Artemisa

Después de su aclamado libro El Marciano, Andy Weir regresa al panorama literario con Artemisa, un futuro en la luna que no se distancia demasiado de ese toque científico y de ciencia ficción que tiene el autor, con una trama algo más juvenil y diferente a su anterior libro. Nada más empezar, nos vamos a embriagar con todo un nuevo mundo, o civilización humana, asentada en la Luna, contado en todo momento a través de los ojos de Jazz, nuestra protagonista. El libro empieza bastante rápido y directo, con unos primeros capítulos que sirven no sólo de presentación de Artemisa, ese complejo y la vida de las diferentes clases sociales que alberga, sino también para conocer a Jazz, su forma de ser y de sobrevivir. El libro en todo momento va a estar plagado de un sin fin de cosas que van a suceder una detrás de otra, por lo que siempre va a haber algo interesante que ver, con escenas llenas de acción, peligro y tensión que consiguen mantenerte atenta y enganchada a la trama. Es más, al llegar a cierto punto, toda la vida de Jazz da un giro de 360 grados, se vuelve más oscura y peligrosa, y una conspiración empezará a salir para dejarte con ganas de saber más, donde las páginas pasan sin problemas, y estás metida de lleno en la historia. Es por ello que digo que Artemisa es un libro que se lee sin problemas y del tirón, con una historia que empieza a despuntar hacia una historia de ciencia ficción pura, pero que luego evoluciona a un thriller inesperado por mi parte, pero que no ha estado nada mal, una mezcla que me ha recordado a la saga de películas de Bourne, donde parece que todo el mundo intenta asesinarte, te escondes y empiezas a vengarte para conseguir justicia, de ahí que las escenas con movimiento y dinamismo acaparan todo el protagonismo, sin dejar hueco a momentos aburridos, lentos o pausados, con una lectura que atrapa, gusta, engancha y que, a pesar de no ser algo tan épico como esperaba, es un libro entretenido, para nada lineal, y que está en constante movimiento.

Como ya digo, algo que me ha gustado encontrarme en el libro es ese toque de suspense que no esperaba en ningún momento, pero que no le ha venido nada mal. Ya en El Marciano veíamos esos momentos de peligros donde se ponía en riesgo la vida del protagonista, pero Artemisa ha dado un paso más allá para ser un libro que se distancia del otro. Está bien tener una trama así, llena de persecuciones, planes para destruir cosas y dónde pones en juego tu vida con tal de conseguir arreglar algo que está mal en Artemisa, donde las mafias, la corrupción y el dinero ilegal vuela por todos lados. También es cierto que no es algo que haya sido una completa innovación, ni algo que te haga decir que es un libro perfecto y memorable. Para mi no ha sido así, ha sido un libro entretenido lleno de acción y peligros, poco más, pero se ha dejado leer, y tener una trama así ha hecho que estuviera atenta en todo momento, pendiente de lo que pasaba, y con una tensión palpable en el ambiente.

No obstante, ya digo que se han quedado muchas cosas por pulir, y creo que el principal problema que tiene este libro es que no ha sido capaz de oxigenarse. Pasa todo tan rápido, que no hay espacio para las descripciones, conocer mejor Artemisa, ver ese complejo, conocer sus habitantes, costumbres, historia... Para mi ha faltado ese punto de ciencia ficción que, si se hubiera tratado más, hubiera sido genial. Me ha faltado profundidad en muchas cosas, a veces leía algo y no me terminaba de enterar porque no se llegan a apreciar del todo, y ha sido todo muy light, al menos me ha dado esa sensación. Además, me he quedado con ganas de algo más. al pasar todo de manera tan abrupta y directa, no he saboreado del todo la historia, La he visto pasar fugazmente sin llegar a sentir realmente todo lo que nos tendría que dar, y se me ha quedado corta en algunos momentos. Me hubiera gustado tener aspectos de pausa, para respirar, ver otra cosa diferente en relación con los personajes o Artemisa, ya que muchos lugares se han quedado en el nombre y ya, sin tener oportunidad de visualizar ese espacio, y volver a la carga. No tiene una mezcla entre ambas cosas bien definida, y no me ha terminado de cuadrar lagunas cosas del todo.

En cuanto a los personajes, tampoco es que haya que destacarlos a todos. Eso sí, Jazz ha sido un personaje espectacular. Es de esos a los que no les puedes tomar el pelo en ningún momento, decidida, fuerte, independiente, valiente. Se arrepiente de muchas cosas e intenta enmendarlas, pero es fiel a sí misma, a sus ideales. Me encanta ese toque malhumorado, sarcástico y leal que tiene, es ahí cuando se nota que lo que hace, lo hace poniendo todo su empeño y esfuerzo. En cuanto a personajes secundarios, pues no destaca nadie en particular. Cada uno tiene sus palabras, su misión, y poco más. Sin dudas, la que se lleva todo el protagonismo es Jazz.

Por todo ello, Artemisa es un regreso del autor un tanto diferente al que yo esperaba, pero para nada decepcionante. Con una trama ambientada en la Luna, donde los peligros, la otra cara que esconde Artemisa y la venganza tienen el total protagonismo, para dar una lectura entretenida, rápida, y perfecta para leer en esos momentos en los que te apetece una lectura ligera y sin complicaciones.

Tenía muchas ganas de leer algo más de Andy Weir después de lo mucho que me gustó El marciano y lo bien que lo pasé leyéndolo. Aunque también había cierta preocupación por si acaso el autor no conseguí volver a crear algo tan ingenioso como su primer libro. Bueno, esta historia es diferente a El marciano pero os mentiría si no dijera que me lo he pasado muy bien disfrutándola.

Esta vez la acción se queda más cerca de nuestro planeta, nos vamos a la Luna donde existe una única ciudad, Artemisa y donde vive nuestra protagonista Jazz. Pero la vida allí no es fácil a menos que tengas mucho dinero. Y para tener dinero Jazz se dedica a pequeños trabajos de contrabando que la facilitan la vida.

Pero un día le ofrecen un gran negocio, algo que la puede “retirar” de sus trabajillos fuera de la ley y darle estabilidad y tranquilidad. Valiente y arriesgada como es acepta y prepara su golpe. Pero no todo sale como esperaba… y esto desencadenará una sucesión de acontecimientos que la llevan al centro de una gigantesca conspiración por el control de recursos en la Luna.

El autor nos da un montón de detalles sobre cómo es vivir en la Luna. Las restricciones que sus habitantes tienen, la estructura de la sociedad, lo diferente que es el asentamiento allí respecto a la Tierra. Incluso tienen un sistema monetario, los slugs, que es equivalente a la entrega de un gramo de carga de la Tierra a la Luna (“Sube a la Luna Un Gramo").

Jazz no es astronauta, pero es una superviviente. Es irreverente, deslenguada, atrevida y, sobre todo, divertida. Tiene una forma ocurrente y chistosa de explicarte toda la tecnología que la rodea y la que utiliza en su aventura, haciendo que entiendas bien de lo que está hablando sin resultar demasiado “académico”.

Su personaje es el de una joven de 26 años, de ascendencia musulmana pero no practicante, que ha aprendido el oficio de soldador de su padre pero no quiere seguir sus pasos a pesar de admirarle y, en secreto, sentir que le está decepcionando.

Los secundarios son los que creo que quedan algo desdibujados al lado de la arrolladora Jazz. Tenemos a Ammar el padre de Jazz, al magnate que la contrata, Trond Landvik, a la administradora de la Luna, a Dale un amigo de Jazz pero que ahora están distanciados debido a una traición, a Kelvin, su amigo terrestre por correspondencia y contacto en sus contrabandos, y a Martin Svoboda, un ingeniero que ayuda a Jazz con tecnología para sus “trabajos”. Y aunque cada uno de ellos adquiere protagonismo en determinados momentos de la trama, ninguno parece demasiado cercano a la protagonista que siempre se mantiene algo alejada de todo el mundo.

El por qué no es tan impresionante como El marciano, en mi opinión, puede ser porque en esta aventura, a pesar de los muchos peligros que afronta Jazz a lo largo del libro, no tiene la misma carga de tensión que el anterior. Aquel era un libro de supervivencia y este es más un thriller de ciencia ficción.

Entretenida desde el principio hasta el final, con un ritmo rápido, con revelaciones y sorpresas muy creíbles (o al menos yo me las he creído…), con giros inesperados y una acción imparable. Creo que no se le puede pedir mucho más a un libro para que sea divertido y lleno de momentos interesantes.
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Una parte de mí ya sabía que esto iba a suceder, porque la gente me advirtió sobre Artemisa antes de que empezara a leerlo ... Pero incluso rebajar mis expectativas no me impidió sentirme muy decepcionada por Artemisa, especialmente porque El Marciano tiene un lugar especial en mi lista de mis favoritos de todos los tiempos. Sé que no está bien comparar los dos libros y no lo haré, pero veamos si puedo explicar exactamente por qué esta historia no me funcionó.

El primer problema grande tiene mucho que ver con el personaje principal de Jazz. Comencemos diciendo que no tenía ni idea de que el personaje principal era realmente una mujer hasta que fue mencionada así. Y esa fue una gran sorpresa desagradable ... Porque mientras la personalidad de Mark Watney realmente funcionó para él en El Marciano, tener una actitud y una personalidad muy similares implantadas en una joven islámica REALMENTE emite la vibra equivocada. No me importa la actitud, pero ¿qué pasa con el sexismo constante, las bromas de adultos y las referencias sexuales? ¿Y por qué los demás la tratan de esa manera, le hablan de esa manera y piensan que está bien hacerlo? No solo me pareció antinatural, sino que también lo encontré ofensivo. En resumen, tanto Jazz como la forma en que otros reaccionaron a ella realmente arruinaron la historia para mí. Parece que esta personalidad que una vez tuvo éxito simplemente no funciona para un género diferente o una situación en la que están involucrados muchos más personajes. La escritura en sí no es mala y me gusta parte del humor seco (cuando no es sexista); La construcción del mundo también es bastante interesante y me gustó la idea detrás de la trama. Esta historia podría haber funcionado muy bien, pero lamentablemente eligió una dirección equivocada para mí ... En cuanto a la credibilidad: bueno, es una historia ambientada en la luna y la ciencia ficción, pero no pude evitar comenzar a preguntarme sobre cómo Jazz y solo unos pocos más debían hacer todo eso sin ser asesinados en el proceso. O hacer explotar a la luna. Sin embargo, esto fue algo menor en comparación con mis problemas con Jazz y lo que ella representó, y estoy realmente triste por sentir de esta manera lo que esperaba que fuera un nuevo favorito. Oh bueno, al menos ahora estoy segura ..

Jazz como protagonista me ha parecido genial. Es rebelde, le importa un pepino lo que opinen los demás, hace lo que le sale del pie, tiene muy buenos recursos para salir de los líos en los que se mete y sabe darle la vuelta la tortilla para que la balanza se incline a su favor. Suerte que también cuenta con la ayuda de amigos como Svoboda y Dale Shapiro.

La ambientación de la novela me ha parecido buena. La trama se desarrolla en esta ciudad emplazada en la Luna, tan parecida a lo que podría ser una ciudad futurista de la Tierra pero con algo menos de gravedad. Eso sí, la descripción de Artemisa como ciudad se me ha quedado corta. Lo que sí nos queda claro es que es un estupendo destino turístico y que la sociedad está dividida entre los que ostentan el poder y los que tienen que buscarse la vida como pueden, los ricos y los pobres. También, como parte de la ambientación, nos encontramos con todo tipo de conceptos técnicos y científicos que no me han parecido nada complicados ni enrevesados. Y, aunque es fácil entenderlo, también me ha faltado como un glosario final con algo más de información acerca de algunas cosas. Eso o que a mí se me han escapado más detalles de los que pensaba al haber escuchado el audiolibro, que puede ser xD
Sin duda, la trama avanza a muy buen ritmo y no se hace nada pesada. Por eso, creo que es una buena opción para los que queráis empezar a leer cosillas de ciencia ficción pero tampoco queráis abrumaros con novelas más densas. Tanto los diálogos como la narrativa de Jazz en primera persona están cargados de humor. Quizás por esto también me ha resultado más atractiva de leer.

Los capítulos se van entrelazando con emails que intercambia Jazz durante su adolescencia y, luego, de adulta, con Kelvin, su amigo por correspondencia de la Tierra. Lo cierto es que esperaba algo más de estos intercambios. Lo que al principio nos ayuda a conocer un poco más al personaje de Jazz, al final se me queda un poco cojo y casi innecesario.

He tardado bastante en leerme este libro porque no comparto la opinión general sobre la anterior obra de Weir, El Marciano. Ya sé que me arriesgo a un linchamiento popular cuando digo que el libro que parece gustarle a todo el mundo es una novela muy plana, sin sorpresas (y que nadie me diga que no sabía desde el principio como acabaría). Toda la línea argumental es una excusa para exponer, mejor dicho, alardear de conocimientos científicos. Cierto que los chistes acompañados de ciencia aplicada al alcance de todos es una mezcla atractiva (sí, yo también era fan de MacGyver), pero si lo analizamos como obra literaria... pues eso, que algun@ acabaréis con mi triste existencia en estos días (merecidamente, por supuesto)

Dicho lo cual y habiéndome quedado a gusto, diré que llegué a Artemisa tarde y con mucho temor. Y en pocas páginas me encontré inmerso en una Space Opera que repetía la misma fórmula del éxito; mucho humor y sobreexposición de conocimientos científicos, sólo que esta vez sí dentro de una auténtica trama literaria. Concretamente una trama juvenil, no sólo por la corta edad de Jazz, la protagonista ideal de este tipo de novela, sino también por un argumento no muy complejo y unos secundarios de manual (los buenos parecen sacados de la guía Disney de personajes entrañables y de los malos se desentiende. Con que sean malvados es suficiente.)

Por supuesto que también hay aciertos como algunas acciones de Fidelis Ngugi, la “jefa de la ciudad”, o poner a Kenia en el mapa de la ciencia ficción (¿por primera vez?). Es innegable que la descripción de Artemisa, la ciudad lunar, es fascinante al principio. Pero este libro es como un tobogán; primero subidón con chistes que dan frescura y cierto enganche ante el asombro y la curiosidad generados por la descripción pormenorizada de como sería la vida en nuestro satélite. Luego la trama por sí sola no mantiene ese impulso inicial y deja al lector a la espera de un final cargado de ritmo, y ahí llega la bajada....
Aunque reconozco que como novela es mejor que el Marciano, a pesar de ser más infantil, el último tercio me ha resultado bastante tedioso. No quiero parecer desagradecido y aprecio sinceramente el curso gratuito de soldadura en vacío impartido por el señor Weir (que ocupa no sé cuántas páginas), pero tanto tiempo a golpe de soplete hacen que quieras salir pitando aún sin traje espacial y esa sensación ya acompaña hasta el punto final.

En todo caso, lectura recomendable como entretenimiento entre otras más densas, o para amantes de líneas argumentales en desuso desde hace tres décadas. Y hasta aquí mi reseña. Os dejo, tengo que redactar mi testamento.
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