13 días a medianoche

Es un cuento de terror sobre un legado maldito que recae en la ignorante e inexperta espalda de un adolescente. La narración goza de un brioso humor negro que acompaña a la perfección al estrambótico aviso que sobreviene a Luke quien, con dieciséis años y aún bajo los efectos del shock de perder al padre ausente, hereda millones de libras y una cláusula... inesperada.

Ocho fantasmas con títulos tan "inofensivos" como el Juez, la Furia o el Hereje, se van presentando a él en su inocua vida estudiantil de un pueblecito de Inglaterra. Resulta tan histriónico como siniestro. A medida que sume la inverosímil existencia de estos espectros, y que le pertenecen por derecho nigromante, comienza su aventura a contrarreloj con el límite mortífero en Halloween. Me ha entusiasmado el peligro creciente que suponían los fantasmas, a cada cual más extraño e inquietante. Luke y una aliada fortuita se embarcan en una búsqueda de poder y control llena de magias oscuras, secretos, libros hechizados, conspiraciones fantasmales y un duelo entre la vida y la muerte.

Desde luego, sienta las bases de una serie estupenda, aunque se pueda leer como tomo único. Este mundo entre el Más Allá y la magia negra resulta perfecto para inventarse toda clase de misiones. Esta primera novela tiene muchos alicientes en los sortilegios demoníacos, en los espectros espeluznantes que semejan indestructibles y cuyo exorcismo podría costar la vida o algo peor, y en las relaciones sociales de adolescentes entre ellos y con la familia. Incluso un perro que no sabe si es cobarde o valiente pero logra ser las dos cosas a la vez.

Una novela muy divertida y que logra ser igualmente entretenida y siniestra.
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