Carretera de plata

Tres años después de que la joven Lina de 17 años desapareciera sin dejar rastro en una parada de autobús, Lelle sigue recorriendo cada verano de manera incansable la que llaman Carretera de plata, es su padre y jamás se dará por vencido.

A un pueblo de la zona llega a vivir ese tercer verano Meja con su madre, una mujer con muchos problemas que ha hecho la vida de la joven un ir y venir sin rumbo de un lugar a otro. Meja cree que tal vez ahora si podrá asentarse en este lugar y ser feliz por fin.

Llega el otoño, desaparece otra joven y los destinos de Lelle y Meja se entrecruzarán fortuitamente y para siempre.



La novela está dividida en dos partes. La primera parte me ha parecido fascinante, narrada con un lenguaje bello, poético, en el que el tono íntimo nos mete en la piel de Lelle y Meja, nos hace conocerlos en profundidad y captar sus sentimientos más íntimos a la perfección. La ambientación es precisa, un ambiente rural enrarecido por la desaparición de una joven hace tres años, ese sol que en verano nunca se esconde, bosques y lagos de una belleza salvaje y oscura. Un hombre solo, destrozado y cada vez más hundido y una joven cansada de ser ella la que cuida de su madre desde que tiene uso de memoria, hastiada de todo y a la búsqueda de una salida que cree encontrar en un chico al que conoce una noche en la que el insomnio la empuja a salir de casa. El ritmo es pausado, no pasa gran cosa, es cierto, pero el suspense hace contener la respiración y la narración logra que te introduzcas de lleno en esa zona norte de Suecia donde la aurora boreal es una belleza natural inigualable y el sol de media noche casi una maldición para sus habitantes. Como he comentado al principio de este párrafo, esta primera parte me ha parecido espectacular.

Pero entonces en la página 205 da comienza la segunda parte. Ya en la primera página aparece una nueva voz y en ese preciso momento podría haber cerrado el libro y aún así contarle a cualquiera lo que iba a suceder. Ese giro convierte la novela en algo ya leído y visto muchas veces, extremadamente previsible. También hay un cambio de ritmo en esta segunda parte, los acontecimientos se suceden y la resolución termina siendo muy precipitada además de no aportar ninguna sorpresa al lector.

Los personajes principales, Lelle y Meja, me han gustado muchísimo, están perfilados a la perfección y se sufre por ambos. Sin embargo, el resto de personajes están algo abandonados por la autora que podría haberles dedicado algo más de trabajo.

Normalmente, cuando una novela me defrauda de esta manera, no vuelvo a acercarme al autor, pero me ha gustado tanto esa primera parte que probablemente sí me anime con ella de nuevo. Me ha dado por mirar opiniones de Suecia ya que la novela ha tenido un enorme éxito allí y curiosamente, la mayoría de opiniones que he leído coinciden con mis percepciones de la segunda mitad de la lectura, la consideran previsible y precipitada, sin embargo allí se la ha valorado con más benevolencia de lo que he hecho yo. Confío que con todo, la autora tome nota de esas críticas a la segunda parte y rectifique, esta es su primera novela y por tanto, lo lógico sería que prestara atención a esos peros y los transformara para bien en un próximo libro.



CONCLUSIÓN

"Carretera de plata" de Stina Jackson es la historia de un hombre que lleva tres años buscando a su hija desaparecida cada verano y la de una joven intentando encontrarse así misma, dos personas solas, perdidas e infelices que la casualidad hará que sus destinos se entrecrucen para siempre. Una novela de suspense con una primera parte muy especial que me tenía entusiasmada con esta lectura y una segunda parte que me ha defraudado.
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"Carretera de plata" me llamó la atención porque lo presentaban como una novela negra diferente, a pesar de que su autora es sueca decían que no era la típica de este estilo. Decidí darle una oportunidad y la verdad es que me ha sorprendido. Porque no es sólo una novela negra más, es una historia que habla de pérdida, del sentido de pertenencia, de la obsesión de un padre por buscar a su hija desaparecida hace 3 años cuando ya todos se han dado por vencido. Los personajes están muy bien perfilados y, en lugar de centrarse en el crimen o la desaparición, se adentra en sus sentimientos, cómo afronta cada uno lo que ha pasado y cómo gestionan sus emociones, cada uno como puede.

La historia me enganchó desde el primer momento justo por eso, porque conecté enseguida no sólo con el padre de la chica desaparecida, también con Meja, una adolescente que se acaba de mudar al pueblo y que no acaba de encontrar su lugar. Los caminos de ellos dos se van entrelazando poco a poco de forma que no puedes dejar de leer, y debo decir que en los últimos capítulos ya estaba imaginando el final y pensando que era bastante previsible pero no, para nada se cumplieron mis sospechas y consiguió sorprenderme Así que, tanto si sois fans del género como si no, os la recomiendo.

El libro en general me ha parecido un libro un poco complicado de leer. al principio no ves la relación entre los dos personajes principales, y la verdad tardas en verla. Es un libro muy árido, con mucho dolor dentro y mucha desesperación.
Una chica de 17 años desaparece y el padre la sigue buscando después de 3 años. Dedica las noches de verano a buscarla sin descanso. Una persona que lo ha perdido todo: su hija, mujer y amigos. Está solo y solo sigue con la esperanza de saber qué es lo que ha pasado.
Una chica de 17 años llega al pueblo con su madre para vivir con un foráneo. Llegan a un pueblo perdido de la mano de Dios. Una chica con una historia muy complicada
A partir de ahí se va construyendo la historia. Como la mayoría de las veces, los escritores nórdicos presentan personajes oscuros, sin esperanza, personajes que no tienen futuro. La recomiendo pero hay que tener paciencia porque no es un thriller con velocidad, es un thriller lento, con calma, descriptivo.

¿Qué pasaría si de la noche a la mañana te robaran lo que más quieres en esta vida? ¿Lucharías con todas tus fuerzas para recuperarlo? ¿O te rendirías y dejarías que el agujero negro que ha sustituido a tus entrañas te absorbiese por completo?
Esto mismo le ocurre a nuestro protagonista, Lelle: su hija Lina, despareció una tarde de verano, hace justo 3 años. Ese día Lelle no solo perdió a su hija, también perdió su matrimonio, y las ganas de vivir… no pasa un día que no mire a su lado y no la vea, animándolo a seguir buscándola.
Con los sentidos anestesiados por el alcohol y el tabaco, se pasa las horas recorriendo todos los lugares donde pueda estar escondida Lina. Si mira a su alrededor, todos pueden ser potenciales secuestradores (incluso asesinos) de su hija. No puede fiarse de nadie.
El libro tiene un ritmo maravilloso, estoy descubriendo que me gusta mucho las historias contadas con mimo, donde no hay muchos personajes y como en este caso, la autora puede ahondar en sus psiques. Descripciones de lugares y paisajes que hacen que tengas que coger una manta porque el cuerpo se te hiela… y disfrutar de un viaje que a lo mejor nunca podrás hacer.

Este libro lo recomendó hace un tiempo @noelialorenzopino, a la que le doy las gracias por descubrírmelo.

¿Conociais el libro o a la autora? ¿Sois tan fan de la novela negra nórdica como yo? ¿Qué autores/as os gustan más? Os leo!

«Intento recordar por qué se había dado a la bebida la noche anterior: solo podía echarle la culpa al invierno. A la oscuridad que cercaba la casa y frustrada su búsqueda. al frío sempiterno que se colaba hasta lo más profundo de la tierra, estrangulando cualquier vida. No soportaba la idea de que ella estuviera allí fuera, perdida en algún sitio, muerta de frío. Por eso bebía. Para evitar pensar en ello».

Recuerdo que hace años no había mes que no leyera a un autor nórdico. La moda negrocriminal que vino del norte inundó las mesas de las librerías y los blogs con reseñas. Toda editorial que se preciara quería tener algunos de esos hombres y mujeres de oro entre su catálogo. Era inevitable no toparse con ellos. Pero como siempre suele suceder, lo mucho cada vez diluye lo bueno; si te pasas con el agua el caldo no sabe igual.
Por ello, y después de cruzarme con alguna que otra decepción, dejé de leerlos. Quise que mi espíritu lector se limpiara.
No recordaba cuándo había leído por última vez a un autor nórdico. He mirado mi lista de reseñas y me he dado cuenta que había sido Betty de Arnaldul Indridason de la que publiqué la reseña el 14 de marzo de 2017.
Más de dos años después me he atrevido con una novel nórdica, Stina Jackson y su Carretera de plata, y me lo pensé mucho antes de comprarla, pero había leído cosas tan buenas sobre ella y de gente que me fío que me decidí a probar y una vez leída no me arrepiento de haberlo hecho. Creo que es un nuevo inicio en mi relación con lo nórdico.

Primera novela y menuda profundidad, aunque creo que para una autora que se atreve con un coche y una carretera para montar una historia sin que decaiga el interés, cualquier reto que se ponga a partir de ahora lo superará. Desde ya, los que hayan leído Carretera de plata saben que deben estar muy atentos a su siguiente publicación.

Para uno de los personajes principales de la novela es la soledad. El texto se ubica en el norte de Suecia un sitio desolador, despoblado, con una carretera, la llamada de plata, que cruza dicha inmensidad de lado a lado para perderse en un averno blanco e inexplorado. Y mientras, una solitaria casa, una triste gasolinera, con suerte un pequeño pueblo y todo acompañado de la luz de la noche polar en esos días en el que el sol no se pone y no se puede decir que caiga la noche. Todo muy bucólico.
La soledad toma diferentes tonos por ese paisaje, pero también en cada uno de los personajes que participan de la historia, todos están solos de una forma u otra y Stina Jackson nos lo remarca con su prosa.

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