No puedo negar que el libro ha sido entretenido, pero he odiado a más no poder al personaje de Gordon. Un hombre egocéntrico es poco, está convencido de que el mundo gira a su alrededor y se cree el más inteligente y apuesto. Tiene un concepto de la moral bastante retorcido y definitivamente una suerte que cualquiera le envidiaría, aunque sus acciones no sean las más correctas y justas. En su afán de cumplir con sus metas individuales tanto en el trabajo, en las vacaciones y en el amor, hace cosas tan estrafalarias que es imposible sonreír por lo inaudito y sobre todo porque en general logra lo que quiere de una u otra forma, sobre todo cuando se trata de vengarse de aquellos que según él le han ocasionado daños inadmisibles. Sin duda cumple el papel humorístico, un humor negro a mi parecer. Lo cierto es que le ha bajado al menos una rayita a mi concepto del autor, del cual he leído otras novelas de gran calidad. Para gustos los colores, pues he encontrado que Chicot se siente orgulloso del Diario de Gordon. + Leer más |