El lamento de los abedules

Comienzo aclarando que esta autora estaba en mi lista por su anterior novela, Amapola de Sangre, también publicada con Escarlata Ediciones, pero que no me decidía (ni aún me decido) simplemente por la temática vampírica de la historia, debido a que yo hace unos años me saturé bastante con los vampiros y ahora prácticamente huyo de todo lo que tenga que ver con ellos, pero supongo que es cuestión de tiempo que vuelvan a atraerme ese tipo de historias. de momento, no sabéis lo mucho que me alegro de que haya sido con El Lamento de los Abedules la novela con la que yo he descubierto a Enara de la Peña porque, además de ser una historia de uno de los géneros que más me gustan, el romance histórico, también ha hecho que me reencontrara con la Rusia zarista después de mis decepciones con Anna Karenina y la bilogía El Juego de la Corona. Así que necesitaba una historia tan intensa como esta para que volverme a enamorar de una época y una ambientación que desde siempre me han encantado pero que no lograba encontrar novela que me dejara satisfecha. Pues ya está, Enara de la Peña lo ha conseguido. Y aunque he reprimido a la hora de emocionarme en esta opinión, podréis comprobar por mis comentarios en el hashtag #LCAbedules en Twitter lo mucho que he disfrutado de esta novela. A cambio, no encontraréis ningún spoiler referido a la trama ni a los personajes en esta reseña.
Al principio y casi hasta la mitad del libro, se nos muestran varias historias que no parecen tener relación entre ellas más que el hecho de que los personajes se conocen pero que no interactúan entre sí (por el momento). Por un lado, tenemos a Yuri, un noble retornado a San Petersburgo que intenta recuperar la posición perdida de su familia tras caer en desgracias años atrás. Para ello debe volver a aprender a moverse entre la alta sociedad pero para su personalidad tranquila e introvertida resulta un verdadero obstáculo y su camino más rápido es un matrimonio de conveniencia con alguna joven casadera. Su amigo el conde Lev intenta ayudarlo a dos cosas: integrarse de nuevo en los bailes y recepciones de la capital rusa y conquistar el corazón de su aparentemente fría e imperturbable esposa. Por su parte, Nikolay se ha vuelto un amargado porque ha perdido su puesto en el ejército debido a una lesión, así que con su edad, ser un veterano retirado le hace sentir un inútil. En la contraparte femenina, su hermana melliza Nadia intenta acostumbrarse a su nueva vida pero es tan introvertida que sólo consigue conectar con Nikolay, al que echa muchísimo de menos. Nada que ver con Larissa, una chica independiente que sobrevive en los bajos fondos de la ciudad juntándose con malas compañías que poco a poco la van llevando por las ideologías anarquistas y revolucionarias, que intentan imponer su nueva justicia para acabar con las desigualdades sociales.
En este sentido, la novela está llena de referencias históricas y con una ambientación envolvente que tanto me gusta. También asistimos a elegantes eventos de la alta sociedad en la que se puede apreciar la documentación de la que Enara de la Peña ha tenido que valerse para poder transmitirnos los detalles que nos trasportan a la época, con los vestidos de las damas o los atuendos militares del ejército y multitud de otros datos históricos que hay diseminados sutilmente sobre la sociedad, las costumbres, la literatura, la música, el vestuario… Como escenario no podía ser mejor para conocer las diversas subtramas de los personajes, que giran todas en torno a la idea del amor (romántico, fraternal, de amistad o de algo más) porque mientras Yuri intenta conquistar a su nueva esposa, su amigo Lev intenta recuperar un antiguo amor que no cree que su relación tenga futuro. Por su parte, Nadia sólo intenta apartar sus sentimientos por el que una vez fue su amigo de la infancia mientras su hermano Nikolay se escuda en un pasado atormentado para justificar su agrio carácter hacia todo aquel que no sea su hermana. A su vez, Larissa tiene que ocultar su relación con cierto aristócrata para que no influya en sus objetivos revolucionarios ni en los de su apasionado líder anarquista Biery.
Todos los personajes muestran una evolución muy marcada por sus relaciones pero en cuanto a personalidad, están bastante definidos tod@s ell@s desde el principio y casi podemos encuadrarlos con etiquetas (el amargado, la rebelde, el vividor, la pasiva…) En cambio, sin apenas darnos cuenta, la autora nos cuenta una bonita historia de amor pausada, tranquila y lenta, que sin embargo, se vuelve muy intensa a medida que avanzamos. Como podéis intuir, en la sombra hay otro par romances más no tan definidos para ni siquiera sepamos por quién están formadas las verdaderas parejas. Lo que cuenta en realidad es la evolución tan marcada que van sufriendo los distintos implicados: Yuri, Larissa, Nikolay, Nadia y Lev, los cinco personajes principales que más relevancia tienen en la novela y que son el motor de lo que va ocurriendo. Además, aviso que la autora se atreve a establecer relaciones de todo tipo, sexo o condición, incluidas las tóxicas, dependientes y poco sanas. Pero en general, y en lo que a mí respecta, el romance principal es lo que realmente me ha hecho enamorarme de la historia prácticamente desde que comienza, que además, no es al modo convencional.
Sin embargo, hay un par de aspectos que ha hecho que mi ritmo de lectura no haya sido tan rápido como me hubiera gustado. Primero, la falta de más diálogos o la ausencia de diálogos más fluidos, porque si bien es verdad que hay, en realidad hay muy poca interacción entre los distintos personajes (entre algunos casi no hay ni una conversación o muy pocas, como por ejemplo entre los hermanos Nikolay y Nadia) y como consecuencia de esto, la trama se desarrolla prácticamente en párrafos descriptivos: hay poca trama ocurrida a favor de mucha trama contada, para que me entendáis. de hecho, hay varios fundidos a negro en lo que lo sucedido se nos cuenta un par de capítulos más adelante y ese tipo de recursos en que el narrador omnisciente nos cuenta lo que ha ocurrido. Además, para mi gusto los capítulos son demasiado extensos, aunque también es cierto que en medio de todos ellos hay varios cambios de escenas para los distintos personajes. Nada de esto me ha impedido disfrutar de la novela entera, que hacia los capítulos finales coge un ritmo bastante acelerado y cambia de tono para rematar algunas de las tramas y para dejarnos con más ganas de otras más abiertas.
Para terminar resumiendo, ha sido una lectura muy agradable de leer y una buena primera toma de contacto con el estilo Enara de la Peña. Tengo que reconocer que no me esperaba esta sorpresa que me he llevado respecto a esta autora porque sabía que la historia iba a ser bonita por el tipo de novela que es y la ambientación en la que se desarrolla, pero no estaba preparada para que Enara de la Peña me emocionase tanto con su prosa elaborada y llena de sentimiento. Los personajes que ha creado tienen luces y sombras, tienen pasados ocultos que los definen en su presente y nos mantienen queriendo saber sobre su futuro en las siguientes páginas. Así que sí, si sois lector@s del género romántico o histórico, esta novela merece mucho la pena.
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Rusia, 1880. Yuri Khilkov acaba de volver a Rusia después de años de exilio. Vuelve con su título todavía bajo el brazo y su fortuna recuperada. Nadia Volkonskaya está a punto de contraer un matrimonio concertado con Yuri. No es algo que quiera hacer, pero no parece tener ninguna alternativa. Su hermano Nikolay lleva ausente desde que se marchó a la guerra y volvió con una lesión que le acompañará para siempre. Lev Golitsin vive su vida con despreocupación y alegría. Pero no está preparado para volver a ver a Nikolay, aquel que fuera su mejor amigo en el pasado. Y mientras tanto, en las bajas esferas, Larissa trabaja con un movimiento que busca liberar a los rusos de la opresión de las clases altas. Cueste lo que cueste.

Si os parece comenzaré el repaso con el príncipe Yuri. Su familia perdió todas sus tierras años atrás y se marcharon del país. Yuri es un joven que ha tenido que trabajar por cada bocado que se ha llevado a la boca, por el techo que había sobre su cabeza, al contrario que toda la alta sociedad rusa. Eso le convierte en una excepción, en un hombre capaz de ponerse al nivel de sus trabajadores, de comprender mejor a la gente que está bajo su mando. Sin embargo, Yuri nunca ha perdido su inocencia y su bondad, incluso llegando a la ingenuidad en algunos momentos.

Nadia viene de una de las familias más importantes de la sociedad rusa. Se ha criado en la opulencia, con su hermano gemelo como mejor amigo. Yuri es su última oportunidad para casarse, después de ganarse a pulso el sobrenombre de mujer de hielo. Y siendo una Volkonsky no tiene opción de convertirse en una solterona. Nadia es una mujer a la que rompieron el corazón una vez y se prometió no volver a amar. No es una mujer al uso, pues no se contenta con llevar un hogar, bordar o alguna de esas actividades que se asocian con el género femenino. Nadia es una mujer fuerte que quiere algo más, tener valor por sí misma y ser libre. Es un gran personaje. Con una gran evolución.

Nikolay puede que sea el que más me ha fascinado. Es un hombre que guarda mucho dolor en su interior. Sufrió durante su juventud, acabó en la guerra y volvió con una herida en la pierna que truncó su carrera militar. Ahora es el heredero del título familiar, un hombre amargado que se ha aislado de todo y de todos. Es, sin duda, el más interesante.

Pero todo esto sin desmerecer a Larissa, una mujer que nos enseña que se puede luchar por los derechos de una, sea la época que sea. Larissa es una luchadora, que salió de Rusia para poder estudiar lo mismo que los hombres y que trabaja duro para ganarse la vida. También es una revolucionaria, que lucha por los derechos que cree justos. Es un ejemplo a seguir.

Lev también me ha gustado mucho, aunque su valor no radica tanto en sí mismo, como en lo que provoca en los demás. Es el mejor amigo de Yuri y su pepito grillo particular. También supondrá un punto de inflexión en la vida de Nikolay, alguien a quien no veía desde que cortaron sus lazos años atrás. Aunque irá ganando un protagonismo propio según avance la novela.

Este libro es un romance histórico. Aunque me parece que se queda muy corto con esa etiqueta. Porque este libro va mucho más allá del romance entre nuestros dos protagonistas. Me ha recordado a una de esas novelas históricas larguísimas, con mil personajes distintos, pero muy concentrado.

Sí, por un lado tenemos la historia de amor entre Yuri y Nadia. Él perdidamente enamorado de ella desde que eran niños. Ella recelosa de él y nada cómoda con la situación. Su relación es algo que irá avanzando poco a poco, cociéndose a fuego muy lento. Ha sido precioso, no os lo niego. Y mi lado romántico ha quedado más que satisfecho.

Es también una historia que nos habla del poder de la amistad, de lo importante que es en la vida, de lo que pasa cuando se pierde. Nos habla de rencores, de pedir perdón y de no saber personar. Nos habla de demonios internos, de depresión, de existencias planas y que parecen sin sentido. Nos habla de crecimiento, de seguir luchando y no rendirse nunca. de esperanza.

Y también tenemos una parte más política, que nos habla de un movimiento revolucionario que quiere cambiar las cosas, que quiere conseguir derechos para esos pobres trabajadores que mueren por las condiciones precarias en las que están, que quiere que su gente deje de morir de hambre, que quiere que los privilegiados no lo sean tanto. Esta parte será la que aporte la acción a la novela, así como algún toque de thriller, y destape una serie de intrigas muy interesantes.

Es un libro que me ha mantenido enganchada a sus páginas en todo momento. Su narración es una tercera persona que está bastante equilibrada entre todos los personajes principales. Son bastantes, pero es muy fácil de seguir de quién es el punto de vista en cada momento. Es una narración muy evocadora, con descripciones que ayudan perfectamente a imaginar esa ambientación tan genial. Pero no se pasa con esas descripciones, al menos a mí todas me han parecido necesarias. Y no se hace pesado en ningún momento. Los diálogos también me han parecido naturales y acordes. A mí me ha permitido sumergirme en el libro y vivir la historia con los personajes. Me ha encantado.
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La historia trata sobre como Yuri un principie de Rusia, vuelve a esta después de que tuviera que marcharse de Rusia porque su padre se arruino y tuvieron que emigrar, donde trabajaron duro para poder volver a Rusia con un poder económico y "social", pero la mejor forma de volver a Rusia y tener la misma posición que antes es con una boda. Así que nuestro Yuri se compromete con Nadia una Volkonsky (hija de un príncipe), y aquí veremos cómo es su historia, como llevaran poco a poco la vida de casados y otras historias que irán sucediendo a la vez, porque esta novela tiene su base romántica, eso nadie lo niega, pero tiene muchas más cosas.

Los puntos más fuertes (para mí) son varios: los personajes, la ambientación, esa Rusia zarista, la autora es capaz de transportarte a las calles de San Petersburgo en un segundo, y verte pasear por ella, también es capaz de hacerte vivir los bailes en el palacio de invierno, con sus nobles y sus vidas y conflictos, y la revolución que se está fraguando en los bajos fondos de Rusia. Todo esto mezclado poco a poco en la historia es algo que ha hecho que me tenga enganchada desde el principio, una historia de amor, con tintes revolucionarios, donde un grupo querrá ver a la nobleza destruida.

Lo peor de todo es que ya acabo mi recorrido por San Petersburgo, echaré de menos sus calles nevada y heladas, sus trajes de gala, sus historias vividas, sus amores y desamores, la lealtad, la amistad, pero sobre todo que el amor es el sentimiento más fuerte que hace que seamos capaces de abrirnos y dejar que el mundo nos vea tal como somos. Pero no será un hasta siempre, será un hasta luego, os puedo asegurar que esta historia la leeré de vez en cuando.

No he podido resistirme a participar en la lectura conjunta de El lamento de los abedules que ha organizado Alhana.

Y es que si se me pone por delante un romance histórico ambientado en la Rusia de 1880, cuando queda ya poco para que el gobierno zarista desaparezca. El contexto es tremendamente interesante y la autora explica lo necesario para hacernos una idea del caos vivido en Rusia durante esa época de atentados sangrientos por parte de grupos anarquistas, trabajadores y niños que morían por las malas condiciones de trabajo que enriquecían a unos pocos, por lo que me parece un escenario de ambivalencia. Me hizo meditar sobre si "todo vale" para lograr un beneficio, para mi no, no creo en el asesinato de niños, personas que van camino a su trabajo, ni de la aristocracia,... pero eso es lo que ocurría, y la autora narra mostrando todas las partes oscuras y claras de ambos lados.

El enamoramiento de la pareja protagonista me ha gustado mucho, narrado de forma elegante y pausada, los dos jóvenes tan diferentes tienen que aprender a convivir y a arriesgarse a conocer al otro, aunque esto suponga un peligro para un corazón protegido y lleno de armaduras.

Es una maravilla que los capítulos tengan diferente narrador, porque en cuanto a los protagonistas ayuda mucho a entender a ambos, y adonde les llevan sus pensamientos y acciones. En otras ocasiones, el narrador será el hermano de la protagonista, o una joven de la que os daré poca información pero que es toda acción e ideales. de esta forma conocemos historias secundarias que se entrelazan con la principal, forjando una trama interesante y un final trepidante que pone los pelos de punta.

Las historias secundarias son igual de interesantes que la principal, provocando mucho misterio en torno a ciertos personajes. He disfrutado mucho con el realismo y el estilo diferente que tiene cada personaje, con muchos claroscuros, culpabilidad, miedos pero un gran deseo de proteger lo amado.

Las descripciones sin ser densas, logran ser evocadoras de encantadores palacios, parques y paisajes nevados. Es muy fácil perderse en esta novela y no querer salir, a pesar del peligro que ambos bandos provocaban en Rusia.

Un precioso romance histórico ambientado en una magnífica Rusia, con sus claroscuros, pero espectacular.

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Cuando vi la inmensa cantidad de buenas críticas a esta novela y vi su portada y su sinopsis que enamoraban, me lancé a por ella, comparándola en papel, para poder disfrutarla de un modo más tangible.

Y es cierto que la historia comenzó bien, atrapándome y haciéndome querer saber más acerca de lo que sucedía tanto con la trama, como con los personajes.

Sin embargo, conforme avanzaba la historia, mi interés iba decayendo, decepcionándome.

Me gustó la forma de narrar de la autora, así como la mayoría de los personajes, pero poco a poco los giros se volvían previsibles, el romance más importante y los comentarios de algunos personajes, insulsos.

Sí que creo que es una historia que se pueda disfrutar, pese a que no la releería, debido a su lento avance y a que ha aportado menos de lo que en un principio pensé.