El fuego en el que ardo

Óscar es un joven que no tiene una vida fácil. En el instituto se meten con él por ser gay, y cuando llega a casa, tiene que soportar a un padre violento y que lo desprecia a más no poder. Su único refugio lo encuentra en las cuchillas, sus queridas amigas. Con un solo corte consigue evadirse de todos sus problemas al menos unos segundos, y eso le vale. Por eso cada día al llegar a casa, se encierra en el baño para olvidarse del dolor que le producen los problemas con el dolor de las heridas que se hace en la piel. Porque, al fin y al cabo, ¿cómo te olvidas del dolor? Con un dolor más fuerte.
El fuego en el que ardo es una historia muy dura, que emociona y te hace sentir lo indecible. Es de esas historias que calan hondo y te hacen pensar, porque es triste, pero lo cierto es que lo que este libro cuenta, sucede en la realidad. Me hierve la sangre solo de pensar que ahora mismo hay personas que están pasando por situaciones similares a la de Óscar, y que muy pocos tienen el apoyo necesario para salir de ellas. Hay un par de momentos que me marcaron mucho del libro y no me refiero a los que él se corta o llora, no: Los momentos que más me impactaron fueron en los que Óscar teme darse la mano con otro chico en plena calle por el miedo a que se metan con él, cuando Óscar siente terror; sí, terror, de besar a otra persona de su mismo sexo debido a lo mal que lo ha pasado. Que te dé vergüenza mostrarle cariño a una alguien a quien quieres es muy triste, pero lo que Óscar siente no es vergüenza, sino miedo. Y no miedo de lo que está haciendo, sino miedo de lo que es él, de lo que le gusta y de lo que le harán los demás si se enteran. En ese momento me he sentido Óscar, me he metido en su piel y he podido mirar con sus ojos el mundo en el que vivimos. Y no, no es un mundo agradable.

El amor que surge es un tanto repentino, pero no me ha molestado. Todos sabéis que detesto los insta love, pero a este no lo calificaría así. Pongámonos en situación: un chico que tiene una vida de mierda, que solo encuentra su hogar en sus dibujos o en las cuchillas... Lo más normal es que si conoce a un chico que le trata bien y le gusta, de saltos de alegría y sienta su corazón ir a mil por hora, aunque apenas hayan cruzado un par de palabras. Por eso me ha gustado mucho la relación entre los dos protagonistas, porque veo en Sergio el salvavidas de Óscar, el que lo hace mantenerse a flote y poco a poco ir saliendo de esa jaula en la que él mismo se ha encerrado debido al maltrato al que está sometido. Sergio es el soplo de aire fresco que Óscar necesitaba, así que no, no me molesta que por un simple mensaje nuestro protagonista ya se emocione o se ponga a pensar en un futuro con este chico. Porque es comprensible. ¿Quién no sentiría que va a estallar de felicidad, cuando por fin conoces a una persona que merece la pena tras muchas decepciones y puñaladas?
Tal vez el único "pero" que le he visto han sido esos paréntesis en mitad de la frase. Ainss, esos paréntesis me sacaban completamente de la lectura, porque me cortaban los momentos que estaba leyendo. A lo mejor si hubieran estado colocados al final de la frase o si hubiera habido menos, no me habrían dificultado tanto la lectura, pero hay bastantes y no sé, me interrumpían constantemente el ritmo lector. Luego ya me acostumbré, pero creo que fue el único elemento que hizo que no disfrutara al 100% de la lectura y que hizo que el principio, sobre todo, se me hiciera más lento.
El libro toca varios temas importantes y candentes en la actualidad, como son el bullying, maltrato doméstico, la homosexualidad y dentro de esta última categoría, las diferentes maneras de afrontarla. Creo que Mike trata estos temas bastante bien, ya que por ejemplo, en el caso del bullying, vemos claramente que el que lo provoca es el que más inseguro y avergonzado de sí mismo se siente. Como siempre, el que grita más fuerte, en realidad es el que se siente más insignificante. Ya he comentado que con Óscar he empatizado a la perfección, he llorado y sufrido con él, pero también he vivido sus alegrías como si fueran mías. Y Sergio ya he dicho que es una monada, es imposible no quererlo. Pero no os he hablado de Darío. Vamos a ver, a este personaje primero le tenía coraje y no lo entendía, luego le cogía hasta asco, por lo mala persona que es, pero ahora... Lo único que siento es pena. Es un chico sin rumbo, que no se siente a gusto consigo mismo y no sabe qué hacer para encajar y sentirse en casa, por lo que no para de hacer daño a los demás.
Además, Óscar tiene un blog donde publica algunas entradas para desahogarse. Me gusta que lo utilice para expresar sus emociones y transmitir cómo se siente en cada momento. No me puedo ir sin nombrar los distintos guiños que se hacen a libros, de los cuales he leído la mayoría. Me ha encantado revivirlos junto a Óscar, que se mencionen citas y escenas que recuerdo con cariño y me han sacado alguna que otra sonrisa.

Enlace: http://adictaloslibros.blogs..

Ser gay no es para nada fácil. Y más si vives en un pueblo chico. Óscar lo sabe bien. Debido a una traición de uno de sus mejores amigos, todo su instituto sabe que es gay. Sus compañeros homófobos se han propuesto hacerle la vida imposible día tras día. Óscar, moralmente derrotado, solo encuentra su salvación autolesionándose cada día hasta que un día, y gracias a su mejor amigo Fer, decide plantar cara y apuntarse a judo. Allí conocerá a un chico que cambiará su vida para siempre. El camino es largo y muy duro, pero ahora ya no está solo.

No sé qué puedo decir de esta novela porque no encuentro las palabras adecuadas. Me ha encantado, fascinado, maravillado. Me ha hecho sentir muchísimas cosas y me he sentido totalmente identificado con Óscar. El protagonista es Óscar, un adolescente de 16 años. Es el chico más listo de su clase, con una media de 10 pero en su nuevo curso comienza a recibir un atroz bullying debido a su condición sexual. Recibe insultos, vejaciones, palizas y otras horribles cosas por parte de sus compañeros. Óscar cada vez se cierra más en sí mismo y recurre a las autolesiones a través de sus cuchillas. Además, el ambiente en su casa tampoco es bueno, ya que su padre (tremendo homófobo, machista y violento) es un auténtico maltratador. Es un personaje con el que se siente una tremenda empatía y conexión, yo me he visto reflejado en él durante la mayor parte del libro (pues tampoco fue fácil para mí desde los 6 años, cuando oí por primera vez la palabra "mariquita" y ni sabía qué significaba).

Junto a Óscar hay tres chicos, cada uno de ellos con una relación diferente. Fer es el mejor amigo, un chico que lo apoya en todo por cómo es. Es un pilar fundamental en Óscar, un encanto de niño que siempre está a su lado para ayudarle y enfrentarse a quién sea, dejando de lado sus propios medios. Es un personaje admirable y encantador. También tenemos a Darío, el antiguo mejor amigo de Óscar y quien, por culpa de este, sufre un infierno. Tras la terrible traición, su relación se ha muerto, pero Darío tiene aún muchas cosas que ofrecer. Es un personaje con luz y oscuridad, es muy cobarde, lleno de secretos, con una máscara que le a miedo quitarse. Su evolución me ha gustado bastante, pese a que es un personaje muy odiado. Por último, la luz de Óscar será Sergio, maravilloso chico lo mires por done lo mires: atento, cariñoso, inteligente, comprensivo. El chico perfecto si llegara a existir.

Esta novela tiene muchos temas. El principal es el de la homofobia. Óscar quiere ser "normal" (para él y para muchos ser normal es ser hetero) y se rechaza por su homosexualidad. Seremos testigos de continuos momentos de agresión física y psicológica donde entenderemos muy bien a la víctima (muchos de los que hemos pasado por eso nos vamos a reconocer). En relación a esto está el bullying y de cómo el agresor se siente más crecido por hacerlo. Otro tema es el maltrato, encabezado por un padre muy violento y propenso al alcohol. Además está la autolesión, una salida para escapar de tanto dolor. Entenderemos el motivo por el cual una persona es capaz de cortarse con una cuchilla, sufriendo dolor para huir del otro dolor (muy complejo pero es cierto). Incluso la unión que tiene este acto con pensamientos suicidas.

Pero no todo es oscuridad, la novela tiene rayos de luz. El libro tiene amistad, una amistad pura y fuerte, que dura pese a todas las tormentas. Una amistad tierna, de compenetración y de ayuda mutua. La familia también será importante y la relación de la madre con Óscar me ha parecido muy tierna, sobre todo hacia el final del libro. Y por supuesto está el amor, el amor no correspondido, aquel que duele y en ocasiones tóxico, y el amor puro, un fuego abrasador, tierno, que se va generando poco a poco pero con muchísima intensidad.

La escritura de Lightwood es fantástica. El autor consigue enganchar al lector desde la primera página con una escritura limpia, clara, directa, muy cercana. El lector se va a sentir muy cómodo con la lectura y esa cercanía y amistad que se entabla con el libro. Además las conversaciones son muy reales, y las acciones más aún (por desgracia). El ritmo es perfecto, te bebes el libro del tirón y sin apenas darte cuenta. Una de las mejores lecturas que he leído este año, que me ha hecho reflexionar, aclarar mis pensamientos, disfrutar, sufrir y soñar a la vez. Enamorado de este libro.
Enlace: https://lagranbibliotecadeda..

Plataforma Neo es una de esas editoriales que por afinidad a mis gustos o por la calidad de sus elecciones a la hora de publicar, simplemente me tiro de cabeza a por cada libro que va sacando al mercado, y con la que rara vez me falla la intuición (salvo alguna excepción de la que ya hablaré). Por eso en cuanto me enteré de que iba a publicar una novela con esta temática, que por la sinopsis ya habréis visto que es LGTB, ni lo dudé: tenía que leerla. Si os soy sincera, lo que menos me llamó la atención en realidad era saber que habría una historia de amor adolescente LGTB, que a mí al fin y al cabo me da igual entre quienes sean las historias de amor que se relatan en las novelas. No, lo que yo quería conocer era la historia de Óscar, porque perfectamente podría tratarse de la historia real de cualquier chico en su misma situación.
Nada más comenzar nos encontramos a un chaval completamente destrozado por dentro, sin ánimos ni alegría por hacer nada y sin realmente entender por qué se hace a sí mismo lo que se está haciendo. La novela comienza con una de las mejores frases iniciales, y de las más impactantes, que he leído últimamente:
“La luz se refleja en la hoja de la cuchilla y emite un resplandor burlón que parece invitarme a que siga adelante, a que lo haga, a que me atreva a ponerle fin de una vez a todo esto”.
Decidme que no es una maravilla. Y a partir de ahí, entre el día a día presente y escenas intercaladas del pasado (flashbacks de unos meses o unos años atrás) el autor va construyendo las circunstancias que rodean a este chico y que le llevan a esa escena inicial de la novela. Algo que me parece muy de agradecer por su parte, porque bien podría habernos metido la historia con calzador sin más a modo de explicación: “Me corto porque me pasa esto”. Y no. Deja que sea el lector el que analice si la conducta de Óscar está justificada o no, independientemente de lo que hiciéramos cada uno en su lugar. Todo un acierto la estructura, la verdad, de principio a fin.
Incluso tenemos por medio un pequeño misterio de quién será ese “Anónimo” de su blog, que consigue sacar más de una sonrisa a este chico sin ganas de sonreír por nada.
Por eso como os decía, lo verdaderamente interesante de esta novela es el trasfondo en el que se desarrolla, más allá de la historia romántica que cuenta, que al fin y al cabo es otra más de las que podemos encontrar en la literatura young adult últimamente y que se resume en chico conoce chico y chico intenta ayudar a chico a salir de un momento duro (durísimo) de su adolescencia. Así que voy a centrar la reseña en lo que de verdad importa en esta historia: la homofobia.
Y es que esta enorme lacra de nuestra sociedad queda tan perfectamente reflejada en la novela que sin ser extremadamente dura (salvo un par de escenas) ni explícita, nos podemos hacer una idea de lo que puede llegar a ser el infierno particular de cada día de muchos adolescentes como Óscar. A través de sus palabras no podía evitar empatizar con él en todos los aspectos y situaciones, a pesar de que no me identifico para nada con el personaje. Pero toda su narración está tan llena de sentimientos y pensamientos expresados en palabras, que de verdad tienes que ser muy robot sin sentimientos para no querer darle un abrazo en cada página.
No sé si el autor se ha basado en alguna persona real para contar la historia (en él mismo sé que no), pero es que en realidad no importa, porque seguro que más de una persona ha sufrido lo que tiene que sufrir Óscar para ser feliz, y en ese sentido, es que sólo puedo llegar a la conclusión de que ficticia o no, esta novela era necesaria, porque lo que está claro es que se basa en hechos muy reales. Y era necesaria principalmente porque es un tipo de literatura que puede llegar a un público más joven y más fácil de concienciar desde los libros. Así que aunque sólo sea por eso, casi considero un deber recomendarla.
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4/5 estrellas.

El fuego en el que ardo, por Mike Lightwood, nos cuenta la historia de Óscar, un adolescente gay que fue sacado del clóset por la fuerza y ahora debe enfrentarse a la dura realidad de existir en un ambiente en cual el ser distinto te condena.
Sumándole el hecho de que sufre de violencia doméstica, todo en su vida parece desmoronarse de a poco, hasta que conoce a Sergio.

Dentro de la literatura con temática LGBT+ no es justamente una lectura que suelo tomar, siempre tengo inclinación por relatos más alegres o inocentes, no tan fuertes —a veces incluso se me apretaba el estómago de rabia—, pero lo necesitaba. Lo necesitaba porque no es la típica historia de romance gay que siempre vende, sino que cada página nos transporta a la parte más cruda de ser “diferente”, de no encajar y que eso le dé un motivo al resto para someterte al bullying. Por primera vez comprendo por qué mi mamá tenía tanto miedo cuando salí del clóset, supongo que por todo esto que le ocurrió a Óscar y que, afortunadamente, yo jamás experimenté. También por esto último me costó ponerme en su lugar.

Vivía con el corazón en la garganta constantemente por todo lo que el protagonista estaba sufriendo y no sé si me generaba más rabia eso o que él no hiciera nada al respecto, pero también comprendo que, en su situación, quisiera buscar la forma más sencilla de no llamar la atención ni “empeorar la situación”. de la misma manera, tuve una luz de esperanza medida que la historia fue avanzando y Óscar se hizo lo suficientemente fuerte como para hacerle frente a algunos de sus conflictos. Y acá también estuve bastante disconforme, porque el chico se propone aprender Judo, lo que me termina diciendo que planea combatir la violencia con más violencia.

De todos modos, ésta ha sido una historia de lucha, de aceptarse a uno mismo tal cual es en realidad, que nos da la oportunidad para ver sin censura alguna lo dura que es la vida a veces. El personaje de Óscar lo sentí tan bien construido, tan humano, que me da muchísima bronca saber que ahí afuera hay más personas como él que tienen que enfrentar un infierno a diario simplemente por ser quiénes son, porque no han corrido con la suerte que tuvimos muchos, y simplemente deseo poder abrazarlos a todos ellos.

Le hubiera dado la puntuación máxima de no ser porque no me convenció esto de que aparezca el chico perfecto a salvarte cuando estás dando todo por perdido, aunque reconozco que se necesita de un empujoncito para subir cuando estamos en lo más hondo de un pozo que no nos deja ver la luz. Pero, recalco, no me gustó la notable dependencia que Óscar reflecta en Sergio.

Asimismo, agradezco que todo el libro no estuviera enfocado en el romance, pues pude disfrutar muchísimo más de esas escenas bellísimas que Mike supo plasmar muy bien.

Si todo esto no les termina de convencer, déjenme decirles que la editorial ha hecho una maravilla con esta edición, es preciosa. Incluso se van a encontrar con fragmentos de canciones al comienzo de cada capítulo que los va poniendo en ambiente —eso todavía me tiene enamorada—.

Una lectura muy realista que creo que todos deberíamos leer para que nos abra un poco más los ojos. Lo recomiendo.

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Me gusto.
"El fuego en el que Ardo" es un libro que me hizo sentir muchas cosas: Rabia, impresion, tristeza, alegría, etc.
Conecte mucho con parte de la historia(no digo toda porque hubo cosas que simplemente no podía conectar) y me sentí identificado y también sentí identificada a mucha gente de mi alrededor.
Oscar(el personaje principal) conecte más al final que al principio, aveces sentía que había mucha contradiccion en el, pero también lo entendía, quizás no pude empatizar todo el tiempo con el pero si de a momentos.
Hay otros personajes que la verdad están muy bien logrados y me gustaron muchísimo.
Ha habido algún par de cosas que no me gustaron y/o no me terminaron de cerrar pero no por eso la historia me ha dejado de gustar.
Creo que dejo expuesto muchas situaciones que pasa la comunidad LGTB de todas las edades, porque no es solo a los jóvenes a quienes se les hace bullying se los golpea o se los aparta y no hace falta mas que abrir un diario o ver la tele para darse cuenta.
Y para terminar debo decir que esta literatura es necesaria(mas allá de que alguno pueda o no gustarle la historia)porque se habla temas que no son muy tocados en la literatura actual y es necesario que se vayan "normalizando" .