Hace años, estando en el instituto, tuve que leer este libro para la asignatura "Cultura religiosa". Recuerdo perféctamente como el resto de la clase tuvo que leer un capítulo a la semana, con dificultad, porque no eran muy dados a la lectura y menos cuando era obligatoria. Yo lo leí en dos noches y pasé todo el curso debatiendo con el profesor acerca de él. Me maravilló. Sin más. Aprendí acerca de la vida y costumbres de las familias tibetanas y de como es la vida de un niño destinado a ser lama. Escrito en un lenguaje sencillo aunque profundo, disfruté de su espiritualidad pero también de las partes más prácticas acerca de la sociedad del lugar y la época, su forma de vivir y pensar. Sé que es el primero de una saga, pero aun hoy, 15 años después, sigo son haberlos leído por temor a que no superen el alto listón que dejó este. Muy muy recomendable. |