Segundo libro de Poirot, tercer libro publicado de Agatha. Artificiosa, es la palabra que se me ocurre para describir esta trama, no es mala, pero no la percibo como natural y fluida. Es un ejercicio de escritura con sobresaliente mérito por su valentía; esta impresión se debe a que las pruebas que encuentra Poirot no parecen contundentes para desarrollar su investigación y encontrar al asesino, de ahí que me parece demasiado orientada a un resultado, sin embargo, la riqueza de la narración de Agatha que logra ponernos en el contexto de la época es sorprendente.
|