Caminito que el tiempo ha borrado...

Aunque pudiera resultar de lógica aplastante, quisiera permitirme la licencia de comenzar esta reseña advirtiendo al posible lector del peligro de caer en mi propia torpeza al interpretar (desprendiéndolo de su sinopsis pero también de otros elementos que iré apuntando en las próximas líneas) los sucesos inmortalizados en este libro como un relato completamente autobiográfico y desvirtuando, así, la intencionalidad de la obra. Cambiaría totalmente, de esta manera, el sentido y finalidad que considero pretende el autor hasta tal punto que pudiera llegarse a percibir como todo un acto de autojustificación de las decisiones (con sus consecuencias) del protagonista en lugar de llegarnos como debe: toda una reflexión sobre la violencia casi institucionalizada y la respuesta individual hacia ésta. de esta forma, cuando llegamos a comprender que el autor está narrando hechos ficticios, la novela (cuya llegada a mis manos debo agradecer a Masa Crítica) cobra entidad y relevancia social y cultural.

Aunque en primer término he calificado mi propia confusión en la concepción general de la obra como torpeza, he de matizar que no resulta difícil errar en ese sentido ya que los sucesos referidos se mezclan con acontecimientos que, si leemos la breve biografía preliminar del autor Manu Rodríguez al comienzo de la novela, identificaremos como reales en su trayectoria vital. Ello se ve acrecentado por la ilusión que crea la narración en primera persona. de esta manera, el personaje principal nos presenta su vida de escritor en España, su traslado a Edimburgo, el comienzo de un gran amor y su viaje a Argentina en pos de ese amor. Allí su historia se mezclará con la de los personajes con los que se encuentra y con las vicisitudes de ese país en pleno post-corralito.

Debo confesar que me comenzó interesando más esta vertiente de los relatos narrados por los distintos personajes argentinos que presentan su realidad, que el devenir y desarrollo del propio protagonista. Quizás llegué a desear una menor presencia de argot argentino que, en vez de conseguir esa inmersión total en el ambiente que creo se pretende, llegó en ocasiones a sacarme del relato con la necesitad de consultar continuamente las notas explicativas a pie de página. Consta la novela de un capítulo más extenso, pero de especial calidad, que resume magistralmente los acontecimientos en Argentina entre finales del siglo XX y comienzos del siguiente.

Paradójicamente, es en lo referente al mundo abstracto, a los sentimientos del protagonista y sus reflexiones sobre el amor romántico, donde el libro perdía fuerza para mí. No obstante, el capítulo en el que se narra el ciberencuentro y comienzo de la relación entre los dos protagonistas resulta realmente tierno para aquellos nostálgicos del ruidoso módem de finales de los 90.

Quizá ahora cupiera preguntarse cuánto hay del autor en ese protagonista, tal vez por eso cojeaba en mi apreciación esa descripción sentimental en el momento en que aún pensaba que me encontraba ante un relato completamente autobiográfico. de hecho, no puedo evitar que ésta sea una de las grandes incógnitas (seguramente no pretendidas por su artífice) que me surgen en torno al libro más allá de su calidad literaria: dónde acaba el autor real y dónde empieza el enamorado de la novela. Además de ello, cuando se nos plantea una obra en término autobiográfico y en primera persona, el hecho de empatizar y simpatizar con el protagonista no es cosa banal, porque ello coincide con la percepción sobre el propio autor y se extiende a su obra de manera inconsciente.

Con todo ello, tuve que concluir el libro para desentrañar un sentido que, debo admitir, por el camino no había conseguido entrever y en ocasiones me llegó a resultar hasta una lectura sin hilo e, injustamente, innecesaria. Lo que me empezó pareciendo todo un relato de cobardía (en el sentido de autojustificación que ya adelantaba en las primeras líneas) y deslealtad, me acabó resultando un gran ensayo sobre la responsabilidad; una exposición sobre cómo combatir la violencia que contrasta con, precisamente, los sucesos narrados en el libro y cuyo desenlace no debe ser adelantado ni esbozado para no perder su fuerza de impacto y ese sentimiento de nudo en el estómago tan necesario para lograr el efecto deseado.

El libro nos cuenta la historia de Manu después de irse a vivir con su novia Clara a Argentina, prácticamente es así desde la primera página y podemos conocer la vida en Argentina desde la mano de un español y ver como conoce a la gente que conforma la vida de Clara. Poco a poco, vamos conociendo todo lo que se va sucediendo en la vida de nuestro compañero de aventuras.

La historia en sí me ha gustado, está bien contada y nos ayuda a conocer un poco más de la vida en un país en el que (al menos en mi caso) no vivo. La verdad es que estaba al corriente de lo mal que se vive en Argentina y Latinoamérica (tengo amigos y he tenido una compañera de trabajo que son de allí), pero jamás pensé que podría ser como Manu lo da a entender. Obviamente, la historia es original porque es la vida del autor y eso no se lo podemos negar a nadie. Tengo que admitir que había momentos en que me aburría un poco, pero hay otros en los que me enganchaba demasiado, como el final.

La verdad es que hubiese agradecido algunos un ritmo algo más rápido porque hay momentos en los que me aburría porque no explicaba nada demasiado interesante y yo no sabía porque estaba leyendo aquello por mucho que se estuviese explicando la vida del escritor. Pero vamos, que tampoco era tan malo porque después te contaba algo que era mínimamente interesante. Aunque debo admitir que no me ha enganchado de verdad hasta el final.

Conocemos bien a Manu porque nos cuenta como es su historia desde que conoce a Clara y también como ha ido cambiando, es una persona alguien que se deja llevar un poco por los impulsos, pero que quiere vivir la vida con la persona que ama. Clara al contrario, piensa muchísimo las cosas y no quiere problemas, es alguien que ha tenido una vida muy difícil y solo quiere vivir tranquilo aunque sabe que no podrá hacerlo hasta que no deje su amada y peligrosa Argentina, creo que me he sentido un poco más identificada con ella porque tiene ideas menos disparatadas que él y hace que todo tenga un poco de sentido.

Debo decir que la pluma de Manu no es la que más me ha gustado de todas las que he leído, me parece que tiene una manera un poco pesada de escribir, pero después logra atrapar con algo nuevo que te cuenta con todo el interés del mundo. Como he dicho, hay algunos momentos donde se me ha hecho muy pesado y donde muchas veces tuve que dejar de leer.

Este libro ha sido algo extraño, he disfrutado porque me ha gustado muchas cosas de la historia, pero por otro lado me ha aburrido un poco y he tenido que leerlo en varios momentos diferentes, pero como yo creo que todo tiene que ver con los gustos de los demás y quizás a los demás les puede gustar, pero a mí me ha gustado y no, ha sido un sentimiento extraño.

Definitivamente, le he puesto cuatro de cinco estrellas porque como he dicho está bien escrito, tiene bastante coherencia y los personajes están bien construidos, pero es interesante. Si te gusta leer sobre la historia de otra persona, este es uno de tus libros y más con un final que no te esperas.

Se trata de una novela recomendable para quienes quieran conocer más sobre la forma de vida y el contexto social y político en Argentina a finales del siglo XX y comienzos del XXI, a la vez que descubren una historia de amor atípica, pero profunda.

Esta novela tiene rasgos de diferentes géneros. En primer lugar, podría decirse que es autobiográfica, pues en ella el autor narra parte de su experiencia al trasladarse a Edimburgo. Por otro lado, incluye mucha información acerca de la historia de Argentina. Además, su trama alberga rasgos del thriller (con armas de fuego incluidas), pero sobre todo de la novela puramente romántica.

En lo relativo a la trama, como he adelantado más arriba, el autor nos narra la vida de Manu, un joven sevillano que vive con sus padres, que no encuentra oportunidades laborales en España y que decide desplazarse a Edimburgo en busca de un mejor porvenir. Antes y durante esta estancia, el joven mantiene el contacto con Clara, una chica argentina que ha conocido a través de un chat y con la que se comunica diariamente por medio de Messenger. Como la mayoría de las relaciones, esta se inicia algo distante, pero rápidamente empiezan a ganar confianza los protagonistas, hasta que Manu decide dejarlo todo e ir hasta Argentina para conocer en persona a su amada. En este país es en el que se va a desarrollar la mayor parte de la historia; en la que conoceremos la realidad poscorralito y nos acercaremos a su situación social, económica y política; y nos sumergiremos en su dialecto.
Sin lugar a duda, la parte que más me ha gustado de la novela es la historia de amor entre Clara y Manu; y, por el contrario, la información histórica se me ha llegado a hacer algo pesada en ciertos momentos. Este último rasgo me ha llegado a ralentizar en ciertos momentos la lectura, haciéndome desconectar de la trama propiamente dicha. A favor del autor he de ensalzar el trabajo de investigación y documentación que hay detrás de dicha información.

En cuanto a su edición, la novela ser divide en dieciocho capítulos de diferente extensión (aunque la mayoría bastante breves). Algo que me ha gustado mucho es que todo capítulo se encabeza con una cita de alguna novela, película o persona de renombre, entre otros. Junto a estas citas claramente manifiestas, en el cuerpo de la novela he podido extraer bastantes que me han hecho reflexionar y que, por ello, he destacado.
Además, dado el peso del dialecto argentino, en sus capítulos se incluyen pies de página en los que se aclara el significado de ciertas palabras claramente ajenas al castellano hablado en España. Por último, he de destacar también las ilustraciones a color que se incluyen al final de varios capítulos.

En definitiva, no creo que vaya a ser una de las novelas más vendidas, pero sí que merece la pena ser leída.

Culturleo 22 marzo 2020
Caminito que el tiempo ha borrado... de Manu Rodríguez
Caminito que el tiempo ha borrado, como ya nos adelanta el tango de Gardel, que acontece mayoritariamente en la Argentina del post-corralito. Su género es difícil de clasificar porque varía del thriller a la novela histórica e incluso podría ser hasta un relato autobiográfico . Nuestro protagonista es un joven sevillano que desde siempre ansía ser escritor pero no encuentra oportunidades en España y decide marcharse a Edimburgo a probar suerte. En esta época conoce por chat al amor de su vida, Clara, y pasado un tiempo, ambos ya no podrán esperar más para conocerse, se aman. Esto le llevará a ir a buscarla a Rosario (Argentina) mientras su amor estudia un máster él se dedica a descubrir todos y cada uno de los rincones que forman el Rosario de su amada. Descubrirá cuán diferente son las cosas en este país, corrupción en mandos públicos, violencia, robos, venta ilegal de armas, etc.



Con este breve resumen de lo que va el libro pretendo animar a los lectores a que lo lean. Este ejemplar me llegó gracias a Babelio y Masa Crítica España y tras leerlo debo ser consciente que no responde para nada a la visión que tenía de él. Me ha encantado la forma en la que Manu Rodríguez nos adentra en la Argentina de principios de este siglo, cómo describe los lugares y las gentes, además de darnos una lección histórica que, si eres un apasionado de la historia, como es mi caso, no tiene para nada desperdicio. Los personajes del libro son muy dispares, médicos, policías, carpinteros, etc. Además nos muestra cómo la violencia siempre es un camino en Argentina, cómo la gente y especialmente los extranjeros, temen el día a día, no saben cómo protegerse. Entre tanto el amor que sienten ambos dos nos deja capítulos bien tiernos y que son una auténtica delicia. Otros detalles que me han encantado del libro son los dibujos en cada capítulo y las citas. Y ni que decir del final… no tiene desperdicio, en definitiva me ha gustado muchísimo y os lo recomiendo porque como he dicho, auna varios géneros en las distintas partes de libro. Sin duda leeré más del autor.
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