Corona de trueno (Beasts Made of Night #2)

¿De qué trata este libro? Nos encontramos con un Taj y una Aliya que huyen desesperados del desastre causado por la, ahora, Reina Karima y de la destrucción de su antiguo hogar: Kos. Ayudados por Arzu logran llegar a un poblado donde parecen estar a salvo y donde cada uno de nuestros personajes comenzará a aprender más sobre sus dones y sobre sí mismo, Arzu se reencontrará con su pasado y con un antiguo amor olvidado, Aliya conocerá más sobre el enorme don que tiene y como el Innominado habla a través de ella, incluso a través de su piel y, finalmente, Taj se encontrará con una nueva comunidad donde la gente como el, los Aki o devoradores de pecado, no son temidos y condenados al ostracismo si no que son amados, venerados y respetado. Pero cuando todo comienza a tomar forma el pasado reaparece, Karima les pisa los talones y el antiguo mejor amigo de Taj, Bo, se encuentra a punto de darles alcance. ¿Cómo lograrán salvarse? ¿Cómo alcanzar el perdón y la redención en un mundo lleno de caos, sangre, pecadores y bestias de pecado?

Antes que nada déjenme decirles que si notan que esta reseña en algo lenta o fuera de lo normal hay una explicación, llevo varias semanas sin sentarme a escribir nada y retomar el ritmo no es tan fácil como parece, sé que a veces da la impresión que los blogueros la tenemos muy fácil pero créanme cuando les digo que hacer una reseña no es cuestión sencilla, a veces nos enfrentamos, o al menos así es en mi caso, a una especie de vómito mental lleno de palabras, frases e ideas inconexas a las que hay que moldear, pulir y volver a pulir para que una reseña salga bien, no tengo idea de cómo esto se termino convirtiendo en un episodio de “lo que callamos los blogueros” pero así fue :V, así que tengan paciencia y les prometo que poco a poquito volveré a estructurar mis reseñas como siempre. Comenzaré diciendo que este libro me costó muchísimo trabajo de leer, me atoré, me aburrí, sufría y así estuve como un mes y medio o dos meses y es que debo admitir que el primer libro, Bestias de la Noche, me entretuvo y fue un libro normal, esta continuación me pareció demasiado plana, demasiado inconexa y muy difícil de conectar, por más que lo intenté no logré conectarme con ningún personaje, es más me atrevo a afirmar que Taj hizo que mi lectura fuera aún más cansada, la acción no me pareció tan bien construida y las trama principal, las bestias de pecado, quedó relegado a un tercer plano donde ya nadie se acordaba de ellas. Y eso fue algo que se comentó en el Hang out y con lo que estoy muy de acuerdo, pareciera como si el autor se hubiera visto forzado a terminar lo más rápido posible el libro y eso se refleja en una calidad de historia mucho menor y un ritmo rapidísimo y poco coherente, además debo decir que lo que más odié de este libro fue el final. Odio los finales que se sienten cortados, odio que no hubo una conclusión real de la historia y esa falta de epílogo es aún peor, si se aventuran a leer estos libros y odian los finales abiertos pues mejor vayan preparando su corazón lector para el golpe ;)

¿Es todo malo en este libro? No, en realidad la historia es rápida de leer, la temática es refrescante y la ambientación es muy interesante, es fácil enamorarse de la forma de describir del autor y de la manera en que describe las comidas y aunque tiene puntos débiles importantes debo admitir que es una historia que vale la pena conocer y de la que formarse una opinión propia. En resumen, Corona de Trueno es una historia que nos queda un poco a deber en cuanto a trama, personajes y resolución del conflicto, a pesar de ello creo que vale la pena conocer esta historia pues brilla por su frescura dentro del ámbito de la literatura juvenil.
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¡Hola thousands! Hoy vengo a hablaros de Corona de trueno, la segunda parte de la bilogía Bestias de la noche. Como ya sabréis si habéis leído mi reseña del primer libro, me pareció un poco flojo, pero me dejó con ganas de saber más sobre la historia de Taj, así que decidí darle una oportunidad al segundo.
Esta reseña no tiene spoilers de Corona de trueno, pero sí de Bestias de la noche.
Como os comenté en la reseña del anterior a mí me faltó muchísimo un glosario, de hecho, yo fui apuntando las palabras en el móvil. Por ese motivo decidí leerlo al acabar el primero, para tener más en mente esos conceptos. Creo que esta decisión por una parte fue buena, pero por otra muy mala y es que he tardado en leer una tres semanas aproximadamente. Obviamente, cada persona tiene un ritmo de lectura e igual a alguien no le parece mucho, pero para mí es muchísimo.
El libro comienza justo donde acaba el anterior con Taj huyendo de Kos y uniéndose a la resistencia para salvar su ciudad de la princesa Karima y tratando de comprender la traición de su mejor amigo Bo. El punto de partida no se puede negar que es interesante, pero la trama no me atrapaba, no hacía que me picase el gusanillo y tuviese ganas de ponerme leer. Creo que todo se ha resuelto en las últimas 20 páginas, de manera muy precipitada, sin ninguna complicación y sin las explicaciones necesarias. le ha faltado mucha chicha al libro y sobrado muchos clichés al final.
La idea y el concepto de la ambientación tenían muy buena pinta, en el primero no se desarrollaron mucho y tenía la esperanza de que en este los puntos flojos mejoraran, pero no lo hacen. Faltan muchas explicaciones de porque las cosas con como son. No hay un camino que aprendizaje de los poderes, un capítulo no sabe que los tienen y al siguiente son super competentes usándolos, por no decir los mejores — sí, es realismo mágico y todo lo que tú quieras. Vale que la magia se trata como algo común o cotidiano, pero a mí como lector me lo tienes que explicar. —
Normalmente me gusta reencontrarme con los personajes y ver como evolucionan, pero estos no lo hacen. Además, sigo siendo incapaz de conectar con ellos. La antagonista de la historia tiene tan poco protagonismo en esta historia, cuando todo lo que ocurre es por su culpa que hace que la historia tenga muy poca credibilidad y se sustente. Algo que debo comentar es que no sé cuántas veces Taj ha recibido un golpe en la cabeza y se ha quedado inconsciente, si no han sido más de cinco no ha sido ninguna. La verdad es que no sé como no se ha quedado tocado después de tantos golpes… Es un recurso de que el autor ha abusado muchísimo y sin ningún sentido.
La forma de expresarse que tiene el autor definitivamente no es para mí., no profundiza tanto como me gustaría. No creo que le vuelva a leer ni en un futuro cercano ni en uno lejano.
Este lo he leído en ebook, así que no puedo decir mucho sobre la edición por su físico más allá de lo bonita que me parece la portada y que sigue la estética del primero — eso sí, no entiendo a que viene el título del libro —. Nuevamente, he de decir que en este libro también me faltó un glosario, aunque consultaba el que me hice en las notas del móvil según leía el primero.

Resumiendo, no es un libro que pueda recomendaros porque no me ha gustado. He hecho, tras leer este tampoco recomendaría el primero ya que me parece que no es una buena bilogía — si hago la media tendría un 4/10 — que ahora creo que más que ser de fantasía es de un realismo mágico muy falto de explicaciones.

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¿Habéis oído hablar de la expiación por transferencia? Sería algo así como liberarse de las culpas propias transfiriéndolas a otra persona.

Por eso me llamó tanto la atención el libro Bestias de la noche, protagonizado por jóvenes que devoran los pecados ajenos y cargan con sus culpas en forma de tatuajes. Ahora se ha publicado la conclusión de esta historia y os traigo mi opinión al respecto ;-)

Bajo esta fantasía abigarrada, se esconde un homenaje a los pueblos y sus costumbres. En especial, el autor exalta la hospitalidad hacia los menos afortunados que vagan lejos de sus hogares, refugiados de las penas y pérdidas que aún no han llegado a asumir.

Contiene un mensaje social, multicultural y gregario, donde enfatiza la identidad del individuo en relación a la comunidad a la que pertenece. Y lo hace desde la amistad, la supervivencia a ras de calle y la comida, olores, colores y sonidos de la urbe creada por la gente.

El protagonista de esta segunda parte, Taj, deambula sin una brújula que le marque su destino tras la brutal destrucción de su ciudad natal, Kos. Descubre sorpresas sobre la naturaleza de su poder como Devorador de pecados, una habilidad y lacra que no acaba de dominar dada la virulencia de las bestias que habitan en los cuerpos humanos.

Entre dudas y culpabilidad, Taj sufre todo tipo de peripecias perseguido por enemigos traidores, ejércitos asesinos, mastodontes acorazados y el miedo constante a perder a sus seres queridos.

Me ha gustado mucho la mezcla de misticismo y alquimia a lo Leonardo da Vinci que envuelve el misterio de las bestias del pecado, su existencia y su control. La fantasía de esta historia posee un cariz tribal, antiguo, con sus gentes humildes, sus lenguas exóticas, platos especiados y leyendas orales. Más allá de los combates trepidantes y las criaturas salvajes y sus advenimientos apocalípticos, el autor prima la conciencia de la guerra, la corrosión de la culpabilidad y los vínculos emocionales entre sus personajes. de esto último se deriva el sentimiento de hogar y de identidad.

Gran parte de la trama se concentra en el viaje de Taj a lugares lejanos donde pretende huir de su culpa, de sus orígenes, pero en realidad está realizando un viaje interior mucho más profundo y catártico. Aprende a asumir su culpa, su responsabilidad, con actos que han de expiarla. Es una evolución cargada de sangre, luchas, traiciones y lecciones.

En torno a Taj y su cruzada por salvar a su pueblo, muchas mujeres brillan con auténtico valor, son heroínas cuya magnitud hacen de este libro un buen embajador del feminismo y la diversidad.

El clímax de esta fábula exótica abarca un largo final en el que los poderes de Taj fructifican. Una batalla épica engloba esta parte en un caos de bestias voladoras, guerreros incansables, magia resplandeciente y perdón purificador. Y aún así, tras el feroz enfrentamiento y la resolución de los misterios casi matemáticamente poéticos, de repente termina y te quedas con el deseo frustrado de un epílogo al menos, una especie de vistazo al "después" de la refriega. Supongo que tras tal derroche de imaginación, ahora le toca al lector habitar ese mundo por su cuenta. Yo ya tengo planes para cierta pareja...
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