EL Don de la Diosa. La huida

Después de como termino La redención y el sufrimiento con los últimos capítulos tenía mucho miedo de leer esta segunda parte y a su vez tenía muchas ganas para saber que nos tenía preparado Arantxa, pero tuve que tomarme unas semanas de distancia porque mi cabeza necesitaba separarse un poco de los sentimientos que me hizo pasar La redención. Ahora, después de leer La huida no sé cómo voy a poder esperar hasta febrero a que salga la tercera y última parte de la trilogía.

Para mi Tristán fue un personaje tan completo, uno con el que conecte tan rápido y hacia tanto tiempo que no me pasaba con un personaje que no sabía cómo iba a llevar no volver a verlo, volver a conocer a dos personajes y dejar atrás a Tristán se me hacia complicado. Ingenua de mi que pensé que nadie podría estar a la altura de él, pero llego Noah y en el primer capítulo me cautivo y desde ese primer momento se hizo igual de especial que Tristán, sé que es difícil que en un solo capítulo puedas conectar con un protagonista, pero Noah es tan especial, tan dulce que solo quieres protegerlo.
Al ser una segunda parte pensaba que no pasaría una gran cosa que sería mas transacción para esa última parte, pero que equivocada estaba Arantxa ha sabido sorprenderme con esta historia. Tanto la primera como la segunda parte son independientes, se podrían leer independientes pero yo os aconsejo que las leáis por orden para poder entender ciertas cosas.

En La huida nuestros indiscutibles protagonistas son Noah y Kira que alternativamente van contándonos los acontecimientos que van pasando y como los van viviendo. Esta historia comienza años después de la redención, tenemos la premisa de que entre Núcleo y Mudna están es una permanente guerra, el Código que controla a todos los habitantes de ambas partes, que ponen leyes e imparten justicia pero siempre favorable para ellos porque lo único que buscan es que los ciudadanos estén doblegados y no indaguen que paso hace años para que su mundo cambiara y llegarán a como están ahora, pero hay unos seres que los llaman Anomalías son seres que son mágicos, que la magia vive en ellos, la magia es un tema del que no se puede hablar y si alguien lo hace puede correr peligro.
Como veis la trama tiene mucho para enganchar y más cosas que no os he contado pero que son mejor que las descubráis, tengo que decir que el Worldbuilding que vuelve a crear la autora es uno de sus atractivos, junto con la nueva sociedad y sus culturas. Arantxa nos hace adentrarnos en un mundo que ha cambiado pero que nos atrapara de la misma manera.

Pero todo esto no sería lo mismo sin nuestros protagonistas, otros gran punto fuerte de la novela. Tenemos a Noah un chico dulce, que ha perdido la memoria y no recuerda nada pero que quiere descubrir que le paso y llevar un mensaje a todos para que sepan que les paso en el gran acontecimiento que nadie se atreve a hablar. Un chico que desde que abrió los ojos y no recordar nada no ha interaccionado con nadie, así que está lleno de curiosidad tanto por las personas como por todo lo que sus ojos ven, esto hará que en más de una ocasión nos de grandes momentos en los que sonreír por su falta de "decoro" o curiosidad y en otras cuando su curiosidad es tan grande la vergüenza que le hace pasar. El ver como poco a poco y descubrir desde sus ojos Nueva Erain ha sido un viaje sorprenderte y me ha hecho pensar que a veces no nos fijamos mucho en los lugares que estamos y que nos podemos perder cosas por estar pendientes de cosas que a lo mejor no tienen importancia. Sé que no se nota mi amor por Noah (esto lo digo con ironía por si no se entiende).
La otra protagonista es Kira, con ella me costó un poco mas conectar pero en el momento que lo hice he vivido con ella todo a tope, aunque en algún momento me ha faltado tal vez que mostrara un poco más sus sentimientos y ha sido un personaje que se guardo mucho para ella. Una mujer fuerte, pero que tiene sus debilidades que intenta no mostrarlas a nadie, que vive para que Núcleo siga avanzando y que vivan lo mejor que pueden, hay días en los que no descansa y ya no sabe lo que es hacer algo para disfrutar de ello. Pero si no es poco tener sobre sus hombros el peso de Núcleo alguien está intentando acabar con ella y tiene que andar con mil ojos y no puede confiar en nadie.

Tenemos bastantes personajes secundarios, pero me quedo con Runa, Ézer y Sid.
Runa es una chica muy misteriosa, que no habla mucho, que esconde de donde viene y que hace donde está. Es la primera persona que Noah se encuentra y los dos se adentrar en Nueva Erain para ir a Núcleo, pero lo que no saben es que ese primer contacto harán que sus vidas se unan en una aventura que ninguno de los dos espera. Ézer, es el hermano de Kira, entre ellos se nota que se quieren mucho, pero Ézer quiere descubrir Nuevo Erain pero se queda al lado de su hermana porque sabe que le necesita, que para mí se ha vuelto en más de un momento un personaje principal. Y luego esta Sid, el chico que parece una cosa pero que resulta que será otra, una persona que nos sorprenderá. Sid es el hijo del gobernante de Mudna, poco a poco Sid mostrara su verdadera cara y plantara cara a más de uno.
La evolución que han tenido todos los personajes a lo largo de la novela ha sido un aspecto que me ha sorprendido y gustado, sobre todo en este aspecto Noah ha sido uno de los que más ha crecido a lo largo de la historia. Cada uno a su ritmo, dándonos grandes momentos y en algún momento grandes lecciones , pero sobre todo darnos cuentas que en Nueva Erain con personas como ellos aún hay esperanza.
Y luego viene el momento salseo y poder shipear muy fuerte en la parte romántica, si la hay y la he disfrutado mucho, está presente desde la mitad hacia el final, pero no llegar a ocupar gran parte, son momentos, pinceladas que poco a poco se van construyendo sentimientos y que poco a poco van evolucionando. Como me gustan a mí el romance surge poco a poco.

El único pero que le puedo poner a esta novela es que hay capítulos de extensión largos y alguna vez me ha costado terminar capítulos y se me hacia cuesta arriba un poco la historia. Pero os puedo asegurar que esto Arantxa lo suple con la trama, la acción y sus personajes. Empecé a leer a la autora con esta trilogía y con esta segunda parte se que la seguiré leyendo porque el poder que tiene de transmitir, de hacerte recapacitar y de unas historias con fuerza pero a la vez con critica. Y que ha sido capaz de dejarte con la miel en los labios con el final de la huida y querer que llegue YA febrero para poder terminar esta trilogía, que también se que en que llegue febrero me va a dar mucha pena tener que terminarla, sobre todo porque me voy a tener que despedir de unos personajes tan maravilloso que dolerá, pero siempre podre volver a Erain o Nueva Erain.

La huida ha sido una historia con la que no he podido parar de leer, que la he disfrutado igual o más que su antecesora y ha sido una historia que he la he vivido muchísimo, con partes muy emotivas y otras en las que poder soltar una carcajada pero también hay momentos para soltar alguna lagrima. Arantxa tiene una narración que te cautiva, con una imaginación que no tiene límites y unos personajes fuertes que harán que no quieras parar de leer hasta llegar al final.

Hace más o menos medio año que comencé a leer esta trilogía y la verdad es que los tiempos entre una y otra me están viniendo bien para mantener los detalles en la memoria y a la vez no desesperarme esperando cada continuación (la tercera ý última parte llegará también en pocos meses). Aun así, recuerdo que al terminar La redención me quedé tan tocada sentimentalmente que no sabía si tenía ganas de empezar de cero con dos nuevos protagonistas y acordándome todo el rato de lo guay que es Tristán como narrador y de la relación fraternal tan lograda que se plasma incluso aunque ambos personajes estén separados la mayor parte del libro. Así que no tenía claro que esta parte fuera a estar a la altura, también porque siempre soy muy reticente con las segundas partes de trilogías que suelen ser en realidad una transición para prepararnos para el final. Este no es el caso porque son historias independientes y no importa demasiado el orden en el que se lean y por supuesto, podéis leer con tranquilidad esta reseña porque no tiene ningún tipo de spoiler ni de esta novela ni de la anterior.
Bien, pues una vez superados todos estos prejuicios sin fundamento ninguno y tras leer los dos capítulos iniciales de Kira y Noah que aquí pasan a ser los narradores en primera persona de sus respectivas tramas, todo ha sido leer y disfrutar y sorprenderme y emocionarme de nuevo como la primera vez. La huida parte unos años después del final de la redención, pero apenas se hace mención a esos acontecimientos más que en unas cuantas pinceladas de conexión con la primera parte de forma que, como digo, se podría leer esta novela de forma independiente y continuar con la anterior a modo de precuela (realmente son novelas estructuradas de forma tan independiente que solo comparten mundo y algunas referencias a personajes). Aquí la idea central es que Erain ahora es Nueva Erain y tiene una guerra permanente entre sus dos principales, Núcleo y Mudna, y todo lo demás son lugares inhóspitos para la gente no civilizada. Hay un régimen totalitario que controla todos los aspectos de las vidas de los ciudadanos, ya sean humanos o draizs (las dos razas que conviven en continuo conflicto) y la magia se ha vuelto un tabú del que nadie puede saber ni hablar, aunque en medio de todo este ambiente rígido, lleno de intrigas políticas y luchas de poder en ambas ciudades existen seres con la capacidad de controlar una parte de la magia, a quienes se conoce como “anomalías” y que son considerados un peligro por el régimen.
La novela está estructurada en tres partes y dividida en capítulos alternos que intercalan los puntos de vista de los dos protagonistas, Noah y Kira, ambos como narradores en primera persona. de Noah no os puedo contar más de lo que el pobre chico sabe de sí mismo: vive en una casa en la playa, él solito, rodeado de libros y viejos documentos y su memoria solo se remonta a unos dos años atrás. En ese tiempo, nunca ha interactuado con ningún otro ser y su personalidad está por formar debido a que no guarda ningún recuerdo sobre su pasado, sobre quién o cómo era, ni tampoco sobre las costumbres sociales o las habilidades para tratar con otra persona. En realidad se comporta como un niño lleno de curiosidad por todo, con muchas ganas de aprender lo que no recuerda y con toda la inocencia que puede tener alguien que no ha vivido en sociedad. Y así empieza La huida, con un misterio que va a rodear tanto a este personaje como a toda la novela. Así que por si no he sido clara, mi personaje favorito por excelencia en esta nueva entrega de la trilogía es Noah y no tengo ninguna duda pero os voy a dar pruebas.
Con permiso de Tristán, tengo que decir que Noah es un bollito inocente en todas y cada una de sus interacciones. Ha sido una gozada ver su crecimiento personal (de forma literal debido a la falta de recuerdos) y la evolución que ha experimentado en toda la novela, aunque se vea de forma más clara hacia el último tercio del libro. Es un ser adorable que va aprendiendo a relacionarse y a interactuar desde el primer momento en que conoce a otro ser humano (en su caso, Runa, una chica misteriosa que llega en barco a su pequeño paraíso playero y que trastoca su burbuja de ignorancia absoluta en cuanto a relaciones sociales). También Ézer, el hermano de Kira, es un personaje que aunque aparezca como secundario, mantiene un papel relevante y con respecto a Noah, que me ha cautivado por su forma de ser, de relacionarse con Kira y de relacionarse con Noah. Y si tengo que señalar el culmen de personajes relevantes en La huida no puedo dejar de mencionar al enigmático Caimán, esa figura mítica que Noah va siguiendo casi como un automáta, porque es el único referente que tiene el chico en conexión con su pasado.
Por el contrario, no sé qué me pasa con los personajes femeninos de Arantxa Comes que no logro encariñarme con ninguna. Quizás sea porque no están pensadas para “encariñarse” con ellas o porque en comparación con los protagonistas masculinos ellos sí que logran tocarme el corazoncito. En cualquier caso y gustos aparte, la construcción de la protagonista femenina, su historia personal y el desarrollo de su carácter es impecable y contra eso no puedo argumentar. Kira es la máxima autoridad de su ciudad y tiene que estar continuamente tomando decisiones difíciles, aunque su personalidad pragmática y poco emocional le permite permanecer en el cargo pese a que se encuentre continuamente en conflicto consigo misma, demostrando su valía ante sus líderes y también ante sus rivales. Tanto Noah como Kira son personajes redondos e incluso me atrevería a decir que debido a la evidente falta de memoria y de pasado de Noah, la construcción de Kira es la que queda más patente en la novela, al menos hasta que se resuelve el misterio central de por qué Noah es como un bebé adolescente. Hasta entonces, también tenemos un nivel de salseo romántico que apenas vislumbramos en la primera parte de la trilogía. Aquí hay dos parejas muy definidas y no sé por qué yo no esperaba que hubiera algo de romance y aunque tampoco digo que sea de las tramas más relevantes, ayuda a mantener el interés en la lectura.
Para envolver todo este paquete, la edición está tan trabajada como en la primera novela, cuenta con mapa y con un glosario de las palabras desconocidas que se utilizan en la novela y también se incluyen las ilustraciones de los protagonistas, además de detalles en el inicio de los capítulos. Y hablando de capítulos, una de las pocas pegas que he encontrado en esta novela es que se me han hecho demasiado largos pero no sé si por la longitud en sí o porque el ritmo de lectura a veces me parecía irregular y no veía el final de algunos episodios, dependiendo del personaje o de la trama en la que se encontrara en ese momento. Sin embargo, también tengo que comentar que, sin coincidir con sus libros publicados, ya es la tercera ocasión en la que he podido leer a Arantxa Comes y cada vez tengo más claro que el potencial de esta autora está pasando demasiado desapercibido entre tanta novedad juvenil. Su prosa es exquisita y tiene tanta fuerza como la propia historia, y siento no tener más gente con la que poder fangirlear a gusto sobre una trilogía que tiene espíritu cinematográfico.

En definitiva, aunque forme parte de una trilogía, esta novela tiene una historia redonda que si bien solo se disfruta al completo cuando se conocen todas las conexiones entre las tres novelas, es una buena opción para arriesgarse a conocer un mundo muy original. Los personajes tienen una construcción correcta en cuanto a técnica e inmejorable en cuanto lo que nos hace sentir cuando vamos conociéndolos poco a poco, con su presente y su pasado fundiéndose al final del libro. Arantxa Comes sabe manejar muy bien los tiempos de tensión y los giros argumentales (de hecho, gracias a uno de esos giros he podido perdonarle el sufrimiento que me hizo pasar con La redención), y por supuesto, ha sabido dejar la trama en el punto más crítico para que me esté mordiendo las uñas de cara al final de la trilogía. Por mi parte es una clara recomendación de novela, trilogía y autora con la que seguro acertaréis si os gustan las historias distópicas, futuristas y de fantasía, todo en uno.
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Una historia muy emocionante y entretenida.
Arantxa nos vuelve a dejar con la boca abierta con el sorprendente mundo que crea y los nuevos personajes.
En este caso, la historia nos la cuenta Noah y Kira dos vidas en un principio totalmente paralelas y que no nos dejan de sorprender durante toda la novela.
Noah me ha enamorado desde la primera palabra por su sencillez y por su ternura.
Deseando conocer el desenlace de esta historia.