Detrás del cristal

Qué estupenda historia tan llena de sentimientos que te llegan hasta lo más hondo.🥰

Se acerca la Navidad y la vida de algunas personas que viven en Madrid está a punto de cambiar. El frío navideño, los bares de copas, el árbol de Navidad, los centros comerciales y las compras de regalos... todo forma un gran escenario para estas historias que se entremezclan, porque Madrid es grande, pero el mundo es un pañuelo.

A través de capítulos cortos que abarcan diversos lugares y horas, se nos va presentando a los protagonistas, principales y secundarios. La narración viene de su mano, aunque a veces interviene también una especie de pseudociencia exterior que nos ayuda a reflexionar sobre las situaciones que se dan en la historia. La novela traza un arco que inicia con situaciones difíciles que atraviesan los protagonistas; se sitúa en la cresta con un remanso de paz y alegría, con momentos divertidos que se disfrutan, para luego descender en picado sumergiéndonos en una historia seria, dolorosa, que vemos venir como espectadores inermes. Nos deja un final feliz envuelto en cierto aroma agridulce, tal y como es la vida, porque esta novela va de eso, de la vida misma.

El mundo en el que viven los protagonistas no es ni dulce ni perfecto: Ana es madre soltera, no tiene trabajo y el casero está a punto de echarle del piso alquilado el día de Navidad; Andrés tiene un buen puesto de trabajo y dinero, pero sufre crisis de ansiedad y su novia lo deja la víspera de Navidad; Carlos y Eva poseen un bar, aunque han contraído una enorme deuda que no pueden pagar y están a punto de perderlo; Raquel recibe mensajes de correo extraños y, además, Paco, su marido, ya no es el hombre que era.

Todos ellos viven unas navidades agitadas en las que Pablo, el bebé de Ana, será el desencadenante de que la vida de todos ellos cambie. Quizá nos golpea el contraste entre la inocencia infantil, toda sonrisas y despreocupación, y la cruda realidad de la vida adulta; pero también nos damos cuenta, a través de la historia, que la Navidad es un tiempo para volver a ser niños, para creer en algo, para tener sueños. Andrés y Ana lo experimentan durante un tiempo, ese en el que se dejan llevar por el corazón y rozan con las puntas de los dedos el verdadero amor, hasta que la razón se impone y vuelven a darse cuenta de la realidad que los rodea.

Me encanta cómo escribe Mayte y esa capacidad que tiene de sumergirte en los sentimientos de los personajes para reír con ellos y sufrir con ellos. Me fascina su prosa tan elegante y ese toque poético que introduce de vez en cuando. Detrás del cristal me ha parecido una historia sublime, a pesar del dolor que derrama a través de sus letras, porque al final el amor no cura todas las heridas, pero nos abre un camino a la felicidad y a los sueños.

Otro libro mas de Mayte Esteban que leo y que me gusta. Ambientado en la época navideña, ideal para leerlo en estas fechas.
Lo mejor de todo como un personaje que no dice ni una palabra tiene una presencia tan grande en toda la historia. Me estoy refiriendo a Pablo ese bebé que se hace querer por todo el mundo.
Esta novela cuenta muchas historias de superación porque quien mas quien menos tiene cosas que remendar.
Me ha gustado mucho la evolución de los personajes. Como van cambiando a medida que Andrés y Ana se van conociendo. Y, sobre todo, me ha gustado que la historia de amor entre ellos sea a fuego lento y que se tome su tiempo y tenga su ritmo sin acelerarse en ningún momento. Los dos se merecen algo mejor que lo que tienen porque los dos son muy buenas personas.
Una historia muy bonita y entrañable que tiene, como la vida misma, sus momentos menos bonitos. Muy recomendable para cualquier época del año aunque se ambiente en Navidad.

Qué maravilla de libro, me ha gustado mucho y lo he disfrutado. Los capítulos, en su mayoría, son cortos, y me ha encantado cómo la autora ha indicado al principio de los mismos el lugar y la hora en donde se desarrolla la trama de cada uno.
Los protagonistas principales son fabulosos, tanto Ana como Andrés están en un momento muy complicado de sus vidas. Ana está desesperada, lo sabe y toma una decisión muy difícil para intentar solucionar las cosas y seguir adelante. Andrés, sin embargo, piensa que lo tiene todo planeado al milímetro, sin embargo, las cosas no son así y lo descubre de manera traumática.
Es una historia preciosa que transcurre en navidad, en pocos días, pero con unas situaciones tan intensas que hacen que parezca que el tiempo ha sido más. La relación de Andrés con Pablo es tierna y hay una conexión especial entre ellos. Quizá lo que ocurre entre los protagonistas me ha parecido algo precipitado, pero es ambos se hallan en situaciones complicadas y es una época especial.
Esta novela toca muchos temas delicados de los que llegan muy adentro y conmueven, tratados con gran delicadeza por la autora, aunque he de decir que hay una situación que no puedo perdonarle a la escritora y que me afectó mucho.
Es un libro muy bonito que recomiendo, incluso tiene momentos que me hicieron reír y a pesar de las situaciones difíciles, el mensaje que lanza es muy esperanzador.

Una historia llena de casualidades y momentos muy surrealistas, pero aún así, me ha gustado, porque la manera de escribir de esta escritora tan ágil y fluida hace que no puedas parar de leer.
Me enganché desde la primera página, quería saber cómo se iban a solucionar las catástrofes que le pasaban y en las que se metía la protagonista.
También toca temas duros de la vida real que te hacen pensar.
Con un final previsible, pero al ser la lectura tan fácil te olvidas del surrealismo y te dejas llevar.
Os la recomiendo.

Una historia dura y tierna a partes iguales. También un poco surrealista pero eso es lo de menos. El personaje de Pablo es lo mejor de la novela y el carácter y las fuertes creencias de Ana te hacen pensar hasta que punto está dispuesta una madre (o una mujer) para ser feliz.