Alférez Arce, Teniente Arce, Capitán Arce

"Punzón de balas que no hace ruido, que no tiene humo, que sale de los cañones que no sostiene, pero que me arrincona contra el muro, no puedo escapar, no puedo pedir auxilio, no puedo sino gritar sin voz porque mi garganta está rota, cabeza y cuerpo no están unidos, puestos encima uno sobre otro nada más, y no hay muerte, sino el fin que no termina nunca"

Sebastián Salazar Bondy, limeño, dramaturgo, ensayista, poeta, novelista, cuentista y un largo etcétera. Más conocido por sus obras de teatro y crítica ha sido un autor peruano realmente prolijo. Esta novela inconclusa "Alférez Arce, Teniente Arce, Capitán Arce" resultó para mí en una agradable sorpresa por la escasez de sus obras narrativas. La novela en realidad no tiene título (el editor le puso póstumamente) y aunque está sin terminar es perfectamente leíble y entendible. Por un lado tenemos el prólogo del propio autor donde relata la inspiración y probablemente toda la historia en resumen y por otro lado tenemos el estilo de la novela el cual salta constantemente de tiempos y narradores por lo cual no es tan importante un orden secuencial. Se puede decir que la obra empieza por el final pero se puede leer casi en cualquier orden.
La historia nos cuenta en general sobre una rebelión militar contra un presidente prescisamente militar: Luis Miguel de Sánchez Cerro (otro militar peruano con su propia tragedia), que es nombrado en la novela más por su apelativo de "El Mocho". Nicanor Arce es un policía que trata de salir de su miseria económica, que frecuenta a su hermano Pedro, quien es un comunista confesado y revolucionario. Nicanor a diferencia de él sólo desea llevar una vida tranquila pero es removido de sus puestos y finalmente alejado de su familia (esposa e hijos) por su comando con el objetivo de "ayudarlo a ascender y mejorar de vida". Sin embargo cuando es enviado a Marcabamba, un lugar desierto de la sierra se verá involucrado en esta revolución dirigida por un coronel Valladares y por su segundo Mendiola.
El relato como refiero no es cronológico, se basa en monólogos de casi cada uno de los personajes que he mencionado en diferentes capítulos. Pero es mucho más que un recuento de sucesos de una revolución típica militar latinoamericana. Es un recuento de los sucesos de infancia, de los traumas de los personajes, de los diferentes tipos de esa época (abogado ramplón, soplones, comunistas, militares sin alma), un ensayo de diferentes recursos literarios, una descripción de la condición social y política del Perú de ese entonces, de los planes con los que los militares creían hacerse un bien a sí mismos, de la mediocridad de los subalternos y sus ansias por salir del agujero en el cual se encuentran. Ahí escuchamos de Sánchez Cerro, del Frontón (cárcel de aquel entonces), de los hacendados, de la prensa muchas veces mezclada, de los fusilamientos a sangre fría y un largo etcétera.
Definitivamente una gran obra que por mi gusto por temas militares y sobre todo por la manera que es llevado le doy 5 estrellas. Lástima que el autor haya fallecido sólo cuando tenía 41 años.