¿Acaso no matan a los caballos?

Publicada en 1935 es la obra más celebre de este escritor. McCoy está considerado como uno de los principales autores de novela negra y hard boiled estadounidense.

Es una novela negra atípica, fuera de clichés, con una gran profundidad y muy breve. Transmite un profundo desarraigo de la sociedad estadounidense y de la de Hollywood en particular durante la Gran Depresión. Muestra la desesperación, la miseria y la ausencia de perspectivas de una sociedad que solo intenta sobrevivir al presente incapaz de mirar al mañana.

Tiene un ritmo muy ágil, abundando diálogos sin desperdicio.

La obra fue ignorada hasta que el director cinematográfico Sidney Pollack la rescató e hizo con ella “Danzad, danzad malditos”.

Obra maestra. Hard-boiled. Negro absoluto. Novela sobre la desesperación y el suicidio. La agitación extrema del concurso maratónico de baile es una variante cinematográfica del aura suicida, pero con arabescos de una sobriedad escalofriante. Las primeras páginas de este libro me recordaron los primeros minutos de algunas películas de Sam Fuller, The Naked Kiss, Underworld USA, con esas oberturas inigualables. La forma es algo parecido a un script devenido novela, pero con elementos experimentalistas. El final es una intrusión de recursos de alta cultura en la matriz de la cultura pop. Parece la tragedia según George Steiner. Es un prodigio esta novela. La versión argentina de la editorial Notanpüan se pasa un poco de regionalismos rioplatenses, pero se deja leer sin problemas por estas latitudes del Cono Sur. El prólogo de Chitarroni es tan exacto y elegante como siempre, la descripción del rostro de Jane Fonda en la película de este libro es la prosa de la poesía de Schlegel. El núcleo: matar por piedad. Problema jurídico-filosófico insoluble.

Me recomendaron este libro y curiosamente lo encontré de segunda mano. Lo único que lamento es no haberlo conocido antes. Ambientado en los años 30, tras el crack del 29, en los famosos maratones de bailes. Se produce un asesinato o al menos eso es lo que parece... Corto y directo en su lenguaje, a mi me ha atrapado por completo la trama y los personajes. Desde que lo leí ya lo he recomendado varias veces. Es una pena que este libro haya pasado desapercibido.

La crisis no es un fenómeno nuevo y esta novela es un triste ejemplo de eso; además es pionera en el tema del Reality Show. La lucha por la supervivencia, la desesperanza la muerte… ¿Acaso no matan a los caballos? pregunta el protagonista al final de la novela y esa frase resume perfectamente la psicología de la trama.

Aunque para muchos es una obra de arte, yo reconozco que no me ha gustado, pero igual influye que no la he leido en buen momento. de todos modos voy a buscar otras novelas del autor y conocerlo un poco mas.