El médico a palos

“La manía de ese hombre es la más particular que se ha visto. No confesará su capacidad a menos que no le muelan el cuerpo a palos; y así les aviso a ustedes que si no lo hacen no conseguirán su intento. Si le ven que está obstinado en negar, tome cada uno un buen garrote y zurra, que él confesará. Nosotros, cuando lo necesitamos, nos valemos de esta industria, y siempre nos ha salido bien.” ~ El médico a palos de Molière.

Volvemos al teatro y a la comedia de Moliere con El médico a palos. Está claro que Moliere la tenía cogida con los médicos y con los farmacéuticos y detrás de esta breve obra se esconde esa crítica, al igual que se esconde un aprendizaje más profundo y es ¡cuántas veces confiamos más en lo que nos dicen que en la realidad!
.
En El médico a palos nos encontramos con una mujer que harta de la actitud pasiva de su marido decide darle una lección y la búsqueda de un médico que cure a una joven “gravemente” enferma es su oportunidad. Martina les informa que encontrarán a un buen médico en el bosque (su marido que es leñador en realidad) pero que no reconocerá que es médico salvo que sea a palos. Y en ese punto comienza todo el follón.

Un libro que no llega a las 50 páginas y que se lee de un tirón pero que nuevamente en #ClasicosFlash nos ha dado para comentar largo y tendido. Os invito a acercaros a las reseñas de mis compañeras etiquetadas en la imagen.