y encontrar un móvil que no se desmorone.
El libro está narrado de manera ágil y son pocos los momentos en los que hay una pausa o se detiene la acción, aunque se esté explicando algún pasaje anterior que permita comprender mejor el presente. Siempre está ocurriendo algo; la protagonista y sus compañeros casi siempre están en peligro. porque ponen toda la carne en el asador para intentar parar lo que está sucediendo y los lectores nos vemos atrapados en esa vorágine y en esa carrera que nos corta la respiración. Es un constante desasosiego y un agobio el ver que, por mucho que que intenten hacer, eso no les lleva a ninguna parte y se transmite muy bien esa sensación de andar completamente extraviada, de creer que se ha encontrado algo para que se escape volando entre los dedos, ese cansancio y esa angustia que se producen cuando se arriesga y se pierde cada vez más.
El pasado de la protagonista mezclado con el presente arrollador, la investigación que hace aguas en ocasiones, el precio que han de pagar por no rendirse, el diccionario al final explicando los nombres de los personajes que salen, la fuerza narrativa que no se detiene... En resumen, no te lo pierdas; yo estoy deseando leer el siguiente.

La autora nos presenta una novela policíaca al más puro estilo americano sobre el ASMR, para el concurso indie de amazon. Ya he leído anteriormente a esta autora, pero es lo primero policíaco de ella y aunque al principio tenía mis dudas, he de decir que no se ha defendido nada mal en este género, sin dejar su estilo humorístico y sarcástico.

Tras un prólogo de Mercedes Gallego, se nos presenta a la detective Kate Warne, una policía peculiar de pelo rizado, bisexual, bebedora, fumadora, con memoria fotográfica y que vive en un ático con la nevera vacía. Ella nos narra en primera persona el caso del asesino de Asmrtist. Junto a ella están sus compañeros Clea Koff, Joseph Bell, su jefa Cressidia Dick y algunos otros.

Me ha sorprendido que sabe ver las escenas del crimen y transmitirlas muy bien, lo cual para mí es muy importante en este género. Aunque sí que hay veces que con alguna escena no he conseguido seguirla. Pero está bastante bien.

Kate Warne es un personaje diferente a como podáis imaginar a un detective de policía, pero me ha gustado conocerla. al igual que ampliar conocimientos sobre el Asmr; aunque he de decir que soy tan insensible a eso como Joseph.

Después de todo esto, solo me queda recomendarla para que os adentréis a investigar y resolver un crimen.

Me gusta mucho este género de novelas, y cuando me toco este libro en un sorteo no podía estar más contenta. Me habían hablado muy bien del libro, por lo que empecé a leerlo con grandes expectativas, y por suerte el libro no me defraudó. Es una gran historia, donde te van dando pinceladas de lo que pasó a la protagonista en el pasado para que en el presente se comporte así. Nos introduce en el mundo de ASMR, del que yo nunca había oído hablar y me parece algo fascinante. Durante todo el libro, el lector va cambiando de opinión sobre quien lleva a cabo los asesinatos, dudas de todo el mundo hasta de ti mismo. La historia me enganchó desde la primera página, estaba deseando llegar al final para resolver el misterio, y una vez resuelto lo flipe. Por tanto, recomiendo leer este libro, ya que atrapa desde le principio y también nos encontramos con momentos divertidos.