El secreto de la contadora de historias

La India es un escenario que me encanta encontrar en las novelas. No sé muy bien por qué, pero cuando leo en una sinopsis que la historia, o al menos una parte de ella transcurre en ese país, automáticamente me la apunto y "El secreto de la contadora de historias" tenía todas las papeletas para caer en mis manos.

Esta ha sido la primera novela que he terminado durante estos días de #yomequedoencasa y la verdad es que ha sido un placer de lectura. Tampoco creo que se convierta en mi libro favorito del año, pero ha conseguido que desconecte de todo esto que nos está tocando vivir y trasladarme a aquella India bajo dominio inglés para contarnos la historia de Amisha, la abuela de Jaya.

Jaya acaba de sufrir su tercer aborto espontáneo y llegados a este punto parece que todo se derrumba a su alrededor, su relación de pareja se ha ido viendo afectada con la pérdida de cada uno de los bebés y parece que esta vez no lo podrán superar.

“El cincuenta por ciento de todos los matrimonios termina en divorcio. Y en el caso de aquellos que tienen hijos con necesidades especiales o un hijo enfermo, ese porcentaje es considerablemente mayor. ¿Y los que no hemos tenido hijos? ¿Qué probabilidades hay de que nuestro matrimonio sobreviva a los tumultuosos altibajos de esperanza, seguidos por decepción y, finalmente, por resignación? Cuando soportar todo esto se hace increíblemente duro, ¿cómo ayudarse mutuamente? Mi matrimonio se convirtió en una víctima más de mi destino”.

Cada uno sufre su propio dolor sin darse cuenta del dolor del otro y en un intento por poner distancia a una situación tan dolorosa y difícil para ambos Jaya visita a sus padres con quienes mantiene una buena relación, aunque siempre ha sentido que Lena, su madre, mantenía las distancias con ella, que la quería a su manera, que se encargó de ella porque era su deber, y sin embargo nunca notó el verdadero amor que piensa que una madre debería sentir por sus hijos.

Su padre le enseñará a Jaya una carta en la que avisan a Lena de que su padre, Deepak, está muy enfermo, pero antes de morir quiere entregarle algo. Lena sin embargo no tiene intención de regresar a un país en el que nunca se sintió querida. Por más que Jaya le pide a su madre que le explique el por qué de esa decisión, lo único que le contesta es que su padre le hizo prometer tras su boda que jamás regresaría, así que será Jaya quien hará ese viaje. Lo hará por ella y también por su madre, es una oportunidad para conocer sus orígenes, la historia de su familia, esa que siempre le han negado y quizás también para curar todo ese dolor que lleva dentro y que ya no sabe cómo gestionar. Como Jaya es periodista su jefa le propone que aproveche este viaje para escribir una serie de artículos en el blog de una amiga sobre su experiencia en la India, algo que le vendrá muy, pero que muy bien.

A partir de aquí acompañaremos a Jaya en su viaje y lograremos sentirnos tan hipnotizados como ella a medida que descubre los exóticos paisajes de un país que forma parte de su vida pero del que nunca le han contado gran cosa.

Cuando llega al hogar de su abuelo Deepak, este ya ha muerto, pero será el maravilloso y fiel Ravi, un "intocable" y antiguo criado de la familia quien le contará la historia de su gran amiga Amisha, la abuela de Jaya.

La novela irá alternando el relato de Ravi, con las sensaciones y sentimientos que va despertando en Jaya todo lo que poco a poco va descubriendo y que va volcando en esos artículos para el blog.

Lo que Jaya descubrirá sobre su abuela y su madre no os lo voy a contar, pero sí os diré que me ha encantado la historia en general. Cómo Ravi la va destapando ante Jaya capa a capa y cómo ella se va integrando en una cultura que desconocía por completo y con la que conecta desde el primer momento.

Me ha gustado mucho la ambientación de esta novela, lo bien que describe la autora esa India que se va mostrando ante los ojos de Jaya, la India de los pueblos más pequeños, donde las costumbres ancestrales eran y son todavía tan importantes. A través de la historia de Amisha también descubriremos las tradiciones locales, el culto en los templos, las normas sociales, el estatus y el sistema de castas. Cómo se concertaban los matrimonios por parte de las familias, sin que la mujer (a veces casi una niña) tuviera demasiado que decir... nos internaremos en un país en el que conviven con desconfianza indios y británicos, una situación que provoca un profundo malestar entre la gente.

Me ha gustado mucho también cómo se describen las zonas más pobres, el lugar donde por ejemplo vive Ravi, casas destartaladas a ojos de alguien como Jaya, y que sin embargo tanto llenan de orgullo a sus propietarios.

“Nos adentramos en un callejón de apenas metro y medio de ancho. Las calles están cubiertas de fango y excrementos de vaca. Las alcantarillas que se abren en los laterales están atascadas con pieles de mango y restos de roti. Una manada de perros callejeros inspecciona un montón de basura en busca de comida. A cada paso que doy, proceso el nivel de pobreza sobre el que he oído hablar pero que no había visto nunca. Los niños que corretean por las calles van prácticamente desnudos. Están esqueléticos y sus caras aparentan más edad de la que en realidad deben de tener. El estrés marca sus rostros. Durante mi infancia, jamás tuve que preocuparme por procurarme la comida ni por tener un tejado sobre la cabeza. Lo que yo daba por hecho sería un lujo para estos niños”.

También es muy bonita la historia de amor que encierra la novela, quizás hacia la mitad de la misma algunas cosas se hacen previsibles, pero uno ya está tan metido en la narración que da igual y lo cierto es que el final consigue emocionar al lector, o al menos conmigo lo ha conseguido.

El personaje de Amisha me ha encantado, y su complicidad con Ravi también, no solo se convirtió en su criado, sino también en un fiel y leal amigo, algo que alguien de su casta jamás hubiera imaginado. Guardián de sus secretos ahora es quien debe contar su historia a Jaya. Quizás quien estaba destinada a escucharla era Lena, pero las circunstancias no lo hicieron posible y ahora ella descubrirá cuánto tenía en común con su abuela Amisha. Conocer la historia de su familia hará que pueda llegar a comprender a su madre y quizás también comprenderse a sí misma.

"El secreto de la contadora de historias" me ha resultado una lectura muy amena y agradable. Es una novela que habla de amor, de pérdidas, de tradiciones, de confianza, de lealtad, de aprender de los errores y también de superación. Tiene episodios de profunda tristeza, pero también otros de emoción que me han encantado. Viajar a la India y al centro de sus orígenes supone una auténtica catarsis para la protagonista de esta novela y todo un placer para el lector.

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Sejal Badani, escritora de origen indio-estadounidense, se presenta de forma internacional en el mundo literario con su segunda novela “El secreto de la contadora de historias” mostrándose como una digna heredera de la riquísima tradición literaria de la India.

Con una pluma ágil, sencilla, lírica y armoniosa Badani presenta una preciosa historia de amor, autoaprendizaje, amistad y valor en la que realiza una simbiosis de las dos culturas que han marcado su vida.

Narrada de forma coral, la novela nos presenta la historia de Amisha y Jaya, dos mujeres separadas por el tiempo y vinculadas entre sí, que comparten cultura, experiencia vital, sueños, inquietudes y secretos.

El retrato histórico que enmarca la biografía de Amisha se plasma con esmero y detalle, dirigiendo la obra al ritmo de acontecimientos como la India bajo el mandato inglés, la Segunda Guerra Mundial o la lucha de Gandhi. Y no solo eso, la autora fortalece el contexto y lo dota de mayor calidad al incluir las dualidades existentes de ambas culturas. de este modo, el sistema de castas establecido, la veneración a diferentes dioses o las tradiciones se vuelven una dualidad constante en la vida de Jaya que lucha por poner un orden entre su idiosincrasia natal y la de sus raíces.

Así mismo, a través de la historia de Amisha y Jaya el lector podrá dar un exhaustivo paseo por las calles de la India, disfrutar con los aromas de las especias y descubrir las costumbres, actividades y rituales indios acercándose a esta cultura exótica y tan lejana para muchos.

Con un lenguaje rico y elegante, la autora ensalza una novela llena de bellísimos personajes que se muestran cercanos y bien construidos. Cada uno de ellos tiene una misión definida dentro de la obra y su aportación es esencial para su desarrollo.

Amisha una mujer adelantada a su tiempo, atrapada en una realidad que no le permite ser independiente y que cuya utopía se vuelca en la educación de hombres y mujeres por igual. Su amor por las letras y su anhelo por acercarse a ellas la llevan a rebelarse y luchar por sus sueños a pesar de todos los obstáculos que encuentra en su camino.

Por otro lado, Jaya sigue un camino de aprendizaje a través de los pasos de su abuela, tendrá un encuentro consigo misma que le ayudará a sanar sus heridas y llegar a descubrir que ella también puede cambiar y conseguir sus metas.
Otro personaje con un papel relevante es Ravi, un hombre fiel, sencillo, enternecedor y con un encanto natural que guiará la trama y facilitará una visión completa del pasado. Su papel será fundamental en ambas tramas.

El lector podrá descubrir a través de una lectura ágil y aparentemente sencilla pequeñas lecciones, que como tema secundario inunda de forma implícita las vidas de las protagonistas. La filosofía india que rige el respeto por los animales y la naturaleza, la producción de la tierra para el bienestar común, la búsqueda de la paz espiritual a través de las propias acciones y relaciones con los demás, el aprendizaje continuo y el fluir de los elementos, son algunas de estas valiosísimas lecciones que nos recuerdan lo esencial que compone la humanidad.

No he podido disfrutar más esta mágica novela que me ha descubierto tanto y ha dejado un poso en mi yo lector. La historia de Amisha, concretamente, me ha hecho reflexionar y emocionarme al tiempo que me trasladaba a las profundidades de la India, acercándome, de este modo, a una cultura extraña para mí.

Durante su lectura me sentía cercana a recordar historias como la de “El exótico hotel Marigold” en donde la esencia del país embriaga al espectador y traspasa la pantalla.

La recomiendo abiertamente a todo aquel que desee sumergirse en una novela evocadora y emocionante.

Considero que es ideal para seguidores de autores como Nicholas Sparks, Lucinda Riley o Kristin Hannah.

Una historia de amor, familia, amistad y sacrificio situada durante el mandado británico en la India que atrapa desde la primera página y emociona al lector con una trama capaz de recrear situaciones que muestran lo peor de la naturaleza humana y conservar aún la esencia esperanzadora de todo ser.

Aunque La India es una parte esencial de la historia de Amysha y de Jaya, porque forma parte de su cultura, de su legado, la fuerza e intensidad de esta novela va más encaminada a las relaciones personales, al dolor de la pérdida, al amor de las personas que nos rodean, a la amistad y a la importancia del recuerdo. Esto os lo digo porque, tras leer alguna opinión en goodreads sobre el carácter predecible de esta historia y sobre la inconsistencia de algunos detalles relacionados con La India y su sociedad, entiendo el porqué de esas críticas pero me he dado cuenta, dejando esos detalles en una barra de equilibrio sin querer analizar si son reales o no, que la historia de Amisha, de esa mujer que intenta conformarse con lo que la vida le ha dado, es a veces tierna, a veces dura y a veces real, sorprendiendo la forma que tiene ella de ver la vida y de ver a los demás.

Para mí, El secreto de la contadora de historias es una novela maravillosa sobre tres mujeres, Jaya, Amisha y, en cierta manera, Lena, y toda la verdad de su historia común; una mujer rota, su abuela, de la que nunca había oído hablar, y su madre, una gran desconocida para ella; una mujer que se siente vacía y perdida, una mujer que aprende a ganar pequeñas batallas, siempre que pueda y no haga daño a los demás, y una mujer callada y cerrada.

Junto con Jaya viajaremos a la India actual y la India de los años 40, ya que, tras un hecho traumático que ha destrozado su felicidad, dejándola sin futuro, decide visitar el país de sus padres, del que apenas conoce nada, buscando algo, aunque no sabe el qué; quizá, simplemente se busque a sí misma huyendo de sí misma.

No es una historia triste, realmente, porque habla un poco del destino y del camino que tomamos, a pesar de mostrar la vida de millones de mujeres que tenían su camino marcado sin que ellas pudieran decir mucho más sobre ello, y también la de millones de personas que, por el hecho de nacer en un sitio, están condicionadas, y no precisamente para bien.

Es una novela que habla de bondad, de amor y de curación, curación del alma. A pesar de esos "detalles", la trama me ha llegado a atrapar. La historia de Amisha es maravillosa y creo que ese es el valor de esta novela: una contadora de historias que siempre se sintió diferente y que, a pesar de las palabras, quiso más, buscó más, encontrando la belleza en lo que le rodeaba.

La novela habla de familia, de distintos tipos de familia, y de las decisiones que tomamos, según nuestra propia historia. En cierta manera, también quiere demostrar que la gente es buena, lo único es que a veces se equivoca.

Para mí, un gran personaje Amisha. Me ha parecido una mujer diferente que acepta su vida, a la vez que todo lo que lleva dentro necesita salir, siendo nosotros testigos de su evolución. Una mujer buena que hace a los demás ser buenos. El eje central es ella y esa lucha interior por lo que debe hacer y lo que hace, y esa manera de conseguir expresar lo adecuado a través de sus relatos. Sin duda, ver el mundo con los ojos de la contadora de historias y de sus pequeños cuentos es maravilloso, además de plasmar inteligencia y sabiduría. Mientras leía tenía la esperanza de que la historia de "la contadora de historias", de su abuela, le aportase lo que necesitaba Jaya.

Muchas veces es necesario echar una mirada al pasado, o a la historia de alguien, para poder aceptar y comprender nuestro presente, y poder valorarlo; y esto es algo que Jaya aprenderá.

Aunque las historias (son varias si tenemos en cuenta a la madre de Jaya o a Ravi) puedan ser predecibles, no he dejado de sentirlas cerca y no he dejado de disfrutar de ellas. Es algo asombroso sufrir por un libro, aunque sea poco; entonces, en ese momento, olvido otras detalles de la historia que podrían estar mejor, y me quedo con la parte que me ha hecho sentir.

Una novela de género narrativo, con un poco de formación, algo de romance, un toque de saga familiar y buenas sensaciones. Es la típica historia en la que alguien encuentra el sentido tras un viaje, en este caso al pasado, es decir, gracias a un recuerdo, aunque no sea el suyo. Es bonita y reconforta, además de ser entretenida. Eso sí, la colocas en otro país de Asia o en uno de Europa, y no cambia nada, aunque el componente costumbrista del texto variaría según la sociedad en la que situara.

Por cierto, es imposible no cogerle cariño enseguida a un personaje como Ravi, y a su manera de mirar el mundo. Inolvidable.


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No recuerdo cómo o cuándo este libro legó a mis manos. Pero sí que cuando empecé a leerlo, pensaba en que "cada libro llega a tu vida por una razón", y nada más empezar la primer página, dudé seriamente en continuar la lectura.
Jaya es una mujer moderna, con un estilo de vida holgado y aparentemente perfecto. Su matrimonio empieza a tambalearse tras tres abortos , y es entonces cuando ocurre un suceso inesperado: aunque no ha conocido a sus abuelos en la India, su madre recibe una carta en la que su moribundo padre pide verla. Aunque ella se niega a viajar, Jaya considera ésta como una oportunidad de oro para conocer más de su pasado, y huye a un país que le es desconocido.
Esta historia está narrada a tres voces: Jaya, periodista de éxito; Amisha, una esposa hindú cuya vida fue oculta por años; y Ravi, un fiel intocable que esperó pacientemente a quien pudiera escuchar la historia.
La historia de Amisha es intrépida en sus inicios y cautivadora. Tiene un hilo conductor que te tiene sobresaltada a cada instante, y las pausas que se dan para continuar con la historia de Jaya, son precisas. Sin embargo, con el paso de la historia me fui decepcionando del personaje: inicialmente es una narradora de historias, desde siempre, pero desde que conoce y se enamora del oficial Stephen cambia en algún punto y pierde la fuerza con la que se la retrata desde el primer instante. Las historias en su corazón le pertenecen a alguien más, lo que sentí que despojaba al personaje del carisma, desde el mismo título. En algún momento quiso ser libre, escribir, luego enseñar, luego incluso aprender y filosofar....y luego se estancó. Tampoco me gustó el final de su historia, lo sentí muy forzado, "castigador" incluso.
Por otra parte, la historia de Jaya es más un viaje de descubrimiento, de renacer luego del dolor. También me supo empalagoso que esa búsqueda se coronara con la reconciliación del matrimonio, a pesar que en varios momentos ella misma pone como prioridad definirse a sí misma, bastó que Stephen viajara a buscarla para que todo se solucionara repentinamente.
La que más me conmovió, por supuesto, fue la historia de Ravi, especialmente hacia el final: más que una historia de amor, debió centrarse en la amistad y la lealtad, Incluso había mucho más tema para explorar en cuanto al tema de las castas (me surgen dudas sobre las licencias literarias que se dieron para continuar la historia, por ejemplo, ¿cómo los abuelos de Ravi fungían como abuelos de los hijos de Amisha y Deepak, si eran intocables? Si a Ravi ni se le permitía tocar la comida de otros, ¿cómo siquiera se iba a permitir ir a su hogar?)
En general, es una historia "amor triunfa sobre todo", "valorar lo que se tiene" y en donde todos terminan felices (Salvo la historia de Neema, que quedó borrada de plumazo cuando la prioridad era desarrollar la relación Amisha/Stephen) . Siento que pudo dar para más, sin caer en situaciones obvias, pero debo admitir que el final sí me dejó un nudo en la garganta. Las emociones vividas se plasman de una manera poética, y transportar la historia a la India moderna y de antaño, crea un ambiente ideal para que los sentimientos afloren.
Quizá al releerla, también vuelva a enamorarme otra vez.

Bueno, ¡me ha encantado este libro! La verdad es que no pensaba que me fuera a gustar tanto y me ha sorprendido en todos los sentidos. Dicho esto, ¡empiezo la reseña!

La historia comienza con Jaya, una mujer que ha pasado ya por varios abortos y cuyo matrimonio pende de un hilo. Nunca se ha llevado del todo bien con su madre, la cual no quiere saber nada de su pasado ni de sus raíces en la India. En cambio, Jaya decide que ese es el mejor momento pasa visitar el pueblo natal de su madre y a su abuelo, que está a punto de fallecer. Una vez allí, Ravi, el sirviente y amigo de su abuela Amisha, le cuenta toda la verdad que hay tras la historia familiar. Gracias a estas historias, Jaya podrá por fin conocer más sobre su familia a la que nunca conoció y sobre su propia madre.

Este libro nos narra una historia que hay que degustar poco a poco, pero que cuenta con sucesos interesantes en todo momento. Considero que el ritmo es constante porque siempre está ocurriendo cosas, aunque se vaya desvelando la información de forma paulatina. Es una novela atrapante de principio a fin.

Con respecto al desenlace, creo que no tengo palabras para expresar todo lo que me ha hecho sentir. El momento en el que se unen los hilos y somos conscientes del final de Amisha y del pasado de Lena es cuanto menos impactante. Estuve las últimas cincuenta páginas llorando y con el corazón lleno de pena, pero a la vez de esperanza. No puedo transmitir a través de las palabras todos los sentimientos que me ha hecho sentir este libro.

La ambientación y las descripciones me han gustado mucho. La autora me ha transportado a la India y he podido pasear por sus calles, conocer a su gente y aprender un poco de su cultura. Confieso que mis conocimientos sobre la India son algo escasos, por lo que todo me ha sorprendido mucho y desconozco si hay algún dato erróneo.

Es cierto que parte de la trama se puede considerar algo predecible, pero se disfruta igual porque en esta historia hay mucho que contar y muchos sentimientos que son necesarios transmitir. Por esto mismo, no lo puedo considerar como un punto negativo, es más, diría que más bien juega a nuestro favor.

Los personajes principales de esta novela son tan humanos que es muy fácil empatizar con todos ellos. Jaya es una mujer devastada que está perdiendo su matrimonio por todo el sufrimiento y dolor que le provocaron los abortos. El viaje a la India es una vía de escape, y le ayudará en muchos sentidos. Su evolución se nota conforme vamos entrando en el desenlace, donde por fin llegamos a entender las acciones de su madre. Lena no tiene mucha presencia directamente, pero conocer su pasado es importante para comprender su presente. No hay que juzgar a nadie.

Ravi es un intocable, una persona que nace para vivir en las calles y no tener una vida digna. Gracias a Amisha, consigue un techo en el que vivir y un trabajo. Este personaje es lo más bueno que he leído en la vida y se merece lo mejor. Ha sido maravilloso conocer a este personaje.

En cambio, Amisha ha sido mi personaje preferido. No me puedo imaginar todo lo que ha sufrido y por todo lo que ha pasado, y siento dolor al pensar que su destino es el destino de muchas mujeres en la actualidad. Siempre ha querido lo mejor para los suyos y lucha hasta el final por los que quiere.

La pluma de la autora me ha encantado porque escribe de forma amena, adictiva y muy directa; solo se detiene en los detalles más importantes. He terminado el libro en prácticamente tres días gracias al estilo narrativo y a la propia historia, claro está. Estaré atenta a las publicaciones de Sejal Badani porque creo que todavía tiene mucho que contar.

La contadora de historias es una novela llena de sentimientos donde conoceremos el pasado de una mujer de la India y su lucha por no perder su identidad. Una historia cargada de amor y sacrificios, donde la familia tiene trascendencia, pero sobre todo destaco la importancia que se le da al valor de las palabras a través de la creación de historias.
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