Recuerdo que leí los primeros capítulos de este libro cuando tenía diez años. Me fascinó por las perspectiva distinta que tiene, pero igual lo dejé a la mitad. Ahora que por fin lo he terminado, creo igual que los primeros capítulos son los más interesantes y mejor desarrollados, luego hay un bajón que me aburrió un poco y resurge en los últimos relacionados al confort y a nuestro trato a los otros animales. Definitivamente da muuuchos temas de reflexión y de conversación, como todo buen libro de divulgación científica. Dudaba entre ponerle 3 o 4 estrellas, pero la nostalgia pudo un poco más.
|