El rey marcado

La cuenta atrás para finiquitar el Grishaverse empieza con este libro, y tengo que reconocer que me da cierta pena terminar con esta serie. La trilogía original de “Sombra y Hueso” fue entretenida, pero tampoco pasara a la historia como uno de mis libros preferidos. Pero la bilogía de “Seis de Cuervos” me encanto y me lo pase pipa (y sufrí mucho también) durante su lectura, es una de mis lecturas preferidas de lo que va de año. Por eso mis ganas de leer los dos libros de la saga “ El Rey Marcado” son bastante considerables, y mis expectativas también son considerablemente altas.

Tras la guerra civil que asoló el país, Ravka empieza a recuperarse lentamente bajo el reinado de Nikolai Lanstov. Pero la paz es muy frágil y pronto todo amenaza con volar por los aires. Los países fronterizos tienen a Ravka en el punto de mira, y todo parece indicar que la guerra está a punto de estallar. Todo esto coincide con el despertar de un demonio proveniente del pasado del rey que amenaza con desequilibrar el frágil poder que ha conseguido. Y todo esto mientras que en la nación se empieza a adorar a un nuevo santo. Para intentar recuperar el control, Nikolai, junto a su general, la hermosa y dura Zoya Nazyalensky, deberá emprender un viaje que les pondra frente a su pasado y sus mayores miedos, en un lugar donde los limites entre religión, mito y ciencia se desdibujan. Paralelamente a esto, la Grisha Nina Zenik se encuentra infiltrada en Fjerda. En un lugar apartado del país, la joven y sus acompañantes harán un terrible descubrimiento, que les dejara claro hasta que punto esta dispuesto a llegar Fjerda en sus ansias de poder y de acabar con los Grisha.

¿Y qué puedo decir? Me ha gustado lo que leído en este volumen. Ha sido una lectura ligera, que me ha tenido entretenida prácticamente desde la primera página y quien me ha mantenido en vilo hasta que lo he cerrado. Que es justo lo que esperaba de un libro de Leigh Bardrugo. No me ha emocionado tanto como hace poco más de un mes lo hizo “Seis de Cuervos” y , sobre todo, su continuación, “Reino de Ladrones”. Pero tengo que decir que esa bilogía me conquisto totalmente en su segundo tomo, así que no pierdo la esperanza, hasta que no cierre definitivamente “Ley de Lobos” puede pasar de todo.

Si hay algo que me ha gustado especialmente es que la trama de “El Rey Marcado” es ver como Bardrugo ha combinado los núcleos centrales de las tramas de las sagas previas del grishaverse. Ahí se nota que estos dos libros son (por lo que tengo entendido se supone) los dos últimos ubicados en este mundo. El uso de la Jurda Parem para controlar a los grisha y aumentar sus poderes a costa de su voluntad y vida y los experimentos científicos para crear soldados que puedan combatir a los grisha por parte de otras naciones, se dan de la mano con la historia y la mitología religiosa de Ravka. Los santos y las leyendas generadas entorno a ellos ganaran, en esta ocasión, una importancia enorme.

Hay dos subtramas principales a lo largo de la novela: por un lado todo lo que pasa en Ravka, contado desde los puntos de vista de Nikolai y Zoya; y por otro todo lo que vive Nina en Fjerda.Creo que unas de las cosas más interesantes de este libro es como se maneja las disputas entre ciencia y religión, la forma en que vemos como el país de Ravka a modernizarse y aparecen nuevos métodos para la guerra. Esto es una constante a lo largo de todo el volumen junto a los conflictos políticos que empiezan a estallar a lo largo de este. Todo esto en conjunto crea una historia en la cual no paran de pasar cosas y en la que todo va complicándose más y más a medida que la narración va desarrollándose. El ritmo es muy ágil y todo está perfectamente medido, de forma que todo encaja a la perfección como las piezas de un puzzle, pero de una forma muy orgánica que hace que te creas fácilmente todo lo que ocurre y que nada resulte especialmente artificial o impostado, algo que puede resultar inevitable en estas novelas tan enfocadas a lo fantástico y la acción. Ya lo señale en las reseñas de la bilogía de “Seis de Cuervos”, pero si hay algo que agradezco mucho es haber comprobado como libro a libro Leigh Bardrugo ha ido mejorando como escritora en todos los sentidos. Se traduce en crear argumentos más complejos y maduros, y en personajes con claroscuros y muy bien perfilados.

Al igual que me paso con “Reino de Ladrones” (que de momento es, sin ninguna duda, mi entrega favorita del grishaverse) si hay algo que me ha enamorado de Bardrugo como escritora es su manera se trabajar los personajes. No es solo que resulten muy creíbles y que todos tengan personalidades muy individualizadas y muy bien construidas. Es el sentido de coralidad que tiene toda la historia. Todos los personajes que aparecen en ella tienen su momento de gloria dentro de la misma y juegan, en algún momento, un papel muy destacado dentro de las diferentes subtramas que conforman el libro. Bardrugo recupera personajes que han aparecido a lo largo de toda la historia y a muchos de ellos los revaloriza y les saca todo el partido que no pudo o no supo sacarles en las entregas anteriores. A estos les acompañan nuevos personajes que revitalizan mucho la trama y que no son menos importantes que los viejos conocidos. Aunque, como es evidente, ente todos ellos la palma se la llevan los tres protagonistas principales, que hacen las veces de narradores de dichas subtramas.

Si hay algo que siempre critique de la trilogía original fueron sus personajes poco interesantes. Con la excepción de Nikolai, ese príncipe, pirata, general, constructor y diplomático nato, tan carismático y lleno de aristas y claroscuros. Era un personaje que pedia a gritos protagonizar su propia historia. Y el punto en el que empieza “El Rey Marcado” no puede ser más interesante para este personaje. Tras todo lo acontecido en la guerra civil y todo lo que tuvo que pasar en dicho conflicto, Nikolai debe guiar a Ravka hacia la paz. Su día a día está lleno de retos y cosas por hacer, mientras trata de asegurar su posición en el trono y sobrellevar las cicatrices que la guerra dejo en él. Las cosas han empezado a cambiar en su patria y para los grisha. Son cambios que ya se habían mencionado en libros anteriores pero en los que se profundizan en esta ocasión. Todo parece ir por el buen camino… Si Nikolai logra superar las consecuencias que la guerra dejó en él y que en este libro empieza ahondar de una forma dramática y potencialmente peligrosa para él y todos en su alrededor. Me ha resultado muy interesante ver las cosas desde el punto de vista de Nikolai, saber cómo detrás de toda su armadura de carisma, astucia descaro y diplomacia se esconde una persona con más miedos y debilidades y las que pueden aparecer a simple vista. Con él nada es lo que parece a simple vista, eso es algo que ya sabíamos de los libros anteriores. Pero en esta novela podemos ver hasta que punto llega la complejidad de Nikolai, las luces y sombras que alberga dentro de si, los malabares que tiene que hacer entre sus propios traumas y su papel como gobernante, siempre dispuesto ha hacer lo mejor para Ravka.

De todas formas, aunque el personaje de Nicolai me parece muy interesante y que está muy bien llevado, creo que las otras dos damas que actúan como una más en esta novela se lo comen con patatas fritas en no pocas ocasiones. El personaje de Zoya me pareció el más infrausado de toda la trilogía de “Sombra y Hueso”. Y su aportación en “El Rey Marcado” me lo confirma totalmente. Zoya es un personaje de carácter difícil y que no admite errores y debilidades por parte de nadie, y mucho menos de ella misma. Aparentemente es muy segura de si misma, implacable y dura, una mujer fuerte y capaz, a la que le gusta el poder, y que está dispuesta a hacer cualquier cosa por Ravka. Y eso incluye mantener a Nikolai en el trono, pues cree que es lo mejor para el país. Pero bajó toda esa fachada de seguridad y fortaleza se esconde una mujer mucho más frágil de lo que pueda parecer a simple vista, marcada por las pérdidas que sufrió en el pasado, obsesionada por su errores y debilidades, y por el deseo de proteger a todo el mundo a su alrededor. El que no lo demuestre, no significa que esos miedos inseguridades no haga mella en ella. Es un personaje con cuya evolución he disfrutado a lo largo del libro y que creo que ha tenido la relevancia que se merecía en la primera trilogía.

Me ha gustado la manera en que Bardrugo ha llevado la relación entre Nikolai y Zoya. No es exactamente un “friends to lovers”, y creo que por eso es muy interesante. Nikolai y Zoya son rey y comandante, lo que les ha llevado a tener una relación que trasciende lo netamente protocolario o laboral . Se admiran y se respetan, forman un tándem perfecto en lo concerniente al trabajo… y a la vez comparten un secreto. Todo eso les une mucho, y les hace forjar una relación especial, hace que su compenetración termine por ser también personal. Algo que me ha gustado de “El Rey Marcado” es que no es una historia de amor propiamente dicha, sino de inicio de romance y de una atracción basada en la complicidad y la confianza que surge entre dos personas aparentemente seguras, pero más frágiles de lo que aparentan. Que el romance se vaya forjando a fuego lento y a su ritmo, que no sea instantáneo, y que se cimiente en el respeto y el compañerismo me parece muy refrescante respecto a otras historias románticas de libros del genero fantástico y juvenil. Y eso salva, en cierto modo, uno de los grandes problemas que he tenido en este libro: a veces los dos se me han hecho muy repetitivos y cansinos, hubo momentos en que me aburrieron al incidir una y otra vez en sus miedos y debilidades , en lo complejo de su pasado y su presente.

Y para acabar, tenemos a Nina, un personaje que desde que apareció por primera vez en el grishaverse si que tuvo un excelente desarrollo, gracia a que tenia capítulos contados desde su punto de vista en la saga de “Seis de Cuervos”. Me ha gustado volver a encontrarme con una de mis cuervos favoritos, de ver como va superando todo lo que paso y sufrió en esos libros, y de comprobar que es un personaje aún en constante evolución. Su viaje emocional me pareció muy bien llevado en la biología anterior y en este ha seguido siendo así. Con Zoya y Nikolai había mucho margen para la evolución, con Nina parecía que todo el pescado estaba vendido, pero aún así el personaje sigue haciéndolo. Gracias, en parte, a la aparición de un nuevo personaje que en el siguiente libro dará tanto juego como en este y que le da ayuda a reactivar a Nina. Y a que esta se tope de frente con una de las tramas más duras y crueles de todas las que hemos visto en la serie. Y no exagero. Con todo esto, la pobre no puede tener ni un minuto de paz. Pero a la vez, gracias a eso nos regala los mejores momentos de la novela.

Aunque, a grandes rasgos, el libro me haya dejado buen sabor de boca, tengo que decir que también he notado cierto agotamiento en lo que es el grishaverse. Las partes sobre lo que pasa en Ravka se me hicieron un tanto pesadas, sobre todo al principio. Es cierto que la autora se toma su tiempo para explicar como ha cambiado el país y se ha estructurado el ejercito bajo el mandato de Nikolai, y el que se tome tiempo para dejar claro esos cambios creo que es importante para que el lector no se sienta deshubicado. Pero al mismo tiempo era inevitable que la lectura se vuelva más lenta por ello, y que hasta casi la mitad de la novela no despegase, cuando todos los elementos relacionados con las conspiraciones políticas empiezan a ponerse en marcha. Pero en esa trama (a diferencia de la de Nina, en la que no paran de suceder cosas a muy buen ritmo) ha habido varios momentos en los que me parecía que no pasaba nada, y que me sobraban hasta páginas. Y eso tiene su precio en lo que dije antes sobre los personajes de Nikolai y Zoya.

No se si es por todo el hype que tengo aún con “Seis de Cuervos”, pero me da la impresión de que Bardrugo disfruta más con argumentos sobre disputas políticas y misiones imposibles y planes descabellados y retorcidos, en los que hay muchos personajes que deben trabajar con la rigurosidad del mecanismo de un reloj para que todo salga bien. Cuando trata historias sobre criaturas místicas y más centradas en lo puramente mágico, no puede evitar caer en lo más tópico del género, sus tramas no resultan tan impactantes y diferentes. Además de todo esto, no podemos olvidar que estamos ya en el sexto libro de toda una saga sobre un universo concreto. Y eso se nota y tiene su peso. Algunas de las cosas que sucedían y de las relaciones entre los personajes me parecían de lo más previsibles, y creo que eso le ha quitado un tanto de gracia y de interés a la lectura. El final, deja con ganas de más, si. Pero por lo corto que se queda a grandes rasgos, se nota demasiado que va a haber continuación y que ahí va a pasar todo lo realmente impactante de esta saga.

De todas maneras insisto: el libro se lee muy bien, y entretiene y engancha mucho. Deja muchos frentes abiertos que prometen un final de infarto y lleno de acción, sacrificios y reencuentros. Ahora estoy con su desenlace “Ley de Lobos” y no puedo parar de leer.

*SPOILERS*

Si Sombra y hueso era unos jóvenes soldados que se convirtieron en una leyenda y Seis de cuervos era un equipo heterogéneo que se unía para llevar a cabo un atraco loco, El rey marcado es intriga política y superación de demonios internos (literalmente). La historia sigue un total de cinco puntos de vista diferentes, aunque uno es solo para el capítulo inicial, ya que el peligro se acerca a un país que aún se recupera de su guerra civil hace tres años.

La autora está en su mejor momento aquí cuando se trata de escribir conflictos internos espeluznantes, populares y trágicos. Su construcción del mundo siempre ha sido un punto bueno para mí y una de las cosas que me mantiene enganchada al mundo Grisha. El primer capítulo es espeluznante y el resto de la historia trata sobre la superación de demonios personales. Si bien Sombra y hueso y Seis de cuervos tenían magníficos bloques de construcción para la tradición mundial, este libro va un paso más allá al presentar personalmente algunas de esas leyendas antiguas con más detalle.

Si has leído los cinco libros anteriores (por favor, hacedlo o este libro será un poco confuso), es bonito volver a visitar tantos personajes de la trilogía original. Tamar, Tolya, Genya, Adrik y David reciben roles secundarios ampliados. Nikolai, Zoya y Nina ascienden al frente y al centro. También se presentan algunos personajes nuevos: Isaak, Hanne y Leoni. Aunque hubo algunos problemas para mí con la forma en que las cosas se unían (o más bien cómo no), me ha gustado obtener más información sobre estos personajes a lo largo de la novela.

Hay cuatro puntos de vista principales en el libro:

Nikolai: Dado que se supone que esta es su bilogía, no debería sorprender que sea un jugador importante en la historia. Tiene mucho en su plato como nuevo rey: ayudar al país a recuperarse, navegar por aliados políticos, lidiar con su demonio interno (literal) y ser presionado para tomar una esposa por el bien de su país. El rey sigue siendo el ingenioso corsario presentado en la trilogía original, pero tenemos una visión más profunda tanto de su pasado como de las piezas de su personalidad que se superponen bajo su encanto.

Zoya: Como otro personaje de la trilogía original, fue divertido ver más de la bruja de la tormenta y aprender un poco sobre su pasado. Arrojó algo de luz sobre un personaje que era tan frío y brutal cuando la conocimos. No necesariamente se vuelve agradable, pero es interesante y tiene un gran arco. Eso es lo más importante. Y mi personaje favorito junto a Nikolai.

Nina: Aún recuperándose de la pérdida al final de Reino de Ladrones, ahora está en una misión de espionaje para su rey en territorio enemigo. Mientras ella no me gustó en Seis de los Cuervos (bilogía), luché por involucrarme en sus secciones de la historia. Por sí sola, su subtrama me interesa, pero no logró conectarse realmente con los otros eventos del libro. Casi se sentía como si pudiera haber sido expandido y convertido en su propia novela en lugar de tratar de unirla en esta.

Isaak: Realmente me encantó esta pequeña adición a la novela. Si bien encontré que su personaje era dulce, fue el subterfugio político en la trama lo que realmente me atrajo aquí. No diré más que eso. Tendréis que leerlo para saber de lo que hablo.

A menudo parecía que no se dedicaba suficiente tiempo a partes de la trama o en algunos puntos de vista. Nina es un personaje asombroso, para qué negarlo, pero no me gusta su personaje y sus secciones realmente no encajan bien con el resto de la historia. Quería (y esperaba) más interacciones entre ella y el rey o entre ella y el general, pero ella estuvo aislada de ellos todo el tiempo.

Nikolai e Isaak fueron definitivamente los puntos de vista más esenciales de la historia. Zoya también se mantuvo firme. Pero para una bilogía que se supone pertenece al rey, su papel en su propia historia se sintió disminuido y eclipsado por otros personajes. Me hubiera encantado tomarme más tiempo preparándome para el juicio y realmente desarrollar esa parte de la historia. En cambio, parecía apresurado y roto debido al cambio de puntos de vista.

Ese fue el mayor inconveniente de la historia para mí. A pesar de eso, todavía estaba enganchada en la historia. Bardugo tiene un don para crear finales que me dejan con ganas de más. No porque me gusten, si no para saber de sus personajes, de mis favoritos. El final plantea algunos conflictos interesantes que esperar en la conclusión de la bilogía.

Una vez más, viajo por el Grishaverse, reencontrándome con los protagonistas de Sombra y Hueso y Seis de Cuervos. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.

Aunque la saga se puede leer de forma independiente, sí recomiendo la lectura de las novelas anteriores para comprender bien lo que ocurre en esta historia, además de que contiene spoilers de lo que ocurre en las otras sagas del Grishaverse.

Y, de nuevo, advierto de que esta reseña contendrá spoilers de novelas anteriores, con el fin de contextualizar el momento en el que nos encontramos dentro de la historia.


¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Regresamos a Ravka, tras la visita a Kerch y Fjerda en la bilogía Seis de Cuervos.

Vamos a poder ver cómo Ravka intenta salir a flote tras la guerra civil que aconteció en Sombra y Hueso, avanzando tres años desde aquellos acontecimientos.

Aunque Alina ya no está, sí vamos a volver a disfrutar de Nikolai, Genya, Zoya y los gemelos Batar. Además de continuar con el personaje de Nina, a la que conocimos en Seis de Cuervos.

Esta novela muestra nuevos retos para los Grisha, y una posible nueva guerra que podría desatarse en cualquier momento.

Ahora que la jurda parem se presenta como una potente arma contra los Grisha, los personajes de la obra van a tener un duro reto por delante para sobrevivir. Y eso, sin contar con los vestigios del poder del Oscuro, que podría regresar.

Una historia llena de acción, secretos, mentiras y una explicación de lo que realmente son los Santos. Un nuevo avance en lo que es el Grishaverse, profundizando en sus orígenes y en las viejas batallas.


Mensaje de la novela: Nuevamente vemos cómo Leigh Bardugo plasma en sus historias la importancia de los valores, la lealtad y el cumplimiento del deber.

Aunque los personajes cometan errores, siempre están dispuestos a arriesgarlo todo por los suyos y luchar por vencer sus miedos y debilidades. La imperfección y el apoyarse en sus compañeros, es lo que les lleva a poder triunfar y aprender; es lo que les hace fuertes.

Personajes: Los personajes están muy bien construidos. Sin duda, he apreciado una gran evolución tanto en la autora al narrar la historia, como en la madurez y profundidad de los personajes.

Me encanta el modo en el que se ve cada personalidad tan marcada en los diálogos, en los actos de cada personaje, en la forma en que han crecido y madurado, mostrando que efectivamente ha pasado tiempo con respecto a la historia de novelas anteriores.

El personaje de Zoya, que siempre ha sido interesante, ahora lo es más. Poder conocerla en mayor profundidad convierte a la antagonista en una digna protagonista que eclipsa totalmente a Alina y al resto de personajes que hemos visto anteriormente.

Los personajes secundarios también resultan intrigantes y aportan a la historia subtramas que mantienen el interés del lector. Que todos ellos estén bien creados, ayuda a la lectura y a que el lector los acompañe en este fascinante viaje.

Lo que más me ha gustado: La evolución en los personajes y la trama.

Si habían quedado cabos sueltos en novelas anteriores, poco a poco se van cerrando o encauzando.

Que la autora no se olvide de la trama anterior, sino que le dé un giro y la amplíe, mostrando que el Grishaverse es un amplio universo bien contruido, complejo y en el que las diferentes ideologías y culturas se definen.

La clara crítica a los radicalismos, la forma en la que se muestra la fragilidad de la paz y cómo el ser humano recae una y otra vez en el conflicto.

Que no se trate a la muerte como un tema tabú, sino que se ahonde en cómo podemos sentirnos, en la dificultad del duelo y en cómo debemos superar poco a poco nuestro dolor, aprendiendo a vivir con él.

Lo bien escrita que está la historia, con emociones realistas y una buena documentación.

La coherencia que hay con respecto a las novelas anteriores.

Lo que menos me ha gustado: El inicio de la novela, que es un poco lento. Tardamos mucho en llegar a la verdadera acción, con contextualización demasiado extensa.

Los actos de algunos personajes, que podrían haber dado más juego de haber actuado de forma diferente.

Conclusión: He disfrutado mucho con la lectura de esta novela, viajando de nuevo por el Grishaverse y reencontrándome con viejos "amigos".

Esta historia de fantasía está bien creada y creo que puede gustar a los amantes del género, por lo que me sumo a las recomendaciones hechas por otros lectores.

Tenía muchas ganas de leer este libro, El Rey Marcado. Es el comienzo de una bilogía que forma parte del universo de Grishaverse, y esta es una de mis sagas favoritas. Además, el protagonista de esta historia es Nikolai, que fue mi personaje favorito de la trilogía de Sombra y Hueso y me moría de ganas de leer un libro con él de protagonista. La verdad es que no sé porqué no me he leído este libro hasta ahora. Creo que he esperado demasiado para ponerme con él, pero me ha gustado mucho.

Nikolai Lantsov sufrió mucho en la guerra civil que asoló su país, Ravka, y ahora él está lleno de cicatrices, pero lo mantiene en secreto del mundo ya que tiene que concentrarse en ser un buen rey. Sin embargo, el pasado y dichas cicatrices siempre estarán ahí para perseguirle, cada día. Es por eso que se embarcará en una aventura por toda Ravka, junto a la general Zoya, para intentar sacar lo que sea que haya dentro de él y salvarse a sí mismo y a toda la gente que hay a su alrededor.

Mientras tanto, en Fjerda, nos encontramos a un grupo de espías provenientes de Ravka que pretenden salvar a todos los Grisha que los fjerdanos se encargan de matar. En un lugar de Fjerda descubren que hay mujeres Grisha que están desapareciendo así que intentarán encontrarlas y salvarlas de lo que sea que le estén haciendo los fjerdanos.

Primero, he de decir que me ha gustado mucho ver en este libro a personajes que ya habíamos visto tanto en la trilogía de Sombra y Hueso como también en la bilogía de Seis de Cuervos, e incluso otros muchos son nombrados en ciertas ocasiones de El Rey Marcado. Esto me ha gustado mucho porque recordamos a esos personajes tan entrañables. Aparte de esto, también aparecen nuevos personajes como el sacerdote Yuri, entre otros.

Hablemos de personajes, Nikolai me sigue gustando tantísimo como en la trilogía de Sombra y Hueso. Y como en el Rey Marcado lo tenemos de protagonista, podemos conocerlo mucho más y mejor. Es un personaje muy carismático al que se le coge cariño bastante rápido. Vemos como tiene que afrontar muchas cosas, como su pasado, del que conocemos más y vemos como siempre tiene la mirada al frente pese a todo por lo que ha pasado y sigue pasando. También se preocupa mucho por su país y por ser el rey que todos merecen. Lo dicho, este personaje me ha encantado y estoy deseando leer la segunda parte para seguir conociendo más de su historia.

Por otro lado tenemos a Zoya, la general del ejército Grisha y que siempre está al lado de Nikolai, siendo su mano derecha y conociendo todos sus secretos. Esta chica en la trilogía Grisha no me gustó nada de nada, pero claro, ahí era un personaje secundario y en este libro, en el Rey Marcado, es uno de los personajes principales por lo que la conocemos mucho más, sus pensamientos, su pasado y su punto de vista al fin y al cabo. Creo que esto ha hecho que me haya reconciliado con el personaje y es que me ha gustado mucho también. Zoya es un personaje bastante frío con la gente en general, pero también vemos que por dentro tiene su corazón y también sentimientos.

Y por último también tenemos a Nina, que me ha encantado verla otra vez después de la bilogía de Seis de Cuervos. ¿Qué decir de este personaje? Me sigue gustando tanto como en aquella bilogía. al principio vemos a una Nina algo frágil y llevada por sus sentimientos por lo que pasó al final de Reino de Ladrones. Pero también vemos a una Nina súper fuerte que ha pasado por mucho pero que siempre intentará dar lo mejor de sí para ayudar a los demás, sobretodo a los Grisha que son objeto de ira por parte de las personas que no los quieren en el mundo. Nina se encargará, junto a su grupo, de ayudarlos en todo lo que sea posible.

Al principio el libro se me hizo algo lento, pero esto me ha parecido normal para adentrarnos un poco en la historia, así que no ha sido impedimento ninguno para disfrutarlo. Además, llega un punto que se hace muy interesante e hizo que no quisiera parar de leer hasta llegar al final.

Las dos tramas, tanto la de Nikolai y Zoya en su aventura por toda Ravka, como la de Nina en Fjerda, me han gustado bastante. Creo que ha sido un completo acierto por parte de la autora el que ellos tres hayan sido narradores principales, ya que me han gustado mucho.

Espero que no tarden mucho en publicar el siguiente libro, porque después de ese final tengo muchas ganas de continuar con esta bilogía.

En definitiva, El Rey Marcado me ha parecido un inicio de bilogía espectacular, con unos personajes muy entrañables y unas tramas bastante interesantes. Si os habéis leído el resto de libros del universo Grisha, os recomiendo mucho continuar con este.

El rey marcado es el inicio de una nueva bilogía del Grishaverso, universo en el que ha transcurrido la trilogía Grisha y la bilogía Seis de cuervos. Pero, aunque se trate de una nueva bilogía, la mayoría de personajes son ya conocidos de las historias anteriores, tanto de la trilogía como de la bilogía, y tira mucho de los acontecimientos anteriores por lo que realmente no considero que se pueda leer sin haber leído los otros. A ver, se puede, pero mencionan muchas cosas anteriores y lo mismo no te enteras tanto así que es mejor haberlos leído para estar en completa sintonía con la historia.


Tenía muchas ganas de leer este libro porque está protagonizado por Nikolai, personaje que me pareció de lo mejor en la trilogía, y además Leigh Bardugo me convenció muchísimo con la bilogía. Realmente se nota la evolución de la autora como escritora de un libro a otro y en este lleva el ritmo como en Seis de cuervo, es más maduro y lo contempla todo mucho mejor. Ahora bien, el inicio tengo que decir que ha sido horroroso. El libro se lee bien, no me malinterpretéis, que me leía 150 páginas al día tan pancha, pero la primera mitad del libro no consiguió prender la chispa en mí. Lo leía y no me resultaba pesado porque los personajes tienen su puntillo pero debo decir que la primera mitad me resultó bastante muerta y aburrida, más tirando a intereses políticos o al drama personal de algún personaje que realmente conociéndolos o yendo al meollo de la cuestión. Es lentito y el motivo por el que el libro no se ha llevado más nota, porque han sido 200 páginas en los que veías atisbo de cosas pero no había un hilo interesante que seguir y no resultaba una lectura que gustara sino más bien un leer y esperar.




De hecho en este libro podemos dividir dos historias paralelas, por una parte tenemos al rey Nikolai el cual tiene que lidiar con su guerra que asoma y la oscuridad que lo domina -este punto es muy curioso- y por otro está Nina en una misión en el otro reino. El comienzo de ambos es, como ya he dicho, lentito. El que el rey tenga su lado oscuro despierta curiosidad pero no se explota mucho y Nina... es una parte que me pareció más lenta de lo que esperaba. Nos la encontramos casi como se quedó en Reino de ladrones y tira un poco de sus fantasmas pero tampoco me resulta especialmente intersante.

Ahora bien, cuando pasan las 200 primeras y no-del-todo-sufridoras páginas, la cosa da un giro que empieza animar y de ahí no baja, da un pequeño giro y se queda a ese ritmo y después ya pega el pico para el final. La historia del monstruo se vuelve potente, la resolución del reino comienza a tener mucho interés, los descubrimientos de la misión de Nina y como lo afrontan todo además de como se nos van dando más material de los personajes... Esta segunda mitad empieza con un giro que sorprende y espabila al lector, que mejora y atrapa porque las cosas comienzan a torcerse y esta vez sí que es interesante y absorbente.




Cierto es que da un mejorón respecto a trama, magia, intriga política y personajes. Y es en ello en lo que me centro ahora, en los personajes que hacen de este libro algo especial, que hacen que esa primera mitad, bastante aburrida respecto en trama, sea llevadera y no pese tanto.

Nikolai es un personaje que cuando lo vi en la trilogía Grisha se hizo de mis favoritos porque no hay mayor perfección en el mundo. Me encanta su chispa, su ingenio y su inteligencia. Disfruto muchísimo de sus salidas, de su porte y de toda su actuación. Pero también he disfrutado mucho que en este libro se ahonde un poquito en la historia del personaje, que se busque su punto débil y se deje ver su verdadero ser. Es un personaje que me resulta muy inteligente y divertido pero no solo eso sino que Nikolai es mucho más, es ingenioso y, aunque se le vea en un cachondeo continuo, no me cabe duda que sabe cuando ponerse serio. Es un personaje que lucha por lo que nadie más lucha, que tiene esperanzas y se gana el respeto del todo el mundo con su encanto. Es conocedor de sus debilidades y las usa para ser más fuerte. Es perfecto y siento pena por la obligación que tiene en sus hombros, por no poder ser un hombre libre, pero también admiro mucho su sacrificio por levantar al país. Estoy muy in love de Nikolai, ¿se me nota?



Zoya es otra protagonista y ah, casi ni me acordaba de ella de la trilogía, tengo pequeños atisbos suyos de inicio como que no, después como que bien pero bueno, que realmente la he conocido aquí y QUE PUTA CRACK. Zoya es la comandante fría y seca que te pega unos cortes de esos que escuecen. Es una cara bonita que no se deja engatusar y se ríe en tu cara si es necesario. Otra cosa no pero honesta es un rato, y el punto borde y fría que tiene me ha encantado. Es que es genial, está hecha de hielo y sus cortes son super divertidos porque todos creen que en su interior hay una personita dulce y tierna pero Zoya no es de esas. Sí, tiene su lado de debilidad y me ha gustado descubrir su pasado porque es más profunda de lo que aparenta, pero sigue siendo una tía dura que pasa de cursiladas y me ha encantado.



Entre Nikolai y Zoya el libro avanza por sí solo y muy divertido solo porque ambos tienen salidas muy geniales. También se suman los personajes secundarios ya conocidos, que no dan una vida excesiva pero aportan sus momentos divertidos. Mención especial a Geyna y David, esa pareja me desarma. Ah, y aunque casi no he tenido nada de nada -me cagüentó-, apenas un par de pensamientos que no llegan a nada, yo shippeo muy fuertemente a Zoya y Nikolai y espero que en el siguiente haya más vidita en este sentido porque hay un mini atisbo pero me he quedado super triste en este tema, de verdad.

Siguiendo con los personajes, creo que la otra protagonista que me queda es Nina, cuya parte me ha molado un huevo. Me ha gustado que mencione a los personajes de Seis de cuervos y me antojó mucho su relectura. Nina es un personaje que me parece muy fuerte y aquí no hace más que demostrarlo, además su historia da unos giros que son muy potentes. También tenemos a Hanne, una nueva chica que aparece y me ha parecido la compañera ideal para Nina, ambas juntas son explosivas. El rollo espía que se traen, lo que descubren, como actúan... Una vez empieza la gracia en esta parte, es todo muy movidito.

En definitiva, El rey marcado es un inicio de trilogía al que le cuesta arrancar pero, una vez arranca, no hace más que mejorar. Sus personajes son ya conocidos pero se les coge cariño porque son geniales y se les llega a conocer más. Hacen que la historia sea más animada y no caiga en la tristeza del momento que se está pasando. Y cuando comienzan los giros, es una absorción completa hasta llegar al final que es guapo guapo. Lo vais a flipar con ese final.


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