El color del cielo

Empiezo por deciros que no había leído nada de Santiago Morata, pero sí que tenía buenas referencias de sus obras de novela histórica. Así que cuando descubrí su nueva publicación, alejada de la historia, no pude menos que lanzarme a por ella. Y qué bien hice.

El color del cielo ha resultado un magnífico libro sobre la superación personal más allá de las circunstancias, la esperanza en un futuro menos deshumanizado y la alerta sobre lo que está por venir y quizá no tan alejado como nos creemos.

Escrita desde dos puntos de vista, un futuro y un pasado (aunque a veces no sabría decir cuál es el futuro y cuál el pasado porque ambos encajan en los dos extremos), que se corresponden con los dos protagonistas del libro, Peter y Pol.

Peter vive en Madrid, pero un Madrid del futuro, un Madrid superviviente de los cataclismos naturales que están llevando al planeta a su fin. Nada es como en la actualidad, miles de millones de personas han muerto por inundaciones, radiaciones, lluvia ácida y terremotos. Las grandes ciudades de antes casi fueron arrasadas (resulta sobrecogedor cuando se nos va explicando cómo fueron despareciendo una a una las grandes capitales mundiales…). Madrid, al encontrarse en el centro peninsular ha salido algo mejor parada, por eso es una de las pocas ciudades que existen, donde se hacinan los pocos supervivientes de la raza humana que quedan.

Los habitantes siguen manteniendo la esperanza en una mejora, pero su vida, bajo un cielo enfermo, con un aire tóxico, está muy lejos de ser buena. Pol, con todos sus problemas a cuestas, ha conseguido sobrevivir e incluso vivir muy bien gracias a sus dotes. Pero desde hace un tiempo tiene sueños muy vividos con un hombre que vive en un cueva, y que cuando sale de ella disfruta de un maravilloso cielo azul.

El otro protagonista, Pol, es un superviviente de una Apocalipsis, viven en una cueva por miedo a la toxicidad exterior. Hablar de ese exterior en la cueva está prohibido y a él le dejan salir porque necesitan alimentos exteriores, pero no puede hablar de ello, como ya le demostraron con su padre. Es una sociedad dominada por la superstición religiosa de un grupo reducido que subyuga a todos los de la cueva amedrentándolos con peligros exteriores que no existen para mantenerse con el poder absoluto.

Mediante sus sueños es capaz de contactar con Peter, que a pesar de no tener su cielo azul, tiene libertad para estar en el exterior y valentía para perseguir lo que quiere. La relación que se establece entre ambos, sin que lleguen nunca a conversar, hace que cada uno aprenda del otro y ambos mejores como personas y obtengan puntos de vista distintos de la situación personal en la que se encuentran.

Cuando Julia, la novia de Peter e hija del alcalde de Madrid es secuestrada, éste no se lo plantea ni un segundo y sale en su búsqueda, aunque sea arriesgando su vida ya que la comunicaciones son prácticamente inexistentes y las rutas una trampa mortal debido a los terremotos y el granizo.

Pol, en cambio, se decide a escapar de la cueva por fin. Abandonar la seguridad de lo conocido e internarse en lo desconocido. Y, de pronto, cuando ya está casi decidido, su mujer, que durante años ha sido una desconocida (y no solo porque nunca la ha visto debido a la oscuridad de la cueva) se le desvela como una criatura a la que admirar y amar. Ahora tendrá que ingeniárselas para hacer que escapen los tres, él, ella y el hijo de ambos.

Las evoluciones de ambos personajes hacen que el nexo entre ellos se vaya fortificando. Cada uno es una influencia en el otro, se ayuda, se respetan e incluso se envidian. Tienen mucho que superar juntos y por separado y contarán el uno con el otro a pesar de la distancia que los separa. Y además, mediante flashbacks vamos conociendo cómo han llegado a la situación actual ambos protagonistas.

El hilo argumental es bastante continuado enlazándose con los sueños y vigilias de ambos protagonistas, resulta muy fluido y consigue que el interés del lector vaya aumentando según aumentan las dificultades para ambos en sus respectivos mundos. La acción y los peligros a los que se enfrenta van en aumento página a página haciendo muy difícil que puedas despegarte de sus páginas.

Un libro lleno de reflexiones inteligentes y profundas que te llevan a recapacitar sobre lo que le estamos haciendo al planeta y lo que éste será capaz de aguantar. También con reflexiones sobre cómo sobreponerse a lo que nos rodea y no quedarnos quietos sin actuar. Sobre atreverse a enfrentarse a lo cómodo y arriesgarse a lo desconocido.

Estoy convencida de que os gustará mucho, como a mi. Os gustará lo que os muestra y os gustará lo que os asusta. Os gustarán sus sueños, sus vigilias y sus deseos porque, en el fondo, son las nuestras. Con personajes atractivos que se te meten en la piel, y situaciones aterradoras que quizá están más cerca de lo que pensamos. Dadle una oportunidad, no os defraudará.
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