Buenos días Avril, ¡Estás en Tokio!

Buenos días, Avril, ¡Estás en Tokio! de Dan Sam es la segunda aventura de Avril Santana, la adolescente miembro del CASI o Club de Alumnos Sobresalientes Inadaptados quien viajo a India en su primera travesía. En esta ocasión, ella enfrenta nuevas situaciones tales como la condición en cuanto a la salud de su amigo eterno, Bencho, y la participación de éste en el Ship For World Youth Leaders como embajador cultural. Avril también será puesta a prueba con una pérdida irreparable que la afectará más allá de lo que ella creía posible. al mismo tiempo, recibirá una invitación a viajar al país del sol naciente, en esta ocasión, junto a Dante, su madre Katya y sorpresivamente, Mariana quien hará de las suyas como influencer en la nación asiática. Sin avisar a Bencho, Avril, su madre, Dante ahora Shinrin-Yoku, y Katya, llegan a instalarse y visitar algunos templos budistas dejando una gran impresión en Avril. La descripción del autor de estos templos es tan vívida como si estuviéramos en estos sitios llenos de paz; así lo es la visita a los lugares de gran valor histórico como Hiroshima. Aviso: un capítulo casi a la mitad es altamente emocional, me hizo derramar lágrimas. El encuentro con Bencho es emotivo e inolvidable; mientras que ver nuevamente a Prasad contrasta los sentimientos de Avril hacia él. Aparecen nuevos amigos tales como las populares e inteligentes Susan, Prema y Melisa, nuevas seguidoras de Bencho; Yuki Yamada, aprendiz de cocinero en Hanabishi y admirador de Avril; Fahriye Solmaz, nueva compañera de cuarto de Avril y su primo Emre, dos chicos turcos para quienes es la primera vez que salen de su país. El misterio no podía faltar, en esta ocasión, un joven monje aparece cuando Avril menos lo espera y ella intenta descifrar el por qué de estas apariciones. Un evento de gran importancia ocurre hacia el final, evento que definirá el regreso de Avril a casa, así como algunos de sus amigos. Tal acontecimiento será de crecimiento para todos ellos, incluyendo a Susan, Prema y Melisa. La primera parte de esta saga me gustó por su alegría y frescura, mientras que esta segunda parte la encuentro más conmovedora y sentimental. Muy recomendable para todo tipo de lectores; es literatura juvenil; sin embargo, yo la sugiero para quienes busquen bienestar en momentos de lectura.