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Es otra literatura en el tema del espionaje, no hay nada escabroso, los protagonistas no son superagentes con licencia para matar y en los dos bandos luchan cada uno por sus intereses, no pretenden acabar con la humanidad, por eso digo que es otro estilo, puede que haya quedado antiguo, pero lo considero más puro y además, el autor sabe de que escribe. La historia es un intento de recobrar viejas glorias, de volver a ser alguien, de un prestigio perdido y de un tiempo que no ha vuelto, una Agencia del Gobierno británico que tuvo su momento durante la IIGM intenta, con la excusa de unos posibles misiles en RDA, volver a ponerse en primera fila y para ello reclutan y envían tras las líneas enemigas a un antiguo agente. Hay parte de aventura, parte de intriga, pero me quedo con la parte en la que, como en todos los trabajos, sólo somos mano de obra barata y somos instrumentos para que otros salgan a flote sin importar las consecuencias, no hay escrúpulos, sólo intereses. Buena novela de espías, de las de antes, de las que leía mi padre, de otro tiempo. + Leer más |
Hoy un informativo nutrido, no he podido descartar ninguna noticia, todas me han parecido interesantes. Una anécdota desconocida sobre John le Carré, el cómic "Grito nocturno" de Borja González, premio Nacional de Cómic, los últimos cuentacuentos de Marrakech, la recuperación de la escritora Luisa Carnés y Silvia Hidalgo gana el premio Tusquets de novela con "Nada que decir".
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Soy Ana Ballabriga, escritora a cuatro manos con David Zaplana de novelas de misterio. La última, "La ley del hambre" (Contraluz, 2023). Puedes encontrar más información sobre mí en IG @BallabrigaAna
