Novela negra, dura y violenta. Hay un asesinato (o más) y, sobre todo, más allá de policías corruptos, mafias, agendas y fotos comprometidas, hay una dura crítica a la violencia de género. Marcela muere en manos de su ex, un peligroso quinqui. Su pareja actual, que lleva placa y pistola, hará lo imposible para vengar su muerte. Es un libro rápido, con ritmo, pocos personajes y donde todo transcurre en poco más de una semana. Algo más de lo que me ha durado a mí en las manos. |