Ediciones Grijalbo

Las obras de Stephen King se dividen para mí entre las que da vueltas y más vueltas durante cientos de páginas y se pierde así una buena historia y aquellas que son concisas y le saca punta, muchas veces a situaciones habituales que por un componente misterioso, un ente o lo que fuese se vuelven totalmente frenéticas y las páginas se pasan a cien por hora. La niebla es de estos últimos, de las mejores obras de Stephen King.



Un grupo de personas ante una tormenta y las fuerzas oscuras que se están desatando en una densa niebla, buscan refugio en un supermercado. Los habitantes de la población van mermando y ese pretendido refugio deja de serlo pronto.



La niebla alcanza el supermercado y las fuerzas humanas se van desvaneciendo frente las criaturas que les acechan. Como en las mejores historias van cayendo uno a uno y la solución pasa a ser dividirse, algunos buscan la supervivencia en el exterior, mientras otros intentan apurar sus posibilidades dentro del supermercado.



Una historia de las que se devoran de King donde el ritmo es trepidante desde que empieza el misterio hasta que todo se convierte en una historia muy real de supervivencia.

Su anterior novela, "La mujer de la ventana", no me enganchó lo suficiente como para seguir leyendo, así que lo dejé a medias. "El final de la historia" sí he conseguido acabármelo pero forzándome mucho, no porque me enganchara realmente, ya que es lento, muy lento..., si no por la curiosidad de saber qué le pasó veinte años atrás a la mujer y al hijo desaparecidos de Sebastian Trapp, un famoso escritor de novelas de misterio al que ahora le quedan tres meses de vida. Para eso, Nicky Hunter, con quien se había carteado previamente, viaja a San Francisco, para conocer su historia.

Mucha descripción, poco diálogo, un estilo narrativo rico pero pasado de moda que ha querido imitar a Agatha Christie complicándose la vida y elaborando una trama en ocasiones sin pies ni cabeza.

Personajes que no caen bien ni mal, a mí me han dejado indiferente, iba pasando las páginas con ganas de que acabara para descubrir "la verdad", cayendo en la cuenta al final de que las pistas que el autor te va dejando no son más que mentiras para que el giro final no lo veas venir y, sin embargo, me ha parecido decepcionante.

No recomiendo su lectura, pero ya se sabe que para gustos...

El diálogo es entre Equis, un hombre que perdió la memoria y vive en la calle, y Eliseo, un psicoanalista que perdió otras cosas y atiende a sus pacientes en la calle. Los dos son personajes de Psicódromo, la nueva novela de Federico Andahazi.
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