El gran concurso de monstruos

"El gran concurso de monstruos" es un libro infantil pensado para niños de 3 a 6 años. Su presentación en tapa dura y con tamaño grande y apaisado, hacen que sea una edición bonita. Además, en su interior encontramos la sorpresa de un desplegable, que a los niños siempre les gusta y llama la atención. Es algo diferente a cuando sólo es un cuento.

William Bee nos cuenta la historia de Alberto y su monstruo de compañía, Sidney. En la ciudad hay un concurso para el mejor monstruo de compañía. Alberto está seguro que Sidney es el mejor y decide presentarlo.

Descubrimos cada una de las 5 pruebas que tienen que superar, a cada cual más graciosa. Nuestro protagonista Sidney es muy peculiar y en cada una de las pruebas destaca, aunque no positivamente. Además, en cada de las pruebas, encontramos que a los jueces les ocurre algo: se desmayan por el olor en la prueba de apestoso y flatulento, se queman el culo con la prueba de fuego... situaciones graciosas que divierten a los niños para que disfruten más la lectura.

Alberto y Sidney nos enseñan, al final del cuento, que no importa la puntuación que obtenga en el concurso. Para Alberto, Sidney es el mejor monstruo de compañía, es su monstruo y lo quiere tal y como es. A él no le importa que no sea apestoso, ni sepa volar, ni escupa fuego. Para Alberto, Sidney es su mejor amigo y valora más que sea achuchable, y además ¡¡huela bien!! Juntos nos enseñan que tenemos que apreciar y valorar lo que tenemos, y que hay cosas más importantes que ganar un premio. Tenemos que respetar a todos, independientemente de cómo sean. Y sobre todo, por parte de Sindey, quererse como se es y no dar mayor importancia a las diferencias.

Las ilustraciones me han gustado un montón. Me parecen muy entrañables y me recuerdan a los dibujos animados de la televisión que veía cuando era pequeña. Kate Hindley nos deja cada imagen llena de muchos detalles, que tienen que ver con la parte de la historia que estamos leyendo. Por ejemplo, las verrugas de los monstruos que dan repelús, o los parásitos que habitan en sus cuerpos. Pero además de los monstruos, tenemos que valorar todo el trabajo que ha realizado para representar el escenario, los carteles con información, el "pedómetro" y los miles de detalles más, que ayuda a que los niños se fijen y se entretengan más con la lectura. No olvidemos que a la edad para la que está pensado que tengan los lectores del libro, les llaman más la atención los dibujos que los textos.

Es importante que se diviertan para que no odien los libros, desde una edad temprana tenemos que conseguir que les guste la lectura y los libros, es importante para su desarrollo.
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