El cuaderno de las flores

Dos historias paralelas, dos líneas temporales que se entrelazan para formar el hilo argumental de esta novela que empastan a la perfección.

Por un lado está Anna, en Sidney (2017), y por otro lado nos encontramos con Elizabeth, en Cornualles (1886). Cuando Anna realiza una obra para reformar la casa que ha heredado de su abuela, encuentra escondidos un diario y una caja que contiene un precioso cuaderno de dibujo donde se hallan unos bocetos magníficos sobre flores. Además, en la caja hallará una fotografía y una bolsita con unas semillas. Anna, arrastrada por la curiosidad, emprenderá un largo viaje hasta Cornualles para saber la verdad y, ¿por qué no?, para encontrarse a sí misma.

Por su lado, Elizabeth hace una promesa a su padre en el lecho de muerte, se compromete a buscar una flor —la trompeta del diablo— que tiene unas características muy particulares, se trata de una planta que adquiere poderes curativos hasta el punto de ser milagrosa, pero en las manos inadecuadas puede ser mortal y muy peligrosa. Por ello, es de vital importancia que Elizabeth encuentre este raro ejemplar antes de que lo haga alguien que pueda sembrar el caos y utilizarla en contra del ser humano. Con todo ello, Elizabeth se ve obligada a cumplir lo prometido y a viajar hasta Valparaíso, Chile, único lugar donde brota esta singular y peculiar flor.

Las dos historias están narradas de forma ágil y con bellas descripciones, pero tiene más fuerza en la narrativa, obviamente por el tiempo en que transcurre, que da más opciones para "lucirse", la que se corresponde a la época que transcurre en el año 1886.

De este libro me enamoró en primera instancia la portada, de tonos suaves y con un ambiente de ensoñación que, junto a la sinopsis, me llamaron a su lectura. El primer miedo que me quité enseguida fue el de que tal vez, por tratarse de flores y de una familia de jardineros, el vocabulario y las descripciones se hicieran algo tediosas si no eres muy aficionado al mundo de la botánica, siempre repleta de colores, pétalos, simientes e innumerables nombres en latín. Pero creo que la autora ha utilizado este recurso en su justa medida, teniendo en cuenta al lector.

Las dos protagonistas, Anna y Elizabeth, se traslucen como dos mujeres aventureras y de una gran fortaleza que encuentran peligros, amor y dudas a lo largo de su particular búsqueda. Una vez más, creo que también en este terreno gana la batalla Elizabeth, y es que cuenta con la baza de que ser una mujer que viaja sola y con un objetivo concreto, en contra de lo que se espera de ella, es un acto mucho más valiente en el año 1886 que en 2017.

El narrador en tercera persona nos va mostrando los diferentes personajes que ambas mujeres se van encontrando a lo largo del camino, y se nos descubren las dificultades a las que se enfrentan ambas mujeres en sus viajes, sobre todo Elizabeth, con un más que difícil y largo trayecto desde Cornualles hasta Valparaíso en barco.

Una novela con un lenguaje cuidado y ligero que nos hará disfrutar de la historia con su lectura.

Historias repleta de pequeños detalles con una narrativa exquisita, que se lee muy fácil y a la que quizás le ha faltado algo de romanticismo pero que eso no quita que se haya convertido en uno de esos libros que no me cansaré de recomendar. Con este libro he descubierto a otra nueva autora que no conocía, de hecho creo que esta es su primera novela traducida al español, y a la que pienso seguir muy de cerca porque ya os digo que me ha encandilado su forma de contar las cosas. Describe muy bien todo lo que ocurre así como los pequeños detalles pero sin caer en exceso lo que hace que te adentres muy rápidamente en la historia y que la vivas como si fueras parte de ella. Sus protagonistas principales son dos mujeres fuertes y valientes con una personalidad diferente pero parecida, no quiero dar demasiados detalles para no desvelaros demasiado, pero que me han conquistado desde el principio. Especial mención también a los secundarios de esta historia los cuales aportan todos y cada uno de ellos cosas importantes y que están bajo mi parecer muy bien definidos. El cuaderno de las flores es una historia muy bonita que desprende dulzura y magia a partes iguales y que os enganchará desde las primeras páginas por su originalidad, con una trama perfectamente hilada contada en dos tiempos, 2017 y 1886, y en dos lugares diferentes, Sidney y Cornualles, pero que la autora sabe entremezclar muy bien para crear un ambiente único con momentos de drama, intriga y mucho misterio que harán que no queráis dejar de leer hasta acabarlo. Como única pega ya os digo que a mi me ha faltado algo más de amor, soy una romántica empedernida que le voy a hacer, y con un toque más de romanticismo se hubiese llevado sin duda las 5 estrellas. Así y todo ya os digo que os recomiendo mucho este libro porque os sumergiréis en un viaje intenso y precioso que no os defraudará. Si además sois una apasionadas del mundo de la botánica y las plantas, o simples aficionadas como yo, lo disfrutaréis todavía más. Leedlo y me contáis.

Nuevamente muchas gracias a Ediciones Maeva por enviarme otra de sus novedades para este verano.

Vengo de una familia que trabaja en el mundo de las flores. Un trabajo precioso en una tienda en la que nada mas entrar te transportas a un bosque. En mi cuenta de instagram las flores son otro protagonista de mis fotos. Por todo esto, cuando leí el título de esta novela sentí que tenía que leerlo.

El cuaderno de las flores cuenta la historia de dos mujeres separadas por más de 100 años con una pasión común, las flores. La historia es contada en dos líneas temporales a través de las dos protagonistas. Por un lado, tenemos los capítulos de Anna que tras heredar la casa de su abuela encuentra un cuaderno de dibujos de plantas y unas viejas semillas y los capítulos de Elisabeth ambientados en el siglo XIX, que se embarcara en una peligrosa aventura para descubrir una extraña planta en Sudamérica.

La escritora nos narra la vida de las dos protagonistas, mujeres fuertes, que tendrán que luchar por los estereotipos de sus respectivas épocas. Elisabeth es una joven aventurera que se enfrentará a la imagen de mujer que tiene la sociedad del siglo XIX para cumplir la promesa que le hizo a su padre. Anna está centrada en su vida profesional y antepuesto su vida personal a ella.

A pesar de esta interesante premisa, los personajes me han resultado en ciertos momentos un poco planos. No he llegado a empatizar con las protagonistas. Puede que algo más con Elisabeth porque me sentí muy atraída por la historia relacionada con la búsqueda de la trompeta del diablo. Elisabeth es mas compleja, ciertamente Anna me parece un poco insulsa, sosa, aunque puede deberse a los problemas personales que tiene. Si os soy sincera, mi personaje favorito es Daisy, la criada de Elisabeth. Es un personaje que crece a lo largo de la novela haciendo que le cojas un cariño especial. Yo querría una Daisy a mi lado todos los días.

Lo que más destaco de la novela es su ambientación, sobretodo la parte que tiene lugar en Chile. La escritora sabe trasmitir el color, la vida y la gente de este país, lo que es una novedad en literatura inglesa, ya que por lo menos por mi parte he leído pocas novelas ambientadas en este país.

La manera de describir las flores y la pasión que tienen Elisabeth y Anna por ellas también está muy bien escrita y documentada. En algunos momentos te parecía tener delante las flores y las acuarelas de la novela.

Con un lenguaje muy sencillo y capítulos muy cortos, su lectura es muy fácil y amena, tanto que la catalogaría mas para un público juvenil.

En conclusión, El cuaderno de las flores es una novela bonita y sencilla con una buena ambientación y personajes, sin pretensiones. Ideal para esos momentos en los que te apetece algo fácil de leer.

NOTA: 2,5/5
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Que no hay que juzgar un libro por tu portada, lo sabemos todos. Que casi todos los hacemos, también lo sabemos. Y la portada de El Cuadernos de las Flores es preciosa. La sinopsis también me gustó mucho cuando decidí participar en Masa Crítica, pero os voy a confesar un secreto: rara vez leo una sinopsis completa por miedo a que me hagan spoiler.



Me alegro de haberme guiado por mi instinto porque he disfrutado mucho esta novela. En ella nos encontramos con dos mujeres unidas en el tiempo por un cuaderno con acuarelas de flores principalmente. Por un lado tenemos a Elizabeth, una joven que en 1886, debe viajar desde Cornualles a Valparaíso para cumplir la última voluntad de su padre difunto, acompañada de su sirvienta, Daisy (que curiosamente tiene nombre de flor: Margarita).

Por otro, nos encontramos con Anna, otra joven que vive prácticamente enclaustrada voluntariamente a raíz de un problema de su pasado. Gracias al cuaderno de flores, saldrá de su vida anodina y sin ilusión para llevar a cabo una bonita aventura.

Cuando empecé a leer esta novela tenía miedo de que la autora se explayase demasiado describiendo las diferentes flores y que en vez de una novela de ficción terminara encontrándome con casi un tratado de botánica, pero no. Aunque hay descripciones y se cuentan historias sobre el origen de alguna flor está hecho en su justa medida y no resulta aburrido. En ningún momento me ha dado la sensación de que las descripciones de las diferentes flores y su historia estuviesen ahí para hacer relleno y engrosar la novela.

No me gustan las descripciones excesivamente detalladas y en esta novela las he disfrutado y han servido para situarme.

La historia de ambos tiempos están bien ambientadas. En cuanto a la historia ambientada en nuestro tiempo, aunque entretenida me ha resultado más floja que la de 188 que me ha parecido de lo más interesante. de hecho, podría haber leído un libro entero solo con esa historia. Hubiese sido una muy buena novela histórica con sus fuertes protagonistas femeninas, su misterio, sus asesinatos y sus personajes malvados.
La verdad es que no esperaba disfrutar tanto de esta novela, pensaba que iba a ser una novela romántica sin más, pero ha sido un preciosa novela de aventuras, amor e intrigas. Muy recomendable para leer, por ejemplo, ahora en verano que, como he dicho antes, el calor nos quita las ganas de leer grandes novelas (al menos a mi) y nos apetece leer cosas más ligeras y entretenidas.
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Me ha gustado bastante. Es una historia llena de misterio que se va desvelando a través de sus capítulos. Me ha gustado la manera en que están divididos. Se van intercalando entre el pasado y el presente, cada uno con su protagonista y su historia. Hasta llegar al final, donde la acción se vuelve trepidante y los capítulos de un mismo período se suceden para finalizar con la historia de las protagonistas.

Con respecto a las protagonistas, he tenido mis momentos. Anna está perdida en la vida, aunque parezca que lo tiene todo bajo control. Tuvo un momento traumático, lo entiendo, pero esa desgana para todo y esa poca sangre en algunos momentos me ha exasperado. Sí es cierto que va evolucionando a lo largo de la historia y, un poco más de la mitad, me ha empezado a gustar.

Por otro lado está Elizabeth, mucho más aventurera y decidida que Anna y más en la época en la que le ha tocado vivir. Es una niña mimada, rica y acostumbrada a que se lo hagan casi todo, no lo voy a negar, pero su carácter y su manera de afrontar las cosas me han encantado. Una mujer con carácter dispuesta a todo.

La trama me ha gustado, aunque no ha terminado de encantarme. Cómo se va descubriendo la historia de Elizbeth y se va entrelazando con la de Anna, me ha parecido muy interesante. Y, aunque la trama de Anna es la que va descubriendo todo, me ha parecido muy lenta y, en algunos momentos, innecesaria. La trama de Elizabeth me ha resultado mucho más interesante y entretenida. Es la que más ganas tenía de saber cómo iba a acabar todo y tiene varios giros inesperados. La de Anna es algo plana y predecible, no ha tenido demasiada chicha para mí. Sí es cierto que es quien descubre la caja y el cuaderno, pero quitando esa investigación personal que hace sobre eso, lo más interesante de su trama, el resto me ha parecido superfluo.

Pero si hay algo que destacar, es la pluma de la autora. Me ha parecido preciosa. Y tengo que destacar su manera de describir los paisajes. Hace unas descripciones de Sídney, Cornualles y Chile preciosísimas, parece que estás ahí, respirando el aroma de las plantas que tan bien describe. Lo hace con tanto amor y detalle que parece que estés tocando cada tallo o pétalo de esas plantas que muestra.

Si os gustan los viajes en el tiempo y una historia llena de aventuras y misterio, os recomiendo este libro.
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