El amor de Dafne

Dafne Lancaster siempre ha sido muy tímida y se ha sentido el patito feo de la familia. Llega enamorada desde los 12 años de James al que vio una vez en una terraza y por primera vez alguien la vio. Ahora, 6 años después, tiene que presentarse a su primera temporada en Londres y está aterrada y no es nada fácil para ella. Pero todo cambia con la aparición de James Tilburt, un joven apuesto, amable y tierno que parece querer cotejarla.

El problema es que él la cortejarla obligado por su padre que le chantajea con desheredarlo y también amenaza a su hermano que pasa apuros económicos y su madre que tiene una delicada salud. Pero cuanto más conoce a la tímida Dafne, más le gusta y lo que era obligación se convierte en placer. Pero los engaños se acaban descubriendo y será difícil que pueda confiar en que su amor es verdadero con tan mal comienzo.

Me ha encantado la historia y el mito del que viene que tanto me ha gustado y me ha entristecido siempre. El personaje de Dafne me ha parecido tan solitario, tan falto de cariño que me daba mucha ternura y me hacía empatizar con ella pues es tan buena que solo quería un poco de amor. Tanto ella como James son grandes personajes que se ven condicionados por sus familias y me ha gustado ver como poco a poco se enamoran, salen de su burbuja y se apoyan el uno al otro.

Una historia muy entrañable, ambos con un pasado complicado y ver por fin un personaje masculino que no es arrogante, ni egocéntrico sino bueno, amable, educado... ha sido un placer. Una historia preciosa, no sé si la que más me ha gustado pues todas tienen algo pero es la que más me ha conmovido, quizás por la soledad de Dafne que solo necesitaba un poco de cariño para brillar. Esta saga está siendo gratamente sorprendente y cada libro me engancha más y más.

El amor de Dafne es la tercera parte de la saga de Los Lancaster, precedido por En busca de Perséfone y La dama y el plebeyo.
En esta ocasión Dafne, que acaba de cumplir los 18 años es presentada en sociedad y como todas las jóvenes de la alta sociedad de la época, busca marido. Aunque Dafne tiene un prototipo específico: James Tilburn, a quien conoció cuando ella apenas tenía 12 años.
Dafne siempre ha sido muy retraída y extremadamente tímida, por lo que cualquier interacción social es un castigo.
Pero sin haber esperado algo así en la vida, James comienza a cortejarla... Lo que no saben en la familia de Dafne es que todo es obra del padre de James que quiere trepar en la escala social. Y a la vez tiene a James amenazado para seguir con la farsa.
Una historia muy diferente a las dos anteriores, con un comienzo más lento, pero donde la confianza y la verdad son el pilar de la relación que formarán nuestros dos enamorados.

Cada vez estoy más enganchada a las sagas del estilo de los Lancaster. Cada libro es un tomo singular dedicado a una pareja. Portadas preciosas, prosa perfecta, historias inspiradas por personajes mitológicos y romances enternecedores. Según mi experiencia, cada libro ha ampliado y enriquecido al anterior. Se puede leer uno simplemente, a lo mejor dos, ¡incluso los tres! Se disfruta cada uno por sí mismo, aunque mi recomendación encarecida es que se haga la colección completa porque es ideal para regalar en bloque y adornar cualquier estantería.

El argumento se centra en Dafne y en el sentimiento de abandono que impregna la vida de una niña hasta su edad adulta. Sufre de una timidez épica en medio de su temporada de debut en Londres. Nada que su amante familia no esté dispuesta a afrontar con todas las armas disponibles. Lo que parece un mero ardid social por parte de su tutor, el duque de Kielder, inicia una cadena de enredos y trampas éticas que dará esperanzas a una joven ignorada, romperá normas de decoro, amenazará la estabilidad de dos familias y demostrará el temple de una pareja de enamorados frente a la adversidad.

Es una historia preciosa. Me ha divertido y me ha conmovido. Durante sus primeras etapas, asistimos al conflicto moral del buenísimo James Tilburn, un hombre responsable, tierno, preocupado por su familia y por el bienestar del país, mientras los eventos y bailes cruzan su camino con la recatada Dafne. Quien parecía ser una flor de invernadero demasiado frágil hasta para una conversación pública, empieza a mostrar su encanto natural, su ingenio, sus dotes secretas y su generosidad.

He disfrutado muchísimo con su relación en las visitas sociales, en los bailes, en los paseos. Son tan dulces y educados, pero también acarrean pesares familiares que curten su carácter y profundizan el recorrido de su acercamiento sentimental. Congenian de maravilla y se apoyan en los instantes más importantes.

El conflicto es inevitable. El momento crucial que quiebra la nube rosa y pone a prueba los sentimientos de la pareja se produce en unas circunstancias intensas. al mirar la página en el que tenía lugar, me dio que pensar que me esperaba un trayecto de drama por delante y que el culpable tendría que hacer acto de contrición durante mucho tiempo. ¡Y qué bonito, emotivo y entretenido ha sido!

¿No pensáis que a veces la redención es demasiado rápida? Aquí no se soluciona en dos párrafos.

Afortunadamente, la trama enseña una lección a todos los involucrados, permite que unos recuperen confianza y trozos rotos de su espíritu, ayuda a otros a reconstruir su honor y luchar por la verdad de su corazón, y reúne a la familia Lancaster en el reconocimiento de una hermana vital en su seno. Creo que la historia es muy completa y redondeada, dando espacio al humor, el cortejo, la decepción, la redención y la felicidad en su justa medida.

Me encapriché sin dudarlo de la pareja de Perséfone y Adam en el primer libro. Con total devoción, he seguido su evolución a lo largo de los años que transcurren en las siguientes novelas. Prometo que el personaje del duque aterrador brilla con una fuerza arrolladora en este tercer tomo. Me he reído con total libertad con este hombre tan imperioso. Suelta amenazas, improperios y desprecios con el dominio del aristócrata más avezado en su cruzada de cancerbero por su pupila, atemperado por la sabia presencia de la duquesa que se sabe merecedora de todo su amor y protección.

¡Qué pareja! A la cual añadimos los otros miembros de la familia Lancaster, con sus personalidades tan destacables como la de la niña Artemisa y su teatral dramatismo que tantas escenas llena. No hay duda que es una novela vivaz, repleta de personajes que amenizan el argumento con diálogos animados, ideas propias, comicidad acertada y afecto palpable. Me lo he pasado estupendamente con esta lectura y es un broche de lujo para terminar el año.
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Dafne comienza su temporada de presentación en sociedad. Pero es una chica tímida a la que le cuestan ese tipo de relaciones, fiestas y todo lo que conlleva. Un día aparece James Tilburn, al que conoció cuando era niña y su corazón no ha podido ovidarlo.

Se trata del tercer libro de la serie de los Lancaster, ambientada en la época de Regencia. Esta es una historia más pausada, pero a la vez muy dulce. Tiene algunos momentos divertidos de la mano de Artemisa (estoy deseando conocer su historia), pero en general es una historia tranquila, aunque con mucho sentimiento.

Dafne es una apasionada de las plantas, los libros,... una chica muy inteligente que tiene su propia opinión, aunque le cueste expresarla. Desde el principio, ha estado muy protegida por su cuñado, con quién mantiene una conexión especial. Me ha encantado ver la faceta cariñosa de éste, de normal un hombre muy serio.

James esconde un secreto, influido por su codicioso padre, al que sólo le interesa ascender socialmente. James es un hombre preocupado por su familia, no quiere seguir los pasos de su padre y tendrá que demostrar que es digno de confianza y del amor de Dafne.

Una historia preciosa, donde vemos las costumbres de la época, llena de cariño, pero también veremos engaños. Tiene ideas muy interesantes que nos llevarán a reflexionar y momentos muy emotivos. Además, está inspirado en el mito de Dafne.