Cuando reescribamos la historia

¿Han querido leer un libro solamente porque lo han visto recomendado en todos lados? Bueno, a mí me pasa muy seguido y la verdad es que cuando se trata de libros LGBT+ siempre termino amándolos (Aristóteles y Dante, Simon vs the homo sapiens agenda), así que automáticamente este pasó a mi lista de más anticipados y cuando lo vi en las novedades de la editorial no dudé ni un segundo en pedirlo, luego escuché a la autora dar una pequeña sinopsis y me morí, se los juro. Así que mejor vayamos con la reseña, que hay mucho que decir...

I'm speechless, llevo horas intentando hacer la reseña pero nada sale, les juro que amé el libro, pero no tengo forma de expresarlo y siento que cualquier cosas que escriba será insuficiente para hacer que lo lean...

Imagínate con 28 años, siendo becario del trabajo que deseas, yendo a una reunión de ex-alumnos donde detestas a todos y el colegio solo te trae malos recuerdos. Agrégale que a esta reunión llega el chico que asesinó a sangre fría con tan solo 18, y pasó 10 años en prisión; sin mayor explicación, te da un diario donde cuenta el por qué del asesinato. Obvio te quedas sin palabras, no sabes qué hacer ni cómo proceder, así que mejor vas a casa a leerlo bajo la luz de la luna roja, que para algunas culturas significa cambio, el poder de cambiar las cosas que van a suceder. Plot, despiertas en la cama del cuarto de tus padres, aún tienes 17 y es el primer día del último año de escuela, las cosas son como las recordabas: tus compañeros son una mierda, tu mejor amiga aún teme que su secreto se sepa y tu ex-mejor amigo está libre, aún no ha asesinado a alguien. ¿Acaso tuviste un sueño profético o en realidad tienes una segunda oportunidad para cambiar las cosas y vida de otras personas? Y esto, es lo que le pasa a Julen. Debe averiguar qué fue lo que llevó a Ibai a asesinar a alguien y evitarlo, pero no tiene idea de cómo acercarse tras años de silencio y ausentismo entre ambos, pareciera que solo un milagro podría hacer que Ibai se abra ante Julen y pueda evitar la catástrofe.

Okay, esto está mejor y la verdad ya estoy llorando metafóricamente porque quién no ha soñado con tener una segunda oportunidad para cambiar algo de su pasado para decirse a uno mismo: "dude, hazlo, luego te vas a arrepentir" o "ni se te ocurra, retírate lentamente". Pues Cuando reescribamos la historia es eso, una segunda oportunidad, ¿y saben qué es lo mejor?, la segunda oportunidad que se le dio a Julen no la usará para él, sino para Ibai y lloro porque es hermosa la actitud desinteresada de Julen, porque a pesar de haber dejado de ser mejores amigos él sigue guardándole cariño y no importa que Ibai lo odie, no dejará que arruine su vida. HER-MO-SO. ¿No les ha pasado que dejan de hablar con alguien, se pelean o equis cosa, pero no pueden borrar los buenos momentos que pasaron? Así Julen con Ibai. Y les juro que la mínima interacción que tenían estos dos me derretía el corazón y le gritaba al libro (quizás en más ocasiones de las que me gustaría admitir) porque necesitaba más de ellos, más palabras, más contacto, más interacción intangible... perdón, me sobresalto, pero este par me mata.

Algo que pasa con los libros juveniles/contemporáneos es que apuestan mucho por sus personajes y los vuelven el punto fuerte de la historia. Y Belén se la jugó con esta carta y lo hizo de manera magistral. Joya de personajes que le salieron y les aseguro que por lo menos uno se quedará en su corazón por mucho, mucho tiempo. Y para aclarar, no es una novela de personajes, son excelentes, sí, pero la trama es de mis favoritas, súper original; estás en suspenso, al borde de las páginas y con los feels hasta el cielo.
Julen, nuestro protagonista. No sé ni por donde empezar con él. Creo que es el típico personaje de chico gay que vive retraído y solitario porque nadie lo entiende y él no se molesta en encajar y a la vez es un personaje único, que tiene un sello especial y que no lo puedes comparar con nadie (¿tiene sentido algo de lo que estoy escribiendo?). Y es imposible no amarlo. Sinceramente es mi personaje favorito y creo que será uno de los más memorables. Para rematar diré que prefiero cuarenta mil veces al Julen de 28 años becario en una editorial, ese señor es una joya de personaje.
Ibai, el chico que fue a la cárcel. Era el mejor amigo de Julen y por extraños motivos dejaron de hablarse. Él es otro de mis favoritos. Es tan oscuro, retraído, duro, inclusive raro, pero no puedes evitar querer abrazarlo y protegerlo. Y es que Belén crea arte porque sientes la misma necesidad de Julen de querer saber más y más y a la vez no quieres asustarlo con tu cariño. Ibai me rompió el corazón más de una vez y no porque sea una mala persona, sino porque tiene una buena vida pero no puede darse cuenta, es como si tuviera un filtro oscuro puesto permanentemente. En serio moría por entrar al libro y darle un abrazo largo. Incluso quiero hacerlo ahora. Ibai es un personaje que duele, y mucho.
Melissa, la mejor amiga de Julen. Con ella vemos el tema del "descubrimiento" de la sexualidad. Es lesbiana, lo sabe, no lo niega, pero no quiere que se sepa. Tiene miedo de su familia conservadora y del qué dirán en la escuela. Y bueno, me encantó, su historia, la interacción con Julen, la fuerza, valentía y vulnerabilidad que muestra.
Oliver, un chico de otra clase que es el más inteligente, pero también el más insoportable y por eso no tiene amigos. La primera vez que lo conocemos es en la reunión de ex-alumnos, y es claro ejemplo de que no por ser el más listo cumplirás todas tus mentas, a veces tropiezas y es difícil levantarte. Obviamente intuimos qué pasa con él y es que simplemente no sabe relacionarse porque vamos, ¿a quién no les costó tirar barreras en la escuela y cuando encontró la forma de hacerlo ya era demasiado tarde? de él no quiero hablar mucho porque es una gran revelación en la historia, pero para mí fue equis. Lo odiaba y lo amaba, jaja.
Y tenemos muchísimos personajes más que son muy relevantes en la historia y de los que podría hablar infinitamente, pero quiero que los descubran poco a poco. Todos están por algo y aunque aporten poco, es significativo.

¿Podemos hablar de la narrativa de Belén? Es oro. Una joya. Simplemente hermosa. de hecho me recordó demasiado a la forma de escribir de Benjamin Alire Sáenz y Clara Cortés, como un collage, pero no se equivoquen, no simula un estilo ni nada así, es única y muy descriptiva en cuanto a emociones se refiere. No sé cómo explicarlo, pero maneja un nivel increíble de profundidad en sus personajes y escenas. de hecho es muy fácil congeniar con lo que está sucediendo: escena triste, te sientes triste; escena feliz, tienes una sonrisa en la cara; escena romántica, te comienzas a sonrojar. Okay? Okay. Ay, no sé, estoy enamorado. Y me muero por leer Una sonata de verano.

Obviamente tenemos un romance y saben que soy muy antifan de los romances straight, y con los LGBT simplemente me derrito, pero creo que me estoy amargando porque en esta ocasión no me convenció. ¿Y saben qué es lo peor? Está desarrollado perfectamente. No es un instalove, no está forzado y es como una película romántica que te derrite el corazón. Mi problema es que yo estaba concentrado en la historia de Ibai, todo mi ser estaba ahí, con el Jesús en la boca deseando conocer más y más del pasado de estos ex-mejores amigos.

¿Lo malo? Me faltó Ibai. Me faltó más de su historia. Tenerlo como objetivo es lo mejor, en serio que cada interacción con él me quitaba el aliento y cada vez que Julen se acercaba sentimentalmente yo gritaba de emoción. Con los pocos atisbos que tuvimos de él y su dinámica familiar me bastó para quererlo. Desde mi muy humilde opinión, si hubiera sido una historia narrada a dos voces habría sido oro. ORO. de verdad creo que sería un narrador perfecto, incluso puedo imaginar sus capítulos en mi cabeza. *se recuesta y llora por una hora o dos*

La verdad no sé si algo de todo lo que escribí tiene sentido, pero llevo horas frente a la computadora intentando aclarar mis ideas y lo único que puedo formular es LEAN EL LIBRO, ES UNA OBRA DE ARTE QUE LES VA A LLEGAR AL CORAZÓN Y NO PODRÁN SACAR DE SU CABEZA LA HISTORIA DE JULEN E IBAI.
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Cuando reescribamos la historia se va al top de lecturas de este año, ha sido una historia que me ha hecho sentir muchísimo, me ha tenido pegada a sus páginas para saber que pasaba con Ibai y si Julen conseguía su propósito, pero este libro es mucho más que solo reescribir la historia, porque a veces somos capaces de cambiar cosas pero a veces no vienen solas sino con muchas cosas más que jamás esperaremos. Momentos de risas, de lagrimas, de impotencia e ira por lo que pasa. Pero este libro es un canto a la esperanza y en creer en el ser humano porque cuando nos juntamos somos capaces de hacer cosas maravillosas.
Esta historia comienza en 2018 con una reunión de antiguos alumnos, diez años después de que Julen terminara el instituto volverá a ver a sus compañeros, de los cuales con la mayoría no se llevaba bien, solo mantiene amistad con Melissa que en el instituto ya era inseparables. Julen no quiero ir a la reunión porque piensa que es una pérdida de tiempo, no quiere ver a sus ex compañeros porque ninguno le cae bien, pero no espera que pase algo que alterara toda la reunión, aparecerá Ibai un antiguo amigo y ex compañero de instituto pero su historia termino muy diferente al resto de los compañeros, no termino el bachillerato porque termino en la cárcel, Ibai aparece muy cambiado, con un aspecto dejado y se puede decir que hasta enfermizo, aparece en esta fiesta con un claro objetivo darle a Julen un libro para que lo publique (Julen trabaja como becario en una editorial). Después de esto sucederán unos hechos que nos dejarán con la boca abierta y el corazón acelerado ...
Pero justo después de esto Julen despierta y junto a él descubrimos que estamos en 2008 en el primer día de instituto del último año donde sucedió todo, Julen tiene sus dudas de si ha sido un sueño, una mala pasada de su cerebro porque empieza el último curso o a sido algo más que un sueño y ha sido que ha tenido una premonición de los que pasara en el futuro, aquí Julen se propone cambiar la historia o por lo menos intentarlo.
No penséis que os he contado medio libro esto son los primero capítulos.

La historia está contada en primera persona por nuestro protagonista Julen, protagonista indiscutible de esta historia pues tiene en sus manos algo importante que hacer, con el viviremos este último curso, la historia avanzara despacio y poco a poco porque nos tenemos que poner en antecedentes de como estas las cosas en el instituto y a parte también viviremos su vida personal. En esta historia contada por Julen no solo lo conoceremos a él y a Ibai, conoceremos la "vida" de otros personajes, todos aquellos que están en la misma clase, en la cual las cosas no son tranquilas y tenemos diferentes tipos de personalidades.
En la novela tenemos bastante personajes como os acabo de decir, los personajes indiscutibles son Julen e Ibai, pero no puedo dejar de nombrar a Melissa, Oliver, Cam, Saúl y Estela. Me quedo con estos personajes secundarios que harán que esta historia pueda o no llegar a buen puerto. A lo largo de la historia iremos conociendo poco a poco a cada uno de ellos, Julen es gay, un chico reservado, no muy dado hacer amistades, intenta pasar desapercibido y con una gran amistad Melissa.
Ibai es un chico con un secreto que solo una persona lo sabe y del cual jamás quiere hablar y ese secreto le ha hecho ser como es taciturno, no le gusta tener un contacto con la gente, es muy reservado, borde, con mucho dolor e ira. Hace añosJulen y él fuero muy amigos, están todo el día juntos, son dos personajes muy diferentes pero los dos son entrañables por separados, así que cuando se "van acercando" se vuelven un dúo carismático, que se respetan mucho entre ellos y sobre todo aunque hace años que no son amigos entre ellos sigue habiendo cariño y respeto.
Melissa es una gran alumna y tiene muy buenas notas, no habla mucho con los compañeros de su clase porque muchos no le caen bien, tiene un secreto que solo sabe Julen y que no se atreve a contarlo a nadie más, sobre todo por como se lo tomaran sus padres, lleva siendo amiga de Julen muchos años y entre ellos hay una gran amistad que nada la destruirá.
Oliver es el típico tío duro del instituto que puede asustar pero una vez que lo conoces ves que solo es una fachada y que detrás hay una gran persona, es el único personaje que no está en la misma clase que el resto, pero tendrá un hilo de unión con todos ellos.
Cam un chico dicharachero, no sabe callar y es muy directo y claro, es el único que conoce un secreto de un personaje y que lleva años guardándolo y es una gran carga para él.
Saúl es el matón de clase, que hace todo lo que quiere y si no es así usa la fuerza o es cruel con sus palabras, hace que sus compañeros le teman y que nadie sea capaz de enfrentarse a él.
Estela al principio tienes la impresión que es la típica chica pija, estirada y clasista, pero como se suele decir no hay que tener prejuicios con las personas y ella nos demostrara que es mucho mas, no solo la fachada que se ha creado cara a la clase, es una chica con sentimientos, lista y que será una de las grandes sorpresas de esta historia.
Todos los personajes son maravillosos, tienen una gran evolución a lo largo de la historia y sobre todo se dejarán conocer al cien por cien, una vez que Julen se propone cambiar la historia de Ibai lo que no sabe es que con ello hará que muchas otras personas entren en su vida de una forma que jamás habría pensado. Pero para mí y personalmente los mejores personajes han sido Ibai por su gran evolución, ver cómo consigue poco a poco abrirse y luchar con un pasado y sobre todo dejarse ayudar por su gran amigo y que la carga sea por lo menos en un tiempo compartida y que esto haga que no se ahogue. El otro personaje que me ha encantado conocer a sido Oliver pensaba que era el típico chico que no se dejaba conocer, que iba de duro y así alejaba a las personas, que era siempre muy directo y hasta cruel hablando, no por que dijera cosas malas, si no porque decía la verdad cruda y dura, directa y sin medias tintas, pero la verdad es que detrás de este personaje hay mucho mas, una persona con un corazón muy grande y que en más de una ocasión ha hecho que soltará una carcajada, puede que con él ha sido con el que más he conectado porque es muy parecido a mí y eso ha hecho que lo comprendiera en muchas ocasiones.

Cuando reescribamos la historia no es solo eso, no es el propósito de Julen de cambiar la vida de una persona buena, sino mucho más, una crítica social en más de un ámbito, como el instituto nos puede marcar, que esta época debe ser buena pero que a veces no lo es porque siempre te puede tocar en clase el típico matón que hace a la gente la vida imposible y es tanto el miedo que se le tiene que nadie es capaz de pararle los pies. Que todos tenemos problemas y que muchas veces la mayoría de la veces no sabemos, que es difícil pedir ayuda pero que cuando nos encontramos con una mano extendida que nos brinda ayuda nos aferramos a ella. Que la vida y la sociedad a veces es injusta y cruel, que todos tenemos problemas.
Pero que en ciertos momento cuando somos testigos de ciertos actos no podemos callarnos, tenemos que alzar la voz y dar la voz de alarma porque hay cosas que se tiene que denunciar y tiene que ser la justicia la que dicte sentencia y no tomárnoslas por nosotros mismos.
Pero es una novela que trata muchos temas el bulling que puedes sufrir en el instituto/colegio, la homosexualidad aquí alabo la forma de la escritura porque hay momentos que son muy reales cosas que están viviendo muchas personas por su orientación sexual pero que en otros momento lo hace de una forma natural como debería ser para todos el poder expresar tu sexualidad sin miedo a como se lo tomara las gente o como reaccionaran. Pero también encontraremos reencuentros, amistades retomadas y nuevas que jamás pensarías qué harías, que a veces tenemos que dejarnos conocernos, venganza, pero sobre todo como este conjunto de chicos crecen delante de nosotros y que todas las acciones repercuten en nosotros y pueden hacer que nuestra vida de giros que jamás esperamos.
Que siempre tenemos que tener esperanza y que cuando veamos que alguien necesita nuestra ayuda tenderle una mano amiga.



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Como viene siendo habitual, no sabía de qué iba esta historia porque confiaba plenamente en Belén Martínez, a quien ya había leído con Una sonata de verano y aquí podéis ver lo muchísimo que me gustó. Pese a que antes de empezar no supiera qué me encontraría, no tenía ninguna duda de que si se mantenía fiel a ese estilo tan cuidado, esta historia tendría que ser muy simple o muy superficial para que yo no la disfrutara tanto como su otra novela. Además, ambas novelas comparten universos y hacia el final de Cuando reescribamos la historia hay un guiño precioso que nos regala la autora por si el final de este libro no es lo suficientemente emotivo. Así que no solo no me ha decepcionado sino que creo que ha superado todas mis expectativas con respecto a la historia tan completa que me he encontrado en este libro.

La trama comienza en 2018, cuando Julen y su mejor amiga Melissa acuden a una reunión de ex alumnos a su antiguo instituto después de que hayan pasado 10 años sin haber vuelto a ver a sus compañeros. Algunos, como Julen, han conseguido algunas de sus metas (como convertirse en editor) pero otros solo han ido de mal en peor, como Ibai, el mejor amigo de la infancia de Julen. En su adolescencia, Ibai se había ido distanciando poco a poco de Julen hasta convertirse en casi desconocidos, de forma que ni el mismo Julen se explica cómo justo antes de terminar el instituto, Ibai llegó a matar a una persona a golpes, lo que provocó que pasará los siguientes 10 años en prisión. Ahora Ibai acude a la reunión de ex alumnos después de haber cumplido su condena solo para entregar su diario a Julen en el que le explica sus razones. Sin embargo, esa noche, una luna roja brilla en el cielo y antes de que ocurra una tragedia sin que tenga vuelta atrás, Julen comienza a leer el diario de Ibai y a la mañana siguiente se despierta en 2008, el curso en el que todo se tuerce.

A partir de ahí acompañamos a Julen como narrador en primera persona intentando comprender qué ha pasado y cómo es que sabe lo que ocurrirá dentro de 10 años, sin saber si es un sueño o una alucinación, si es real o si de verdad ha sido un aviso de que puede cambiar las cosas antes de que sea demasiado tarde. Este es el único toque mágico que tiene la novela porque todo el desarrollo de la trama es completamente realista con una historia personal de cada uno de los personajes. Julen es un chico amable, tranquilo y que no destaca en nada pero aun así trata de hacer lo posible para impedir que se cumpla el futuro que ha visto, como por ejemplo, apuntarse al club de atletismo aunque se asfixie cuando corre diez pasos solo para volver a acercarse a Ibai, su antiguo mejor amigo, quien se distanció de él sin mayores explicaciones pero ahora Ibai no entiende por qué Julen intenta retomar la relación. La relación entre ambos es desde luego el punto fuerte de la novela y la trama en torno a la que giran todas las demás pero no esperaba que además tuviera unas subtramas tan potentes apoyándose en la principal.

Me ha encantado conocer a Julen porque es un chico con el que es muy fácil identificarse: sus pensamientos a veces son divertidos o cómicos y otras veces transmiten la angustia que siente ante determinadas situaciones. Con respecto al resto de los personajes, se pueden destacar tres principales además del protagonista y narrador: Melissa, Ibai y Oliver. Melissa es una chica latina y lesbiana que no se atreve a decirle a nadie su orientación sexual; Ibai es un chico solitario y borde al que no soporta demasiado bien el contacto humano ni relacionarse de una forma sana; por su parte, Oliver es el listillo repelente que solo quiere estudiar y estudiar para conseguir entrar en Medicina sin que le importe mucho caer mal porque no está en el instituto para hacer amigos. Los tres son fundamentales para la evolución del protagonista y todos ellos se han metido en mi corazoncito por diferentes motivos, aunque el principal es que no he podido ir prediciendo por dónde iban a ir sus respectivas tramas ni cómo se desarrollaría la relación de cada uno con respecto a Julen, así que el factor sorpresa y el ser completamente impredecible es otro de los puntos más fuertes con los que ha sabido jugar muy bien la autora.

Tengo que reconocer que Belén Martínez ha logrado que todas y cada una de sus personalidades del protagonista y del resto de personajes principales me hayan atrapado desde que hacen su primera aparición. Son personajes súper interesantes con una historia personal apoyando su carácter y creando un aura de misterio en cada uno de ellos porque todos tienen algo que no conocemos en la primera presentación. Todos ellos arrastran algún tipo de obstáculo o dificultad que deben superar en su último año de instituto y Julen intenta hacer todo lo que está en su mano por cambiar su futuro o al menos mejorarlo, aunque no se imagina los secretos que pueden llegar a guardar. Esos pequeños misterios de cada uno también son alicientes suficientes para hacer que el libro se vuelva adictivo pero todo se vuelve más y más atrapante cuando comienza el puntillo de romance que impregna la novela en general, primero de forma tácita y a medida que avanzan los sentimientos de los personajes, de una manera tan inesperada y tierna que no puedo menos que aplaudir a la autora por cómo sabe llevar y construir una relación (o varias) con montones de matices grises.

Por lo demás, creo que no me voy a cansar de recomendar a Belén Martínez y su preciosa prosa. No es que tenga muchísimas florituras para hacer una narración grandilocuente sino más bien todo lo contrario. Su verdadero potencial está en crear una narración sencilla sin grandes recovecos en las frases para expresar unas ideas muy simples y así poder transmitir sentimientos más complejos, metiéndonos en la piel (y la mente) de los personajes y de todo lo que están sintiendo, poniéndonos en la situación y haciendo que empaticemos con sus inseguridades, sus dudas y sus problemáticas concretas. El libro toca algunos temas muy duros (bullying, suicidio, homofobia…) que están pensados para concienciarnos de la realidad que vivimos y de las consecuencias que pueden tener los pequeños gestos para bien o para mal en la vida de las personas que nos rodean. La historia de Julen ha sido una sorpresa enorme que no sabía que necesitaba leer hasta que la he terminado y la he podido digerir con calma como se merece.

Resumiendo un poco lo anterior y por si no se ha notado lo encantada que estoy con esta novela, me he encontrado una historia redonda en todos los aspectos que ha logrado emocionarme en cada una de las etapas por las que pasan el protagonista y sus compañeros. Aunque en su mayoría tiene escenas cómicas o distendidas, algunos tramos pueden resultar duros por los que temas que se tocan pero nada que no se pueda asimilar con facilidad, aunque solo sea para que nos demos cuenta de lo importante que puede ser ayudar a una persona incluso si no tenemos la suerte, como Julen, de saber lo que pasará si no lo hacemos. de nuevo, Belén Martínez ha conseguido que sienta un vacío enorme al terminar otra de sus historias y aunque no pensaba que fuera posible que se superase a sí misma, lo ha vuelto a hacer, desde las primeras páginas hasta el emocionante final me ha vuelto a atrapar en una historia muy realista con un toque mágico tan sutil.
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Cuando vi este libro en el mail de novedades enseguida me llamó la atención la portada; ese fondo negro con estrellas y la silueta como acento en rojo. Luego leí su sinopsis y supe que tenía que leerlo. Ya conocía el otro libro de la autora, “Una sonata de verano” pero no tuve la oportunidad de leerlo (todavía), y leí muy buenas críticas, tanto en Bookstagram como en Goodreads. Eso fue lo que me llevó también a leerlo, y la verdad es que me encontré con una grata sorpresa.

El libro comienza con Julen, uno de los protagonistas, diez años después de haber terminado el secundario, en el año 2018, y ha recibido la invitación para asistir a la reunión de egresados. Pero Julien era muy tímido, no tenía muchos amigos y sufría de bullying en la escuela, por eso se mostraba reacio a asistir, pero su mejor amiga Melissa lo convenció de lo contrario, así que asistió sin muchas ganas. En esa reunión sucede algo inesperado y ahí es cuando la historia retrocede diez años al pasado, al 2008, y es cuando todo comienza.

El estilo narrativo de la autora me atrapó totalmente, tiene una forma de escribir que me hizo acordar cuando yo misma cursaba el último año del secundario y estaba atravesando todo lo mismo que los protagonistas. Me atrevería a decir que en partes es hasta poética su narración.

Los personajes: hay uno que de principio a fin odiamos, no tiene evolución y creo que todos en nuestras vidas nos hemos topado con una persona así en la escuela, que disfruta haciendo miserable la vida de los demás. En los demás personajes vemos una evolución significativa a medida que va avanzando la novela. Descubrimos por qué actúan como actúan y qué los lleva a tomar esas decisiones.

Los capítulos son relativamente cortos, lo que agiliza la lectura, y nos permite pausar en cualquier momento si estamos cortos de tiempo para la lectura sin dejar uno pausado a la mitad (lo que a la mayoría de lectores nos super molesta, al menos en mi caso sí jaja).
Los inicios de capítulo, como ya estamos acostumbrado a ver en las ediciones del sello Puck, trae una pequeña ilustración bastante simple, tirando a lo abstracto casi, pero a medida que leía le fui encontrando forma y me pareció super genial este detalle.

Esta novela trata tres temas muy importantes y creo que la autora los supo desarrollar y aprovechar muy bien. El primero es el bullying, y al tener una segunda oportunidad para enfrentarse a ciertas cosas, el personaje de Julien trata de cambiar como es tratado por otro estudiante, trata de hacerse valer y dejar de ser llamado por ciertos nombres por su orientación sexual.
El segundo tema es la orientación sexual y “salir del closet”. A esa edad los adolescentes están un poco confundidos con quienes son y quieren ser, o ya lo tienen claro pero se enfrentan con el miedo de contarle a sus padres y ser repudiados y ser rechazados también y víctimas de bullying por sus pares en el ámbito escolar.
El tercer y último tema, y el más importante de la novela, es el abuso sexual de menores por parte de un adulto. No hay partes gráficas, pero comprendemos perfectamente por lo que ha tenido que pasar uno de los protagonistas. Y aunque la autora no haya sido víctima de abusos (lo especifica al final), sí pudo verlo de primera mano en su trabajo y todo lo que eso conlleva así que supo muy bien como plasmarlo en el libro.

Es la primera vez que leo un libro de este género, realismo mágico, y la verdad que me gustó mucho todo. Y a pesar que es un libro sobre adolescentes, no tenemos los típicos clichés ni diálogos insulsos que me he encontrado en el pasado en este tipo de libros. Los adolescentes se comportan como adolescentes, pero no como esos adolescentes tontos (eso es una cosa que detesto leer en los libros) y eso es un win win para mí.

Una última cosa que tengo para decir antes de cerrar, es que desde la mitad del libro ya intuí lo que le había sucedido a Ibai, el quién no lo sospechaba, aunque la autora nos dio pequeños indicios, pero eso no quita que no haya “disfrutado” (porque ese no es un tema que se disfrute) el libro.

Este es un libro que está super recomendado, tanto para adolescentes como para adultos. Les aseguro que desde que lean la primera hoja se van a enganchar tanto que hasta no lo terminen no lo van a querer soltar. Además nos deja muy en claro un mensaje: pedir ayuda. Sí, es difícil al principio y las víctimas de abuso creen que están solas o que fue culpa suya, pero hay que salir adelante, siempre se puede con la ayuda de un familiar o amigo. El primer paso para superarlo es pedir ayuda.

'Cuando reescribamos la historia' es el primer libro que leo de Belén, y no va a ser el último. Si antes ya tenía ganas de leer su otro libro, 'Una sonata de verano', tras descubrir su pluma y su capacidad de hacerme sentir, esas ganas solo han aumentado. Estamos ante un libro con una historia dura que vamos descubriendo poco a poco, un libro que critica algo que por desgracia sucede más de lo que nos podemos imaginar, y que a la vez nos deja claro la importancia de las segundas oportunidades, de hacer caso a nuestro instinto y de intentar ayudar a aquellos que queremos, cueste lo que cueste. Nos enseña que nunca es tarde para volver atrás y solucionar los problemas, retomar amistades, y salvar lo que está destinado a romperse. Y me ha encantado, no puedo decir otra cosa.

Julen es un personaje que comienza ganándose nuestro cariño por su profesión, o al menos el mío, porque ¿quién no ha soñado alguna vez trabajar en algo relacionado con los libros como hace él? Pero a medida que seguimos leyendo y lo vamos conociendo más, nos damos cuenta de que es un chico noble, sencillo y que por encima de todo, lucha por aquello que quiere y aquellos que quiere. Es un chico que demuestra que nunca se ha escondido por ser cómo es, en parte gracias al apoyo de unos padres maravillosos que le apoyan en todo, y que puede ayudar a quien lo lea a sentirse tan seguro como él, pese a los insultos, las amenazas, y las vejaciones que pueda sufrir a lo largo de su vida.

Por otro lado tenemos a Ibai, un personaje fuerte por fuera, pero roto por dentro. Es quien esconde los mayores secretos, esos que Julen tendrá que descubrir si quiere salvarlo y volver a tener la relación que tenían, y esa relación, esa amistad que ambos tienen, me ha encantado de principio a fin, porque es la demostración de que con ganas, todo se puede, y que nunca hay que rendirse mientras haya un rayo de esperanza que nos haga luchar por lo que queremos. Ibai es un personaje que me ha hecho sufrir, ya desde el comienzo, y que a medida que avanza la lectura se ha ido ganando mi corazón. Puedes esperar o intuir qué le ocurrió en el pasado, pero al menos yo, me esperaba que fuera por alguien totalmente distinto. Y he sufrido mucho pensando que es algo que pasa sin que nos demos cuenta.

En el libro hay otros personajes, como Melissa, la mejor amiga de Julen que también tiene un secreto que solo él conoce, y Oliver, un compañero con el que no tienen trato pero que a raíz del sueño y su afán por cambiarlo todo, aparecerá en escena de una manera arrolladora, y encantadora. Porque aunque reconozco que en algunos momentos esperaba que la historia tirase por otro lado en cuanto al romance, al final este ha terminado encantándome porque no puede ser más lento, más bonito, y más especial. En este libro prima la amistad, pero también hay hueco para el amor, un amor de esos que se ve llegar, que deseas que llegue, pero que lo hace solo cuando debe hacerlo, y eso te hace disfrutar todavía más de él.

Como he dicho, la pluma de la autora y su manera de transmitir y hacerme sentir, me ha encantado. Es un libro con momentos duros que nos ha mostrado sin tapujos, para que podamos sentir lo que sienten los personajes, indignarnos con ellos y sentir esas ganas de venganza que no llegan a ninguna parte, pero que son inevitables. Es un libro con una gran crítica hacia el acoso escolar y el maltrato, un libro que nos habla de humillación, de miedo a enfrentarse a lo que uno es, de sufrimiento, de rabia, de ira y de venganza, pero que también nos habla de esperanza, de buenos sentimientos, de amistad, de amor, y de apoyo. Y todos esos sentimientos es la autora la que consigue hacernoslos llegar gracias a su manera de narrar. Porque aunque es Julen quien nos cuentra la historia desde la primera persona, es a través de él que sentimos y comprendemos lo que todos los personajes sienten. Y me ha encantado.

En resumen, 'Cuando reescribamos la historia' es un libro con una historia de cambios, de segundas oportunidades, de volver a atrás para resolver problemas, de recuperar amistades perdidas, de afrontar sentimientos, de plantar cara al acoso, de aplacar la ira y la rabia, en definitiva, de sentir, sentir mucho y muy fuerte. Es un libro en el que tenemos a unos adolescentes que deben afrontar su última etapa en el instituto, decidir quienes quieren ser y conseguirlo juntos, apoyándose. Es un libro en el que la autora ha conseguido hacernos sentir lo que sienten los personajes, sufriendo con ellos, enamorándonos con ellos, viviendo con ellos, y eso, me ha encantado. Os lo recomiendo si os gustan las historias que pueden parecer sencillas pero ocultan mucho más. Y que consiguen tocaros algo en el interior que no olvidaréis fácilmente.

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