Norma Editorial

Esta es la tercera serie de manga que me he propuesto leer entera, después de "Jigokuraku" y "Spy x Family". Jigokuraku ya la terminé, y Spy x Family está en curso y no hay nuevos volúmenes para comprar. Y como el terror es uno de mis géneros favoritos, me pareció lógico comenzar con esta serie. Desgraciadamente, entré con algunos spoilers-fue mediante el spoiler que descubrí la serie en primer lugar. Pero no sé el final, ni qué sucede con los protagonistas. Solo era un spoiler relacionado a un giro de la trama que ocurre en el primer volúmen.

Lo primero que puedo decir es que, para el que entra sin conocerlo, el giro es brutal y efectivo. La historia comienza en un espacio aparentemente idílico: un orfanato en la campiña, pacífico y bucólico, donde unos niños llevan vidas felices con su cuidadora, a quien solo llaman "mamá". Pero claro que es solo eso, la apariencia, y la realidad que acecha detrás cae sobre el lector como una roca.

Este relato tiene reminiscencias de los cuentos de hadas muy presentes en la cultura popular. Su título podría traducirse como "La Tierra de Nunca Jamás prometida", lo que obviamente remite a Peter Pan... una historia sobre niños que nunca crecen. Y la trama recuerda inevitablemente a Hansel y Gretel.

Es un fuerte comienzo, y quiero ver adónde va la historia en los siguientes volúmenes. Una advertencia: algunas escenas (apenas una páginas en un volúmen de 200) no son para todos los estómagos.

Sin hacer mucho ruido, Kyle Higgins está dando forma a su propio universo cohesionado de superhéroes al amparo de Image Comics.
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"Regresa con tu escudo, o sobre él."



300 es una de esas referencias culturales de las que, una vez te enteras que procede de un cómic, la mayoría venimos de descubrirla gracias al salvaje y bello espectáculo cinematográfico de Zack Snyder. Pero merece la pena adentrarse en sus viñetas, no llevará mucho ya que se compone de un tomo de 90 páginas, donde vamos a gozar de un poderoso dibujo, violento, brutal y una historia realmente atractiva.



Para Frank Miller, la fidelidad histórica no es un objetivo ni una obsesión, sino un punto de partida para levantar una obra de épica extrema. 300 no solo importa por su particular constitución formal, sino por su concepto de incendiar el péplum en fondo y forma. 300 es una recreación, muy libre, de la famosa batalla de las Termópilas, uno de los episodios claves de la Segunda Guerra Médica, que enfrentó a las ciudades de la Antigua Grecia con el Imperio Persa.



El autor confiesa que su inspiración fue el filme El León de Esparta, un entretenido, e idílico péplum, dirigido Rudolph Maté en 1962. Al final lo que hace Miller es rendir culto a una de las historias que configuran su propio mundo imaginario interior, una de las piedras angulares que dan forma a los héroes que crea. 300 es un cómic cargado de adrenalina que se absorbe y se disfruta al máximo, que se puede leer con diferentes perspectivas y contiene algunas citas memorables.