Conquistadores secundarios

Reseña ampliada - 19 de septiembre

Recibí una copia de este libro a través de Babelio a cambio de una reseña.

Creo que desde ahora me declaro fan de Javier Traité y me urge conseguir sus otros dos libros pues la lectura deConquistadores Secundarios ha sido fenomenal: instructiva, interesante y sobre todo, divertidísima. ¿Quién hubiera pensado que la historia pudiera sacar tantas carcajadas? Quizá esto se deba a que, por lo menos en el mundo hispano, la materia se trata con una seriedad apabullante. O por lo menos en México, tenemos muchos mitos históricos (que dicho sea de paso, han generado bastante daño en la psique nacional) que inhiben cualquier cuestionamiento. Por ejemplo, ¡Dios nos libre de criticar a nuestros héroes de la independencia! Si bien puede que esto haya empezado a cambiar en los últimos años, cuando yo cursé la primaria, jamás se nos mencionó que Miguel Hidalgo, conocido como el padre de la Independencia, realmente no buscaba como tal separarse de España para constituir un gobierno autónomo mexicano –lo que quería era que ser independiente mientras los Bonaparte no dejaran de manipular a la monarquía española. Pero bueno, las cosas se dieron de otro modo y luego entonces aparecieron estos personajes y México surgió como nación.

Todo este preámbulo es porque me ha sorprendido mucho ver la manera en que Traité presenta un momento histórico muy importante en España –los primeros años de la Conquista de América - de una forma tan amena que genera conocimiento, comprensión y a la vez una serie de risas imparables. Sin duda el autor tiene un punto de vista muy sarcástico pero al mismo tiempo honesto. No sé a ciencia cierta si la Conquista sea una materia que se enseñe con muchísima seriedad en España pero, por la forma en que Traité la expone, puedo intuir que algo hay de ello y lo que él hace es un poco desbaratar el mito de los grandes conquistadores del continente americano. En este texto, excluye a los más importantes como Colón, Cortés y Pizarro y se centra en los otros hombres que fueron parte de dichas expediciones y que también hicieron y deshicieron en los viajes de descubrimiento y conquista. Encontramos a algunos conocidos como Ponce de León, Cabeza de Vaca y Balboa pero otros muchos que no figuran tanto en los libros de texto pero igual tuvieron una trayectoria –a veces nada rescatable- en el continente. Considero que lo más interesante es la manera en que los presenta –como hombres con muchísimos defectos, fallas, unos desgraciados e incluso desalmados psicópatas –como Lope de Aguirre– que emprendieron una tarea en su momento disparatada quizá porque ellos mismos estaban un poco orates. Interesante es también que el autor incluye a Inés Suárez, una mujer sin duda con mucho valor, que jugó un papel importante en la Conquista de Chile y destaca entre una lista de hombres bastante agresivos.

En ningún momento Traité presenta a los conquistadores como héroes y esto sin duda contribuye a disfrutar mucho más la lectura pues estamos ante un texto brutalmente honesto que presenta la Historia de una forma más humana y menos llena de mitologías que como usualmente nos enseñan en la escuela. No sé bien si este libro es ensayo, crónica o una mezcla pero lo cierto es que es muy fluido y el autor se permite recrear “diálogos” o cartas que pudieron suceder entre los protagonistas y bueno –uno se la vive muerto de la risa, en serio. Solo uno de varios ejemplos:


CARTA DE DON JUAN PONCE DE LEON A S.M. FERNANDO DE ARAGON
Majestad:
Os escribe vuestro humilde sirviente confesando estar hasta los mismísimos de cunplur la demente voluntad de Diego Colón, y un poco así harto de todo, la verdad, Majestad.

Por eso os ruego, Majestad, que por favor me enviéis a donde sea a cumplir la misión que sea. Envíeme de descubrimiento a algún lado, al norte, a donde Cristo perdió el gorro, a donde le parezca, pero lo más lejos posible del gobernador. Me da igual si es tierra de caníbales.

Puerto Rico se ha convertido en un coñazo, Majestad, de verdad, es pa verlo. Bueno, ya me dirá algo. Cuídese.
Ponce.

En verdad, no podía. Y si bien no toda la historia se puede tomar a broma, ciertamente algo de ligereza contribuirá a que los estudiantes se interesaran más y con una introducción tan divertida, naciera ese deseo de investigar más sobre el tema.

Finalmente, en lo personal disfruté mucho del libro porque es un tema que siempre me ha interesado –quiénes eran esos hombres que dejaron la seguridad de España para aventurarse en una parte del mundo desconocida, hostil, terrible. Porque si bien no eran almas de la caridad los hombres que vinieron a este lado del mundo, lo cierto es que todo lo que les sucedía hubiera sido capaz de desanimar a cualquier. Obviamente era la ambición –de riqueza o de poder- pero además de ello creo que habría que tener un gran temple para no desanimarse. Es decir que no eran personas ordinarias y algo los empujo a seguir, además de la ambición (y con ello no intento hacer una apología ni mucho menos de lo que sucedió con los pueblos de este lado del mundo). Esto lo sé porque, en las ocasiones que he podido recorrer México por carretera, kilómetros y kilómetros de paisajes, o lugares recónditos algún alejados de centros urbanos, incluso yo me maravillo ante la inmensidad del territorio y me pregunto cómo no se desanimaban esos hombres que caminaban durante meses sin encontrar nada –ni siquiera de comer. Había que ser demasiado ambicioso o estar algo o mucho loco para continuar.

Una lectura muy recomendable.
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Estupendo. Es difícil definir este libro -ensayo, biografía, crónica, no lo sé, pero lo que le ha encantado de éste es la forma tan natural y desendadada del autor de narrar la historia de la conquista a través de hombres que no fueron tan célebres pero que tuvieron su rol importante.

Quizá lo que más me sorprendió fue la forma en que Traité quita el halo de grandeza de la conquista para mostrar a seres humanos: ambiciosos, vulnerables, contradictorios. Sobre todo esto último. Y si bien no se trata de hacerlos menos sí brinda un panorama claro de quienes fueron aquellos que emprendieron la conquista de América. Un hecho brutal sin duda pero que lo fue para ambos: para los descubridores como los descubiertos.

Con este libro, además de ampliar conocimientos, uno se la vive muerto de risa...en resumen, excelente!

Javier Traité, en su tradición personal de divulgación de hechos históricos sazonados de guiones y ficciones divertidas para hacer más amena la lectura, nos trae (pun intended) este libro con historias de los conquistadores y exploradores que no brillaron entre los Cortés, Pizarro, Balboa, Colón pero que de una u otra forma, hicieron impacto y mella en ese largo trajinar que implicó la conquista de América.

Tenemos, entre otros, a los hermanos (e hijo mayor) de Cristóbal Colón, Francisco Hernández de Córdoba, Vespucio, Pánfilo de Narváez y otros tantos cuantos poco brillantes exploradores.

El libro entretiene, no voy a mentir, pero el humor que tiene Javier es muy ondulante y no siempre hace click. A veces me parece muy divertido, siendo los diálogos lo mejor:
Desde el interno de Américo con Vespucio hasta el de Pizarro para llevarse preso a Nùñez de Balboa pasando por una joya enmarcada por un jefe Tahino y un encomendador.
Pero otras tantas es soso, blando y que a la larga parece que solo ocupa más espacio del que debería dedicarse a ese tramo que alarga y alarga y alarga.

Mención aparte merecen los mapas, una delicia.

¿Vale la pena leerlo? Yo digo que sí. El humor es tremendamente subjetivo y lo que me pareció o no gracioso puede serlo mucho o nada para alguien más, pero no lo sabrá hasta no probarlo. Mi sugerencia es que lo encuentren en una librería y busquen el ¿segundo capítulo? que es el de Américo Vespucio y le den una leída. No debe tomarles más de 10 minutos. Si les gusta, es compra segura. Si les parece regular/normal, cómprenlo también, no está de más. ¿No les hizo conexión? Ya está chabón, te ahorraste una plata.

Lo que es cierto también, es que detrás de ese humor, hay datos y fechas y sucesos que bien o mal, como hispano hablantes e hijos de la conquista, deberíamos tener, cuando menos la intención, de saber. Por ejemplo yo, por razones personales, amé las partes de Hernández de Córdoba y de Juan de Grijalva (ft. Antón de Alaminos y Pitbull) ya que toca partes que conozco muy bien como Potonchan, Campeche, Yucatán, Cozumel y Campeche.

Me dejo la advertencia de muchos que veo que lo reseñan haciendo ojos al cielo por el lenguaje que se usa y algunas referencias sexuales. Ustedes sabrán sin lo comparten con sus hijos, me da igual.

4/5

¿Cansado de leer como los españoles tan perfectos, listos, fuertes y guapos vieneron a hacerse pen*** tarugos :3 a los indígenas cambiando espejitos por oro? Pues este libro es para ti.
Javier Traité, con un excelente manejo del humor negro, elabora un libro histórico, dónde nos muestra la otra cara de la moneda. Todos hemos oído hablar de Colón y su error que lo llevó a toparse con un enorme continente, pero ¿qué pasó con él?, ¿habías oído hablar de sus hermanos?, ¿sabías el por qué América se llama así?, ¿quiénes fueron los otros colonizadores?
A través de las páginas nos vamos encontrando con nuevos personajes, hombres y ¿por qué no? Mujeres que viajaron en barcos en mal estado, con pocas provisiones, bajo la promesa de encontrarse con grandes riquezas. Sobra decir que la mayoría de ellos pereció en la pobreza o no llegaron ni a tocar suelo Americano.
Me gusta la forma en la que dignifica a las comunidades indígenas, mostrando como la mayoría de ellos no fueron sometidos con facilidad y lucharon por sus hogares. Que muestre a las Amazonas y respete las creencias de esos pueblos.
Viajes desastrosos, barcos hundidos, flechas envenenadas, masacres por todos lados y, cuando creías que los españoles al fin iban a estar en paz, guerras civiles. Una conquista problemática que duró muchos años y trajo más muertes que beneficios. Conquistadores secundarios, la historia de los fracasos.