El libro de los anhelos

Era muy reticente con este libro. No soy amante de la nueva tendencia a reinventar la historia en aras de una reivindicación "feminista" que muchas veces no tiene ni pies ni cabeza.

Últimamente, a la pobre Juana de Castilla solo le falta pilotar helicópteros, viajar en submarino o hacer puenting. Como ella, otras tantas.

Nada que ver.
El libro de los anhelos es una mirada contemporánea que podría encajar muy bien dentro de la edad antigua. Esa es su gran virtud.

Y lo es porque su protagonista, Ana, no precisa más que de su voluntad para reivindicarse como mujer.

Sue Monk Kidd crea con mucho respeto una alternativa a la vida de Jesús alejada de milagros y apoyada en una ficción que a mi se me antoja mucho más creíble que la dictada por Roma y su iglesia.

Ni panes, ni peces, ni Lázaros que se levanten, la novela transcurre de forma terrenal en los primeros años del siglo I de nuestra era.

Extraordinariamente ambientada, la autora acierta en colocar a los personajes dentro del entorno más plausible de aquella Jerusalén (aunque también aparece de forma importante Egipto) bajo el yugo del imperio romano.
Nada está fuera de lugar a excepción de las licencias que kidd explica en sus notas finales y que en absoluto influyen, es más, benefician al tejido argumental.

Frente al personificado Jesús de Nazaret como hombre trabajador y sostén de su familia, la estadounidense renuncia a colocar a la socorrida María Magdalena e inventa una actriz nueva. Ana.

Es un acierto. La libertad que ofrece poner como esposa del nazareno a un personaje ficticio abre un mundo de posibilidades que la autora sabe aprovechar.

Ana es la voz de toda mujer que se rebela contra una sociedad costumbrista y claramente machista.
Su gran pecado es buscar una plenitud que siempre intentarán tutelar.

Llena de matices, la novela rompe silencios impuestos y transita, con mucho respeto, por la privación de cualquier derecho de la mujer por el mero hecho de serlo. Desafortunadamente hoy en día persisten y es completamente inaceptable.

A este feminismo, al verdadero, al que persigue una igualdad y no una superioridad me apunto. Y agradezco a la autora su bendito tacto. Ser hombre también es maravilloso y estoy orgulloso de serlo.
No me he sentido cuestionado ni condenado, sino mucho más consciente.

Me entristece ver que soy de los pocos hombres que escriben en las redes una reseña del libro. No soy sociólogo. No sé las causas. Atrévanse. Es una novela hermosa que reivindica sin herir a nadie.
Sumando.

Ficción histórica perfectamente escrita, cocida a fuego lento y mucho mimo.
Hilvanada con muy buen gusto no me olvido de la interpretación que hace Sue Monk Kidd de Judas.
Sin revelar que papel ocupa y de donde procede, encontraremos a nuestro villano completando un círculo con un aporte dramático muy interesante.

Transgrede, pero solo el más rancio clero se echará las manos a la cabeza.

Ana es una muchacha que, desde bien pequeña, ha mostrado un espíritu indomable. Sedienta de sabiduría, siempre ha tenido a su alcance maestros que su padre estaba dispuesto a contratar para que su hija fuera feliz y creciera rodeada de conocimiento. Tanto es así, que Ana sueña en secreto con ser escriba y, algún día, poder escribir sus propias historias, sobre todo alentada por su tía, Yalta, a quien admira por ser una mujer fuerte y no dejarse avasallar por la sociedad pese a estar soltera a su edad y ser casi una marginada por vivir contraria a las imposiciones sociales de la época. No obstante, la felicidad de Ana se quiebra conforme va creciendo. Con su primera menstruación ya no puede fingir ser una niña al margen de las costumbres y se ve arrastrada por la realidad. Su padre deja de contratar maestros, ya que como mujer su educación no es una prioridad, y su madre le busca un buen esposo. Por supuesto, la rebeldía de Ana le impide aceptar con facilidad y sumisión semejantes requerimientos y hará lo posible por escapar de un matrimonio concertado que no desea y se aferrará a su libertad lo máximo posible, aunque ello implique ser repudiada tanto por su familia (excepto por Yalta, que la apoyará hasta el final) como por la gente.

En esta tesitura y mientras busca salidas a un futuro contrario a lo que ella desea (esposa y madre frente a matrimonio por amor y libertad) se topará con Jesús, un humilde muchacho que trabaja de obrero y que la salva de una situación incierta y peliaguda. Ana sentirá de inmediato una conexión hacia él y se sentirá atraída por su amabilidad, sensibilidad y empatía. Gracias a este encuentro y al arrojo de Ana, ambos terminarán casándose y forjando una nueva vida juntos. Ana abandonará a su familia y su situación privilegiada (pues su familia es de clase alta) para trasladarse a la humilde morada de Jesús. A partir de ese momento, se conocerá las inquietudes de su esposo, sus enseñanzas, sus virtudes y su deseo de predicar la palabra de Dios y a aferrarse a su creencia. A través de los ojos de Ana veremos cómo Jesús pasa de ser un simple obrero a convertirse en el Mesías y cómo el cristianismo va surgiendo y expandiéndose, contrario a las fuerzas romanas que los dominan y que tienen a los fieles y creyentes en el punto de mira. Asimismo, el hermano de Ana, Judas, será un pilar clave dentro de la historia y no tardará en unirse a la causa del nazareno, pese a que los métodos de cada uno para alcanzar sus objetivos comunes (la caída de los romanos) sean contrarios.

Esta novela histórica está narrada en todo momento a través de los ojos de Ana por lo que ella es la protagonista indiscutible. Esto es importante porque quizá pueda parecer que el hecho de que aparezca Jesús de Nazaret le robe la voz a Ana, pero es justo todo lo contrario. Ana tiene muy claro su objetivo en la vida y lo que desea y no desea hacer, por lo que no vacila cuando tiene la oportunidad de marcharse de una casa opresiva que la anula como mujer para obligarla a amoldarse a los roles de la época y mantener las apariencias, pues cualquier paso en falso puede dejar en mal lugar a su familia y hacer peligrar el trabajo de su padre, a las órdenes del gobernador romano Pilatos. Por eso, no duda en abandonar sus riquezas y privilegios y, junto con su inseparable tía Yalta, trasladarse a vivir a la humilde y pobre morada de Jesús junto a la familia de este. al principio su matrimonio es dichoso y su esposo se muestra como un joven abierto de mente (teniendo en cuenta, insisto, la época en la que transcurre), amable y muy comprensivo. Acepta sin demasiado problema que Ana quiera escribir sus propias historias e incluso la alienta a ello (algo impensable para una mujer) y, pese a desear tener hijos, cuenta en todo momento con la opinión de Ana y respeta sus deseos.

Sin embargo, pronto la fe y el convencimiento de Jesús de que él es el Mesías y el designado por Dios en la tierra para predicar su palabra va creciendo, y eso hace que los cimientos de su matrimonio comienzan a tambalearse. Ana le apoya en todo, igual que ha hecho él, y le ayuda en lo posible pues la fe que tiene Jesús en Dios es la misma que posee Ana para con su marido. Pero cuando Jesús deja su trabajo y se marcha en busca de fieles, Ana debe quedarse en casa pues es muy peligroso que le acompañe debido a que su presencia es nongrata en diversos círculos a causa de una afrenta que le hizo a Poncio Pilatos cuando ella era más joven. Es por esto que, mientras Jesús recorre los caminos, Ana se ve encerrada en casa, angustiada sin saber nada de su marido y sintiéndose en una jaula. Pero su situación no durará mucho porque, como ella misma ha demostrado en diversas ocasiones, nadie puede doblegarla.



Los personajes de esta historia son maravillosos. Ana, como ya he comentado, es indomable, terca, orgullosa y muy inteligente. A veces su cabezonería me sacaba un poco de quicio porque sus deseos se imponían a la razón, pero lo cierto es que está tan bien lograda que podías entender perfectamente por qué hacía lo que hacía. Esta escrita desde una visión feminista por lo que vemos cómo protesta incansable por las injusticias cometidas hacia las mujeres y cómo critica el matrimonio por conveniencia, la maternidad obligatoria o la impunidad ante las violaciones. Debido a su carácter no puede evitar meterse en líos pues nadie quiere una mujer insumisa y con voz y eso le acarreará muchos y diversos problemas a lo largo de la novela. Jesús, por su parte, es el prototipo de hombre ideal. Es la amabilidad personificada, paciente, calmado, empático, de sonrisa fácil y una bondad ilimitada. La relación entre ambos personajes es preciosa. La conexión que hay entre ellos, el gran apoyo mutuo que se regalan, la manera en que siempre se comunican con el otro, se entienden, se escuchan... Me ha encantado, hacen una pareja increíble y muy bonita y cálida.

Se nota que la autora ha hecho un gran trabajo de documentación. Mientras vas leyendo te sientes parte de la historia porque la ambientación es perfecta. Aprendes mucho sobre cómo se vivía en aquella época y lo difícil que era para una mujer sobrevivir sin el beneplácito de los hombres en particular y de la sociedad en general. Además, la autora nos presenta el cristianismo no desde un punto de vista religioso, sino desde una perspectiva histórica y pragmática, incluso incluyendo charlas y reflexiones sobre Dios y su obra entre Ana y Jesús, muchas de ellas de tinte más bien filosófico. Así que si esperáis encontraros una novela religiosa, no es así en absoluto.

También, como he comentado antes, El libro de los anhelos es una especie de revisión feminista de la historia donde la autora nos plantea qué habría pasado si Jesús hubiera tenido esposa y cómo esta habría influido en su vida y en sus ideas. de hecho, nos encontramos ante un Jesús con una mentalidad bastante abierta en lo referente a la posición de las mujeres y eso es, en parte, mérito de la propia Ana.

El único aspecto negativo es que el ritmo es demasiado pausado en algunos momentos y había capítulos donde daba la sensación de que no ocurría nada relevante, pero tampoco es algo que me haya disgustado porque, en general, la historia avanza con lentitud. Aun así, esto para mí no ha sido un handicap, ya que me he mantenido enganchada aprendiendo de la historia de la época en la que está basada.

El final me destrozó, no os lo voy a negar. Creo que todos aquí conocemos perfectamente cuál es el destino de Jesús tras su enfrentamiento directo con los romanos y ver cómo Ana sufre por ello sabiendo que no puede evitarlo, cómo maltratan al amor de su vida delante de sus ojos y le tratan con tanta crueldad cuando él solo pretendía predicar las bondades de Dios... No pensé que me iba a afectar tantísimo esa escena, pero lo cierto es que pone los pelos de punta de lo desgarradora que es. Algo que me gustó mucho a este respecto es que Kidd le da un desenlace mucho más realista a la figura de Jesús, sin intervenciones divinas ni resurrecciones porque su perspectiva de este personaje es más humana que religiosa, lo que hace que puedas conectar mucho mejor con él al margen de tus creencias.


El libro de los anhelos es una novela histórica magnífica donde a través de Ana, la esposa de Jesús, comprendemos los inicios y la expansión del cristianismo. al mismo tiempo, el personaje de Ana en sí mismo es una denuncia constante al machismo del momento, una voz que lucha por los derechos de las mujeres y por que las mujeres puedan ser libres y hacer con su vida lo que quieran, peleando hasta al final por lograr justicia para ella y para las suyas, incluso aunque ello implique arriesgar su propia integridad.
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Ana, una joven de familia acaudalada y que a pesar de ser mujer, su padre le dejará aprender y rodearse de maestros que alimentaran la insaciable sed de curiosidad que tiene nuestra protagonista; tanto es así, que Ana sueña en secreto con ser escriba.
Por desgracia, Ana crece y las fuertes costumbres arraigadas en la época intentarán doblegarla frente a un matrimonio concertado que ella intentará evitar a toda costa. Mientras Ana intenta librarse de los planes de su padre, conocerá a un joven muchacho de Nazaret llamado Jesús; Jesús es un joven humilde y muy religioso del que Ana acabará enamorada y que acabará siendo su esposo.
A través de la historia de Ana, conoceremos en profundidad a ese Jesús humano que a pesar de las dificultades de la vida es un hombre justo y bueno siempre dispuesto a ayudar a los demás. Poco a poco iremos viendo como va sintiendo la llamada de Dios para así convertirse en “El Mesías”.
La historia está narrada desde el punto de vista de Ana y aunque conoceremos gran parte de la historia de Jesús, la verdadera trama de esta novela es la suya. La mujer de Jesús de Nazaret, pero principalmente una mujer con sueños, anhelos y miedos.
La historia me ha encantado de principio a fin. La historia te engancha desde la página uno y sobretodo me ha encantado Ana, su lucha, sus miedos que le hacen tan especial pero a la vez tremendamente humana. Mención especial a su tía Yalta que le acompañará durante todo el camino, como a su gran amiga Tabita.
Una de las mejores lecturas de lo que llevo de año y que recomiendo leer.

Sue Monk Kidd es una autora estadounidense. Graduada en enfermería comenzó escribiendo algunos ensayos de memorias espirituales que comprenden experiencias del cristianismo contemplativo, introduciéndose posteriormente en temas sobre teología feminista.

Su primera novela de ficción "La vida secreta de las abejas" ha sido una de las obras más aclamadas durante la primera década del 2000. Se mantuvo en listas de Superventas del New York Time por dos años y fue publicada en 35 idiomas siendo llevada a la gran pantalla por maravillosas actrices como Queen Latifah, Alicia Keys, Sophie Okonedo, Jennifer Hudson y Dakota Fanning.

Sue Monk Kidd destaca por su dedicación y gran proceso de documentación de sus obras. Así lo muestra en su última publicación "El libro de los anhelos". Una novela en donde reinterpreta parte del Nuevo Testamento otorgándole a la figura de Jesús no solo un carácter más humano, sino que se toma sus propias licencias para presentar y dar voz a una posible esposa de este gran personaje histórico.

Narrado en primera persona Ana, la protagonista, revela, de forma minuciosa, el papel de la mujer durante el siglo I en Palestina descubriendo sus pensamientos más íntimos y relatando las vicisitudes que el destino le tiene reservado.

La pluma de la autora es culta, sencilla y muy descriptiva, especialmente en las estancias, vestimenta e incluso las situaciones. Si bien con ello se recrea de forma extraordinaria el trasfondo de la obra dotándola de un contexto político, histórico y cultural fiel a la época, en ocasiones, convierte el texto en una lectura más ensayística que narrativa ralentizando el ritmo de la misma.

Considero que este factor es subjetivo a nivel lector, pues lo que a unos le puede resultar un gran proceso documentativo que dota de riqueza y credibilidad a la narración, a otros le puede resultar excesivo y pesado. Personalmente me encuentro en término medio, pues si bien he disfrutado con algunas de las partes, permitiéndome conocer la época, en otras deseaba seguir más la acción de los personajes que todo lo que pudiera contarme de su alrededor.

El papel de la mujer se revela en todo su esplendor, no solo a través de Ana, sino de la historia de varias mujeres que aparecen en su entorno. Cada una de ellas presenta un ámbito femenino diferente impreso en una subtrama compleja en donde se da un fiel retrato de la situación social en la que se encontraban. de este modo se explora la sensualidad, la maternidad, la espiritualidad e incluso el deseo de libertad.

Todos y cada uno de los personajes que se suceden entre las páginas de esta historia tienen un papel fundamental aunado a unas características y personalidades propias. Son complejos y sus conversaciones e intereses van aunados a su función en la trama. Un aspecto que resulta muy interesante a lo largo de la obra.

La autora se toma ciertas licencias, las cuales expone en una nota breve al final, para presentar a un Jesús más humano y basarse en momentos y referencias evangélicas para configurar la trama por la que Ana debe pasar. de este modo, el lector podrá encontrarse con buena parte de los discursos de Jesús e incluso acompañarlo hasta el Calvario desde un punto de vista femenino.

Resulta muy interesante cómo la autora enreda y desarrolla diferentes momentos de tal forma que los aspectos más personales de Jesús quedan hilados y dan respuestas factibles a las dudas que pueden crearse respecto a su origen e, incluso, a su vida en el día a día. Siempre sin dejar de ser fiel a lo expuesto en las Escrituras.

En general, me ha parecido una novela original y muy dinámica en donde Ana debe enfrentarse a múltiples situaciones que resultan de lo más interesante haciendo que el lector recorra el pasado y ponga su atención en la historia desde otra perspectiva.

Considero que una de las motivaciones de la autora es tratar de recrear y dar voz a la vida de tantas mujeres que debido a su condición han estado silenciadas a lo largo de los siglos, por ello recomiendo mucho esta lectura completamente inédita en donde la libertad, la rebeldía, el amor y la espiritualidad tienen nombre propio.

«El libro de los anhelos» es una reivindicación feminista, en la que su autora nos da una perspectiva diferente en torno a la figura de Jesús de Nazaret, intentando no separarse de los relatos bíblicos y siendo fiel a su trasfondo histórico.

Así su autora, nos dará una versión centrada en la mujer, tomándose la libertad de dar vida a Ana, una esposa imaginaria, quién no solo nos mostrará el retrato más humano de Jesús, sino que dará voz a las mujeres que fueron devaluadas y silenciadas por las escrituras cristianas.

Y es que la historia de «El libro de los anhelos» es la de Ana y la de otras mujeres. Una historia imaginaria, que deja huella y te hará desear volver a levantar la tapa y revivir nuevamente cada página, acompañada de unos personajes entrañables, como lo son la tía Yalta, Tabita, Lavi, Diodora y la versión más humana y familiar de Jesús, por el que sufrí y me emocioné junto a Ana. Una lectura más que recomendada