Seix Barral

Una novela que me ha dejado con sentimientos encontrados, la autora deja claro hasta que punto el ser humano es distinto, que nadie es igual, y que además podemos llegar a ser muy crueles con los demás, y juzgar a la gente sin conocer su vida.

Es una novela que trata temas que están a la orden del día, incluso siendo esta novela del 2009, temas que hay que hablar y que deben escribirse, pero para mi gusto es una historia muy muy repetitiva, hasta el punto de llegar momentos de aburrirme.

En esta historia, los protagonistas son dos adolescentes que sufren bullying por parte de sus compañeros de clase y entre ellos surgirá una amistad y serán los únicos que se entiendan. Una narración acompañada de cartas entre ellos, con conversaciones incompletas y filosóficas.

No solo trata el tema de bullying, también nos habla de los lazos familiares, los divorcios por ejemplo, o esa falta de padres…

Asique no es un libro malo, ni mucho menos, quizá necesario para adolescentes, pero no conectaba ni con los protagonistas ni con la historia tan repetitiva.

Una fábula increíble por la vigencia que tiene mucho más allá del propósito del autor de denunciar el manejo del poder en Rusia. Lo cierto es que en este libro, los animales se revelan ante la injusticia del hombre que les usa para su propio beneficio sin tomar en cuenta sus necesidades. Pero como es usual, una vez que el poder es suplantado, por “naturaleza” otro se acredita por su cuenta la nueva organización y poco a poco se vuelve a caer en los mismos vicios y es el común de los animales (o de la humanidad) quien se ve afectado por los siglos de los siglos.



En fin, he de expresar que aparte del sentido reflexivo obligatorio en esta lectura, lo disfruté muchísimo y me divertí con variados detalles de los diferentes personajes y su forma de actuar.



Por otro lado, dada mi formación y convicción personal, no puedo dejar de aceptar que, si bien “todos los animales son iguales”, hay algunos que deben asumir el liderazgo, pero este debería ser respetuoso de las aptitudes y capacidades de cada quien, garantizando el bienestar de aquellos que por diversos motivos sean más vulnerables y no bajo los criterios de los poderosos, sino considerando el derecho a la toma de decisiones. Eso de que "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros", es un arma de doble filo. No hay duda que todos somos diferentes, pero las oportunidades deberían ser equiparadas y posibilitadas.



Un libro para miles de lecturas y reflexiones. Totalmente recomendado.

Viajamos a Tokio para conocer a nuestro protagonista, un narrador sin nombre, un chico de catorce años que sufre acoso escolar constante debido a su estrabismo.



A lo largo de la lectura conocemos su día a día... las situaciones a las que se enfrenta que cada vez son más duras y crueles por parte de sus compañeros. Tengo que reconocer que algunas partes me ha costado leerlas ya que la autora transmite tanto con su narración que es sencillo ponerse en la piel del personaje.



También conocemos a Kojima, una estudiante que sufre los mismos abusos por parte de un grupo de chicas que se burlan de ella por su falta de higiene sin conocer el motivo.



Ambos personajes se unen y descubriremos el significado que da nombre a la novela.



Como decía ha sido una lectura dura pero muy necesaria para dar visibilidad a este tipo de injusticias que por desgracia siguen sucediendo en todo tipo de escuelas.



La diversión de unos a cambio del sufrimiento de otros... es muy triste que las personas que pueden cambiar esto elijan la comodidad de mirar para otro lado para mantener el buen nombre y un prestigio que no merecen.



Una lectura muy recomendable no apta para personas sensibles y sin duda seguiré la pista de la autora.