Empieza como una historia juvenil que transcurre en verano, aparentemente desenfadada y divertida, pero es mucho más de lo que parece, tanto Babia, como Daniel guardan mucho en su interior, no han tenido vidas fáciles y tienen un pasado en común que vamos descubriendo poco a poco. Está contada en primera persona por Babia y en tercera en los capítulos que nos cuentan su pasado desde que nació. Me ha gustado mucho cómo está contada, te metes de lleno en sus vidas, esos sentimientos, dudas e inseguridades. Hay mucho más de lo que parece entre ellos, secretos familiares, incluso celos y odio. Toca temas muy de actualidad como el acoso escolar, la violencia de género o la homofobia en los pueblos. Babia y Daniel pasaron de ser los mejores amigos en su infancia a odiarse mutuamente, tienen que pasar el verano juntos y con ello enfrentarse al pasado y superar sus prejuicios y dudas. Ella es una valiente con una coraza a prueba de todo, él es experto en aparentar, un chico de éxito y muy atractivo, pero la realidad sale a flote entre ellos y sus sentimientos siguen donde los dejaron, sólidos y reales. A pesar de su juventud, son unos personajes muy maduros, reflexionan mucho sobre las cosas, sus acciones y sentimientos. Se equivocan y meten la pata, pero saben pedir perdón y volver a empezar. Ha sido muy fácil imaginarse los lugares, esas calles de Madrid y esos sitios por los que se pierden en sus quedadas. Los secundarios me han encantado, sobre todo Gloria y Helena, como se adaptan y se ayudan todos, como las apariencias engañan. El final ha sido muy bonito, lleno de esperanza, mucho amor y familia. Lo recomiendo, a mi me ha parecido una historia adictiva y muy bien contada. + Leer más |