El beso del infierno

Layla es una chica que esta a punto de acabar el instituto, como todas las chicas de su edad busca que hacer y a que universidad ir. Pero ella no es como las demás chicas, es medio guardiana (Criaturas con forma de gárgola que luchan contra los demonios) y medio demonio. Ella tiene la capacidad de poder marcar a los demonios que salen disfrazados como humanos a la superficie, trabajo al que se dedica cuando sale del instituto. Pero un día llegará a clase un chico nuevo, un chico sin alma. Layla sabe que es un demonio porque ella puede ver el alma de las personas. Este chico es Roth, un demonio mayor al que tendrá que ver a escondidas de su padre y su hermano adoptivo, dos guardianes que la criaron como su propia hija y hermana. Pero Roth busca algo más que compañía, y hará que Layla no sepa a que bando es al que le debe lealtad.



La narración es increíble, Jennifer es una autora que se que sus historias serán fluidas y muy adictivas. El lenguaje es muy campechano y muy sencillo, algo que he agradecido bastante. Por ejemplo, no nos encontraremos con muchos términos o con una historia demasiado enrevesada en la que tengamos que aprender muchas palabras inventadas, algo que ocurre en la mayoría de los libros de romántica sobrenatural que he leído. Esto hace que desde las primeras páginas no podamos dejar de leer, aunque al principio nos encontraremos la historia un poco parada, pero eso no es problema, porque a partir de cierta parte es muy adictivo, y en todo momento quería saber que iba a pasar. Lo único malo que me he encontrado es la falta de algunas descripciones, sobre todo de Layla y sus amigos, no ha sido nada malo, al final he acabado conociéndolos a todos muy bien,. Pero creo que en un comienzo de saga es por lo menos indispensable conocer algo más el aspecto de los personajes.



Tengo que comentar que la autora ha conseguido un equilibrio muy bueno entre la parte romántica y la sobrenatural. Tendremos nuestra buena dosis de los dos en la historia, además de que tanto una como otra nos tendrán en tensión en todo momento. En la parte de romance notaremos la tensión sexual tan grande que hay entre Roth y Layla, algo que me hacía perder los nervios y querer decirle cuatro cosas a la protagonista, porque quién no quiere poder estar con Roth, un demonio sexy y sarcástico que me enamoró. Pero ella tiene sus motivos, y es que piensa que los demonios son el enemigo, además de que sabe que son crueles por naturaleza.



Después tenemos la parte de sobrenatural, que para mi ha sido muy adictiva y con mucha tensión en todo momento. Roth será el detonante para que comience una guerra en la cabeza de Layla, sin saber si los guardianes son los buenos o los malos, Algo que a mi me hacía dudar en todo momento, sobre todo por los muchos giros que tiene la novela, algunos me dejaban con la boca abierta literalmente. Por esta parte también tengo que comentar que no se nos dará el gran tópico de que los demonios y los guardianes están ocultos a los humanos, en esta novela son plenamente conscientes de la existencia de ambos, incluso hay grupos religiosos en contra de los guardianes.



Los personajes es lo que más destaco de la novela. Por un lado tenemos a la protagonista, que es Layla, a ella la conoceremos más que a nadie, ya que el libro está en primera persona y contado por ella. Lo bueno es que todo gira en torno a ella, así no nos perdemos nada. Me gustó bastante, pude empatizar con ella en muchos aspectos y la verdad es que no se acobardaba ante nada ni nadie.



Mi favorito ha sido Roth, él es un demonio muy sexy de pelo negro y ojos dorados. al ser demonio tiene la capacidad de convertirse en un gran demonio de grandes alas y piel negra pulida. Es muy sarcástico y me hizo reír en muchos momentos, sus encontronazos con Layla es de las cosas que más me han gustado del libro. Él es el que me hizo dudar en un principio, porque nuestra creencia es que los demonios son malos y pensaremos que solo busca una cosa, en algún momento de la historia nos daremos cuenta en que bando se encuentra. Tiene una serpiente tatuada en su brazo y por parte de su cuerpo, ella cobra vida cuando Roth lo necesita, su nombre es Bambi, y con lo que me gustan las serpientes tengo que decir que ella me enamoró por completo.



Como secundarios tenemos a Zayne, un chico que se ha criado con Layla, él es un guardián y por lo tanto tiene alma, algo que a ella le pesa muchísimo, ya que nunca podrá darle un beso. Él la verdad es que aun siendo un chico muy bueno y protector no ha llegado a calarme del todo, me ha sido un tanto indiferente, pero creo que la autora le dará más protagonismo en las siguientes entregas.

También están los amigos de Layla, unos chicos increíbles que me han gustado mucho, sé que tendré más de ellos en los siguientes libros también. Aunque comente que no he tenido mucho de los secundarios no quiere decir que la autora los deje de lado, creo que tienen su buena parte de historia.
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