El club de los optimistas

Es un gusto leer libros tan positivos y “buenrollistas” como este. Lo empecé sin demasiadas expectativas, pensando que sería muy diferente a lo que me he encontrado, y me ha sorprendido hasta el punto de resultarme difícil dejar de leer.
Nos encontramos ante una historia bastante entretenida cuyas páginas pasan volando y que aborda muchos temas diferentes: la muerte, la soledad, la homosexualidad, el engaño..., a través de los que pretende hacer hincapié en la importancia de la felicidad y el hacer frente a los miedos e inseguridades.
Me han encantado todos y cada uno de los personajes, el trasfondo de la historia y la manera de enfocarlo, tan divertida y entrañable, sin demasiado relleno innecesario y sin buscar la lágrima fácil en el lector.
Una historia fresca y oxigenante, un canto a la vida y a la felicidad que nos ayuda a reflexionar sobre cómo vivimos la vida y cómo podemos hacer frente con optimismo y positividad hasta al peor de los problemas.
Me ha parecido un libro muy recomendable, ideal para pasar ratos de lectura de lo más agradables, encariñarse de unos personajes geniales y de paso darse cuenta de que se pueden enfocar los problemas de muchas maneras.

“Tiene ganas de gritar, de chillar, de llorar, pero traga saliva. Ella que pensaba que lo que tenía era una gastroenteritis, o que tal vez había abusado de la juerga con Victor unos días antes. El mal era más pérfido. Ahora tenía que vivir con esta realidad y esta espada de Damocles encima de su cabeza.” ~ El club de los optimistas de Gavin's Clemente-Ruiz.

Me alejo un poco de psicópatas asesinos para acercarme al lado más real de la muerte con un libro que es un canto a la vida y está lleno de amor. En “El club de los optimistas”, cuatro personajes se enfrentan a un diagnóstico de cáncer e inician juntos el tratamiento. Conocemos a Bea, a Samuel, a Elizabeth y a la joven Alice. Los cuatro coinciden en la sala de quimioterapia en uno de los momentos más duros de su vida. Ellos y sus acompañantes.

El libro refleja las diferentes formas en la que cada uno de ellos responde a la situación que tienen que enfrentar: el humor, la negación, el rechazo, la huida, el raciocinio… Y todos se van contagiando con el ánimo de Bea que ha decidido no plegarse a la realidad e intentar aferrarse al 25 % de probabilidades que le dan de salir adelante.

Todos tienen en mente un factor común: el tiempo. Porque como bien recoge Bea en su libreta verde, “aunque no recuperemos el tiempo perdido, podemos decidir no seguir perdiéndolo”. Y este grupo ha optado por lo primero, creando el llamado Club de los optimistas, en el que se apoyan, consuelan, animan y destilan sus miedos.

El libro es de lectura muy ágil y un homenaje del autor a su madre. Sin embargo, a mi me ha parecido excesivamente “buen rollista” con poca profundidad en los otros sentimientos sobre los que pasa de puntillas. Comprendo, y comparto, el mensaje de fondo: Una actitud positiva es fundamental para afrontar una enfermedad. Pero no comprendo, ni comparto, el exceso de optimismo de estos personajes. Hubiese estado más de acuerdo si en algún momento hubiesen flaqueado sus fuerzas, sus dudas, o apareciesen miedos pero el autor les aferró a una actitud de jolgorio constante que me ha parecido exagerada. Eso sí, al final eché una lagrimita.

Hoy vengo a hablaros de una de esas lecturas que consiguen dejarte con una sonrisa en la boca, con el corazón henchido y pensando mucho acerca de nuestras vidas. «El club de los optimistas» es un título, como su propio nombre dice, muy optimista y a pesar de la dureza del fondo de esta trama esta novela es un eco a la lucha, a la perseverancia, al saber vivir de la mejor manera posible y luchando siempre con una sonrisa. Puede que suene difícil todo esto y sobre todo luego de leer la sinopsis del libro, pero os aseguro que para nada os arrepentiréis de sumergiros en las páginas de este libro que a mi me ha durado muy poco.

Cuatro personas que no se conocen de nada y de edades y entornos sociales distintos coinciden en un hospital, concretamente el día que los cuatro empiezan sus sesiones de quimioterapia. Cada uno se ha enfrentado a la noticia de manera diferente, pero en ese lugar todos son iguales y se preparan para su particular lucha. Béa una mujer de mediana edad, con las ideas muy claras será la lideresa y la encargada de conducir a este maravilloso club de los optimistas donde todos se harán más fuertes y unidos se enfrentarán a las adversidades que la vida les tiene preparadas.

«El club de los optimistas» es una novela para nada triste, aunque pueda parecerlo, una novela donde los temas difíciles han sido tratados de forma magistral por su autor para conseguir dar una vuelta de tuerca y hacernos pensar de modo distinto a como lo haríamos. Una historia llena de vitalidad que invita a disfrutar de la vida cada minuto como si éste fuera el último.

Los personajes que ha creado Gavin's Clemente Ruiz son maravillosos, todos aportan un punto de vista distinto, todos tienen una vida que se nos irá presentando poco a poco, para que podamos disfrutar de ellos, para que podamos conocerlos en su punto justo y así entender sus decisiones y actuaciones. Podríamos decir que «El club de los optimistas» es una novela coral donde también hay personajes secundarios imprescindibles para ayudarnos a entender esta historia tan bonita.

El autor ha conseguido crear un equilibrio perfecto en una historia que tiene partes tristes, pero donde abunda el buen rollismo y una positividad que traspasa las páginas del libro. No es una novela dramática, aunque lo parezca, tiene partes difíciles y duras pero que se han sabido tratar de tal manera que para nada te hace sufrir.

Por tanto, os recomiendo leer «El club de los optimistas» y tengo claro que va a ser uno de esos títulos que siempre tendré preparado cuando alguien quiera adentrarse en una historia bonita y optimista. Además de disfrutar de una forma de narrar envolvente que consigue cautivar al lector y no dejarte soltar el libro ¿a qué estáis esperando para empezar a formar parte de este club de los optimistas?

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Esta es una novela que me ha encantado, no tenia altas expectativas pero no he podido pararla de leer en ningún momento. No es la típica historia donde el cáncer es el protagonista y no puedes parar de llorar en ningún momento, sinó que lo aborda con humor y vivacidad.
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El personaje principal podríamos decir que es Bea, esta es divertida y chistosa, y aunque sea la que peor está, anima mucho a sus amigos a vivir juntos sus vacaciones de una semana. Durante esa semana, no solo están de relax, sino que todos y cada uno de los personajes tienen que afrontar diferentes traumas y espinillas personales, y así se tratan temas familiares, de pareja, empoderamiento femenino…
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Es un libro muy completo, que como he dicho trata muchísimos temas a parte del cáncer, y el mensaje principal que nos quiere aportar es la importancia de ser felices, aprovechar el momento y no perder la esperanza. La lucha, también esta constantemente presente en las paginas de la novela, no solo contra el cáncer, sino contra los miedos de cada uno de los personajes y esas “espinitas” que cada uno tiene que afrontar.
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La lectura es muy amena, las páginas pasan volando y es un libro todo él muy optimista. Es bonito, hace que empatices mucho con los personajes y realmente veas lo que les pasa a través de cada uno.