El fruto prohibido

Yo no sé vosotras pero, en mi caso, siempre he tenido una relación compleja con mi sexualidad y mis órganos sexuales por culpa de los tabúes, de criarme entre hombres, de la desinformación y de las creencias/mitos/ideas falsas que nos meten en el coco desde crías.

Sí, yo he sido víctima de una educación sexual nefasta totalmente enfocada en la plena satisfacción del hombre. de hecho, tomé conciencia de que algo no estaba bien a los veintipocos. Es decir, hace menos de diez años.

¿Cuántos castigos mentales he tenido que soportar? ¿Y la vergüenza? ¿Cuántas veces he antepuesto el bienestar de los demás antes que el mío? ¿Y el placer sexual?

Esta novela gráfica le habría venido genial a la Isa joven que empezó a experimentar y a conocerse física y mentalmente porque quizá, y sólo quizá, podría haber callado más de una boca o comentario ofensivo: Sí, joder, me duele el antes-durante-después de la regla y me cago en el mundo entero porque pienso que la biología es injusta y que el hecho de tener hijos debería poder darte la opción de instalar ‘TENER LA MENSTRUACIÓN' en el app store cuando nos viniera bien.

Strömquist desmitifica un montón de basura que hemos adoptado como propia y arrastramos desde principios del siglo XX.

Una obra necesaria para nosotras, para las no tan abiertas de mente, para ellos, para los que siguen riéndose diciendo: “TIENES LA REGLA”, para lxs que se piensan que el clítoris es un botón y se puede apretar hasta atravesar la columna, para lxs que se piensan que a las mujeres no nos gusta el sexo o somos menos fogosas.

El fruto prohibido es una novela gráfica que nos cuenta la historia de la vulva. Habla de esos hombres que han estado demasiado interesados en investigar sobre nuestros cuerpos, creando falsas realidades y ejerciendo violencias. La vulva antes de la expansión y consolidación del patriarcado era considerada un elemento sagrado y espiritual. Liv Strömquist hace un recorrido por todo aquello que ha ayudado a su ocultación y a la creación de tabús con los que todavía convivimos. La autora también habla de la intersexualidad, del orgasmo femenino, del clítoris, de la menstruación y del canon estético que afecta a cientos de mujeres al hacerles creer que sus vulvas no son normales. La industria se aprovecha y saca al mercado operaciones para reducir el tamaño de los labios internos, alimentando la mentira de que nuestras vulvas deben seguir una estética determinada. Un artista plástico llamado Jamie McCartey realizó moldes a 400 mujeres para representar la diversidad de nuestros genitales, entre 400 moldes no hay dos vulvas iguales.

"El fruto prohibido" es un cómic que más bien parece un ensayo, por la cantidad de información y reflexiones que da sobre la historia de la vulva en nuestra sociedad. Las ilustraciones sirven para reforzar esos datos y para aportar algo de humor y ligereza a un pasado, el nuestro, que ha estado lleno de injusticias y mentiras. ⁣⁣
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La idea del cómic surgió cuando la autora se dio cuenta de que muchas mujeres sentían vergüenza e, incluso asco, de sus genitales, mientras que para los hombres, su pene es un símbolo de poder y masculinidad. Strömquist quería descubrir cómo había llegado a ocurrir esto, porque estaba claro que no se trataba de un comportamiento natural, para así, desmontar el discurso predominante y ayudarnos a las mujeres a empoderarnos. ⁣⁣
Enlace: http://aliciamedinazurita.es..