Agua verde, cielo verde

Cada vez que se publica un libro de la editorial Impedimenta siento la necesidad de leerlo. No hay más que ver sus preciosas portadas y las ediciones tan cuidadas. Con este me pasó lo mismo: a pesar de no saber nada sobre Mavis Gallant, la portada, el título y la sinopsis llamaron sin remedio mi atención. Después, informándome un poco, ya me enteré de que Gallant fue una importante escritora canadiense que se centró sobre todo en los cuentos (llegó a escribir más de cien para el New Yorker) pero que también publicó dos novelas, y que es admirada por figuras de la talla de Margaret Atwood, John Updike o Alice Munro.

Agua verde, cielo verde nos cuenta cómo una mujer americana, Bonnie, se traslada a Europa tras su divorcio, llevándose con ella a su hija adolescente Florence. A lo largo de la historia vemos que recorren Cannes, París, Venecia,... pero pronto nos damos cuenta de que su existencia no es precisamente plácida y feliz.

Tenía otra idea de lo que me iba a encontrar en el libro: yo creía que era una historia lineal sobre una madre y una hija en Europa, pero no es así. Agua verde, cielo verde está estructurada en cuatro partes que bien pudieran ser independientes (seguro que en esto influye que Mavis Gallant era una gran escritora de cuentos), y en cada parte conocemos a Bonnie y Flor a través de los ojos de distintos personajes: George, primo de Flor, Wishart, un americano que se aprovecha de la buena fe de Bonnie durante las vacaciones, o el marido de Florence, Bob Harris. Son distintos momentos, distintas localizaciones, pero siempre está presente la sensación de desarraigo de los personajes y su desesperanza porque nada es como desearían.

A través de estos retazos de las vidas de Bonnie y Florence sabemos de su difícil relación y asistimos a la decadencia de Flor y a su cada vez más profunda desesperanza. A pesar de esto, Mavis Gallant escribe con toques de humor muy marcados, por ejemplo cuando Florence está sumida en su depresión e intenta librarse como sea de su pesada "amiga" americana. Gallant tiene una forma distinta de escribir y de darnos a conocer a sus personajes que a mí me ha sorprendido gratamente. Es una historia peculiar que no tiene nada que ver con las novelas que cuentan idílicos viajes por Europa.

Es, en resumen, una novela bastante desesperanzadora pero también divertida a ratos por esos personajes que en muchas ocasiones rozan el absurdo. Es muy cortita (no llega a doscientas páginas), se lee muy rápidamente y nos deja la sensación de haber leído algo diferente y de calidad, cosa que no es precisamente fácil de encontrar.

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Agua verde, cielo verde de Mavis Gallant cuenta la historia de una relación de dependencia enfermiza entre una madre y una hija que vagan por distintos países de Europa huyendo de un pasado traumático.
LO QUE MÁS ME GUSTADO:

Su forma de describir a las/los personajes y la excentricidad que caracteriza a las protagonistas, algunos diálogos que se dan entre ellas y personajes secundarios están marcados por un sentido del humor y sarcasmo muy sutil, hay respuestas de Flor que son para enmarcar.

Me ha gustado la manera en la que dibuja a la familia, recordándome a la película de Secretos y mentiras, como actúan sus conocidas/os a pesar de que todo el mundo sabe que pasa algo, que es necesario que la relación entre Bonnie (madre) y Flor (hija) cambie. La angustia e infelicidad constante de Flor también me ha llegado y es posible hacer un análisis de cómo las presiones de los roles de género (sobre todo en lo que se refiere a relaciones afectivas) marcan las expectativas de las protagonistas.

El final resulta tan sumamente real y enfermizo que da escalofríos.

LO QUE MENOS ME HA GUSTADO:

Algunas veces me perdía un poco en la narración, me costaba centrarme, ubicar la historia y alguna parte se me hizo un poco densa o aburrida.

En 1959, Mavis Gallant publica esta novela que trata sobre el desarraigo y una relación materno-filial en cierto grado, enfermiza. La obra se configura en cuatro partes diferenciadas en las que asistimos a un retrato fragmentario de Flor, la hija de Bonnie, en boca de otros personajes. El primer escenario se aborda con la madre divorciada que lleva a su hija Flor de viaje alrededor del mundo en una vida aparentemente glamurosa, pero, en realidad, solo está huyendo de Estados Unidos, su matrimonio fracasado y también de ella misma. La primera parada es en Venecia, con una Flor niña y su primo George, que más tarde volverá a hacer aparición. A ello continuarán pasajes en distintas épocas en Paris y Cannes, con otros personajes que asistirán a la vida de Flor. El conflicto madre e hija es el eje central del relato y la causa probable del descenso a la locura de Flor. El hecho de no otorgarle un hogar recurrente donde tener raíces y una vida estable, provoca un desequilibro en Flor en su ya trastocado temperamento. Durante el libro, hay reproches y alguna que otra acusación velada entre los dos personajes. Lo verdaderamente interesante es cómo está contada la historia, así como la cuidada construcción de los personajes. Las dos vagan por el mundo, sin refugio. Bonnie quiere suplir esta carencia con un amor desmesurado que lejos de ayudar a Florence, la hunde y la condena a no poder autorealizarse y ser feliz. Un velo de desesperanza recorre la obra en todos los personajes aparecidos, todos portan heridas, inseguridades y una resignación silenciosa de adaptación a las circunstancias. Los personajes se buscan unos a otros, pero no se encuentran, en cierto modo, no solo madre e hija son las extranjeras.

En definitiva, una obra delicada y bien narrada que nos acerca a un tema de interés como son las relaciones maternofiliales, la importancia de pertenencia, de sentirse parte de algo y/o de un lugar para construir una vida provechosa y feliz.
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Llegó a mis manos de esa manera tan mágica que es la casualidad. No era el libro que esperaba ni que buscaba, pero ha resultado ser el libro que necesitaba.
La historia se centra en Flor y su madre Bonnie y la percepción de ciertos hombres de lo que es Flor.

Nos encontramos a una mujer divorciada que huye de su hogar y arrastra a su hija a ese exilio auto impuesto. La dependencia de una madre y una hija que no saben afrontar el pasado, que no saben afrontarse entre ellas y solo saben estar enfadadas por el incumplimiento del estereotipo de lo que tendría que ser para ellas la otra persona.
A veces asfixiante y a veces esperpéntica narrado con un lenguaje claro pero con referencias ambiguas que lleva en ocasionas a la confusión onírica que no hace más que sumarte al terror cuando entreclaras lo que está explicando la autora.

Otro libro que cumple como parte de un reto y que de otra forma no hubiera leído. Como tal no fue una lectura que me haya frustrado leer, pero tampoco fue una lectura que me haya dejado con ganas de leer más de la autora como en otras ocasiones me ha sucedido.