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La reunión de los discursos de la pequeña activista sueca se ha convertido en el manual de urgencia de los adolescentes (y de los no tan adolescentes) para la concienciación medioambiental. Rabia y ganas de cambiar las cosas alimentan un mensaje sencillo y directo. En noviembre aparecerá 'Nuestra casa ardiendo' (Destino / Columna), relato elaborado por todos los miembros de la familia Thunberg de cómo el asperger de Greta y de su hermana menor han sido el cimiento de la lucha familiar por el planeta.

Si hay un libro que plantea un futuro invivible, sustentado además en todo tipo de cifras y estudios a los que este periodista norteamericano ha dedicado un trabajo de más de diez años, es este. El resultado, uno de los más sólidos de la última bibliografía sobre el tema, es desolador. En tan solo dos décadas el calentamiento global será irreversible y empezará la destrucción sistemática del planeta no por causas naturales sino por la incuria de sus habitantes.

Uno de los innumerable manifiestos en pro del clima que pueden encontrarse estos días en las librerías, junto a El mundo que nos dejáis (Destino) de Lucas Barrero o El clima somos nosotras de las holandesas Anuna de Weber y Kira Gantols (Alianza). Barrau es filósofo y ofrece un manual de medidas urgentes tanto desde la perspectiva cotidiana como desde la política.

El premio Nobel de Economía del pasado año es uno de los grandes analistas de la crisis climática. En 1990, este norteamericano fue el primero en vincular la relación entre las políticas económicas y el calentamiento a nivel global y ha establecido modelos que sirven para evaluar las consecuencia de las medidas políticas (o la falta de ellas) que adoptan los gobiernos.

Las memorias del autor británico siguen su trayectoria como activista y el desengaño que le supuso darse cuenta de que el movimiento ecologista se centraba en la sostenibilidad antes que en una lucha verdaderamente comprometida a favor de la naturaleza. Su posición, muy crítica ante los partidos verdes, es bastante desesperanzada ya que no cree que el mundo occidental sea capaz de asumir la austeridad que él considera necesaria.

Asesor político de varios gobiernos europeos, entre ellos los de Zapatero y Sarkozy, el sociólogo estadounidense ha trasladado sus intereses al llamado New Deal Verde con el que, emulando las políticas intervencionistas de Roosevelt, invita a los empresarios a apostar por las energías limpias como la solar o la eólica.

La visión de Friedman no es tan apocalíptica como la de sus colegas. Para él la tecnología, el mercado y la naturaleza son los sujetos de la transformación de nuestro planeta, tres fuerzas que están cambiando a marchas forzadas nuestra forma de trabajar o la manera de entender la política. El periodista y ganador del Pulitzer propone la desaceleración como respuesta.

El filósofo norteamericano se autodenomina arqueólogo del futuro vaticinando lo que él llama la ecología oscura que no está solo vinculada a la naturaleza sino también a la política o a nuestra forma de relacionarnos como individuos. Morton utiliza la imagen de Deckard, el blade runner que acaba descubriendo que él mismo es el enemigo, para hablarnos de nuestra responsabilidad en el tema.

El último premio Pulitzer es esta novela ambiciosa y coral que entronca con los viejos e idealizados valores de Thoreau. Puede leerse a la vez como una llamada política a la salvaguarda medioambiental y como un relato mítico y poético del valor de la naturaleza y de cómo esta nos conecta con la vida, pero es mucho más que eso.

El escritor sevillano propone una cáustica novela social en la que se tira con bala a la irresponsabilidad y la hipocresía de las grandes empresas que priorizan sus ganancias al bien social. Tampoco salen mejor parados los ciudadanos de a pie, más preocupados por las acciones cara a la galería que por una verdadera acción transformadora.