... En un lugar llamado Tierra

Leído gracias a geloblanco.

Un clásico de las ciencia ficción en lengua castellana, con reminiscencias al mundo de Asimov, en sus sagas Robots y Fundación, tanto por el contenido como por la forma de escribir y estructura narrativa.

Nos encontramos con una Tierra donde conviven máquinas y humanos, con una constitución que les da igualdad, pero donde las máquinas tienen el gobierno efectivo de la población y donde los humanos viven en paz y armonía. Y sucede lo impensable un humano es acusado de asesinar un robot por primera vez en la historia.

A partir de aquí el autor a través del protagonista, un científico humano de gran prestigio que defenderá al acusado, nos lleva a una investigación y al juicio que sirve, de los que se servirá para describir la sociedad en que se vive, sus formas de gobierno y sobretodo el pensamiento tanto de humanos como de robots (y máquinas en general), lo que sirve para dibujar el pasado, presente y como puede ser la evolución de unos y otros en todos los aspectos de la vida y convivencia, así como las diferencias entre las “especies” que durante centenares de años no se han querido asumir.

Una excelente obra que bebiendo de la ciencia ficción clásica de la segunda mitad del siglo XX sirve para dibujar un futuro, y como podría ser la evolución de la humanidad, la tecnología, el proceso evolutivo de ésta y la convivencia entre ambas.

Leer el libro 40 años después de su escritura podemos ver que algunas de las propuestas presentadas por el autor están más boga que nunca, con debates como la implantación de maquinas en nuestro día a día o hasta donde puede o debe llegar la inteligencia artificial.

Todo y los años que han pasado el libro no ha envejecido mal, aunque algunos conceptos científicos que imaginó el autor han sido totalmente superados, otros se pueden asemejar a mucha de la tecnología que tenemos hoy en día.

Una obra que a parte del entretenimiento que pueda proporcionar, también ofrece la posibilidad de reflexionar sobre el futuro de nuestra especie enfrente la tecnología cada vez más creciente, un punto de vista que la ciencia ficción ha ido perdiendo las últimas décadas. Siempre he valorado aquellos autores de ciencia ficción que han intentado pensar en mundos futuros posibles, sin desmerecer los autores de ciencia ficción más recreativa con sus espectaculares naves, armas y una evolución mucho más lejana, pero para mi es más difícil pensar en un futuro realista que en uno donde la imaginación no tenga límites.

Interesante y sorprendente novela de ciencia ficción, no olvidar que es del año 83, de este escritor tan polifacético capaz de tocar todos los temas. Tras el Gran Holocausto los supervivientes viven en armonía con las máquinas, ellas son las encargadas de que la convivencia sea pacífica y controlan las emociones humanas que tanto daño causaron en el pasado. Pero de repente una nave con dos ocupantes, una máquina al mando y un humano de asistente regresa del espacio exterior con la máquina desconectada, muerta, y el humano como única posibilidad de ser su asesino ya que la perfección de las máquinas no contempla un suicidio. El científico Hal Yakzuby será el encargado de defender al humano en un juicio que promete cambiar la estabilidad del Sistema, en ambos casos asesinato o suicidio se prevé un cisma en las relaciones entre humanos y máquinas. Muy recomendable, y de nuevo me veo metido en una trilogía que por supuesto no voy a dejar a medias.