En “La vegetariana” la trama gira en torno a Yeong-hye, una mujer aparentemente ordinaria que, tras una serie de sueños perturbadores, decide renunciar a consumir carne. Este acto de rechazo, aparentemente trivial, desencadena una serie de eventos que revelan las tensiones latentes en su vida personal y en su entorno familiar. Su decisión no es simplemente un capricho dietético, sino un símbolo de su resistencia silenciosa contra las expectativas y las imposiciones de una sociedad patriarcal y opresiva. La novela se estructura en tres partes, cada una narrada desde la perspectiva de un personaje diferente: primero por su marido, después su cuñado y finalmente su hermana. Esta estructura polifónica permite acceder a varios puntos de vista sobre la transformación de Yeong-hye, obteniendo así una visión más compleja y matizada de los hechos. El uso de diferentes voces narrativas también subraya la alienación y el aislamiento de Yeong-hye, quien permanece en gran medida impenetrable incluso para aquellos más cercanos a ella. A través de la metamorfosis de Yeong-hye, la autora cuestiona los límites entre lo humano y lo animal, lo racional y lo irracional. La obsesión de Yeong-hye por deshacerse de toda traza de violencia en su vida, simbolizada por su rechazo a la carne, la lleva a un camino de autodestrucción que desafía la comprensión racional. A lo largo de la historia y de forma breve algunos fragmentos nos relatan la infancia de la protagonista. Estos bosquejos muestran una infancia dura, donde su padre descargaba su enfado con ella, dándole bofetadas y palizas, cosa que vuelve a ocurrir cuando es adulta y se niega a comer carne. Ganadora del prestigioso Man Booker International Prize en 2016, esta novela surcoreana se distingue por su originalidad, profundidad psicológica y una prosa que combina la belleza poética con la brutalidad visceral. + Leer más |