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“El día que Marina atravesó el mapa” es un cuento infantil enfocado a niños de entre ocho y diez años. Como todo libro dirigido a los más pequeños contiene una serie de rasgos que lo caracterizan; letra grande, vocabulario sencillo, frases cortas, narrativa ligera y significados concretos. Los personajes son variopintos y reflejan la diversidad que podemos encontrar en la actualidad. Cada uno destaca por un rasgo diferente y bajo su comportamiento y forma de ser se halla una historia más profunda que conforma su personalidad. Esto es algo que Marina va conociendo durante el transcurso de la trama, y que la autora enfoca como una crítica hacia los prejuicios, la empatía y el no juzgar precipitadamente sin conocer a los demás. Los ambientes y paisajes que se describen son creativos, llenos de parajes bucólicos y completamente fantasiosos, dotados con elementos excéntricos y surrealistas, que seguro causan la diversión de los más pequeños. Las ilustraciones, a pesar de ser en blanco y negro, son muy bonitas, con un estilo característico de los cuentos infantiles, adaptados a la edad que se dirige el cuento. La estructura del relato se centra en una presentación ligera del personaje central para dar paso a la trama que concluye con un final que poco a poco va tomando cuerpo. Los temas transversales que se tratan en el libro son; la alimentación saludable, el respeto hacia las diferencias y hacia los mayores, el egoísmo, la amistad, la empatía y los prejuicios. Otro temas que se reflejan, aunque de forma puntual, son; aprender a conocer a los demás, el respeto por las cosas, aprender a perder con deportividad en los juegos y superar los miedos siendo valiente y continuando hacia delante. La trama es sencilla y se encuentra llena de aventuras y retos que Marina debe superar. Mediante ellos, la niña irá conociendo a una serie de personajes y viajará a diferentes mundos irreales y estrafalarios como el pueblo de casas que se comen o el reino de los juguetes, de los que aprenderá una lección. En definitiva, es un libro divertido que saca sonrisas ante las situaciones absurdas y descabelladas que van sucediendo, así como por los mundos tan fantasiosos y surrealistas que recorre la protagonista. Cabe destacar que al final del libro incluye un apéndice con una serie de actividades que facilitarán al niño no solo la comprensión lectora, sino que ampliará su vocabulario a través de juego de palabras, entre otras, trabajando de forma más profunda el cuento. Lo recomiendo mucho sobre todo para tener en una biblioteca de aula y en una biblioteca infantil, ya que cualquier niño que lo coja no solo se dejará embaucar por esta fantástica historia, sino que además le ayudará a desarrollar su imaginación en un grado potencialmente alto y le ayudará a descubrir una serie de valores con los que reflexionar posteriormente. |
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