Dilatando Mentes Editorial

De vez en cuando vuelven las novelas que rinden un sincero homenaje a la década de los ochenta, como lo hizo ya en su momento la icónica "Ready Player One", y en este caso Ryan Leslie nos trae "Entre mundos", todo un homenaje a una época que se fue para no volver pero que pervive en las páginas de estos libros que podríamos decir que son ya un subgénero aparte.



Esta es una historia de fantasía, ciencia ficción clásica y buen terror, pero a la vez con matices de novela realista muy creativa. Para los que sois aficionados a los videojuegos viejunos, vais a encontrar montones de referencias y datos que os traerán a la memoria más de un grato momento frente a la pantalla. La historia es muy simple: los personajes, Paul y Jay, quedan atrapados tras adentrarse en un hoyo secreto del jardín, en un plano paralelo de la realidad. Algo extraño sucedió cuando ese lugar surgió, la atmósfera, incluso el cielo nocturno parecía alinearse para lo que estaba a punto de ocurrir...



Al principio Paul creerá que encontró un valioso tesoro. Él es un gran amante de los libros antiguos y la habitación se encuentra repleta de clásicos franceses en las primeras ediciones. Pero al abrirlos... La escalera por donde bajaron ha desaparecido. Atrapados, comenzaron a abrir puertas hallando muchas cosas de características imposibles y criaturas raras y terroríficas. Todo está relacionado con un videojuego de exploración de mazmorras llamado "Entre mundos". Se adentraran en una aventura terrorífica, con cucarachas del tamaño de ratas, un altar con un hombre muerto con un cuchillo clavado en el pecho... y la mayor sorpresa de todas: hay otras supervivientes luchando por salir. Paul sabrá de la chica calavera y Jay conocerá a Supriya, una chica con una prótesis en una pierna. Ellas les explicaran cómo sobrevivir mientras se van transformando en nuevos personajes con poderes... de repente sabremos de Kosmaro, un Dios que busca las almas de los muertos...



¿ Cómo se os queda el cuerpo? Esto no es nada, simplemente os pongo en situación. Porque ocurrirá algo que no esperábamos y estamos a mitad del libro. Entre recuerdos del pasado en el interior de un pozo y el presente en ese juego de rol por ordenador "Dragones y mazmorras” del que se basa mayormente el autor, la increíble historia avanza.



Sentiremos como si estuviéramos dentro de un RPG, y aquí Leslie logra meternos dentro con la chispa y creatividad de un verdadero fan. Además, el libro toca muchos otros temas como la amistad, el crecimiento y el amor... Nada está forzado, todo encaja sensatamente en la trama: las reacciones de Paul y Jay sus miedos e inseguridades y las interacciones con los demás "prisioneros" del otro mundo que encontrarán por el camino. Y no, amigo lector, salir, escapar no es lo más importante. ¿Creías qué sí? No, hay otro asunto que será el verdadero corazón de ese laberinto interminable de mil y un prodigios oscuros con referencias a la civilización griega y romana o un fuego perpetuo que arde en el interior de cavernas interminables. Aprender a jugar, trucos, salvar a los amigos y no dejar jamás que Kosmaro cumpla su cometido...



Ataques, la mansión, los chataengendros. ¿Cuál es la misión del masinisto? ¿Quieres saber cómo acabará todo? Te aseguro que no podrás dejar la lectura. No hasta saber qué se oculta entre los mundos y fuera de ellos. ¿Qué conexión existe de Entre Mundos como juego con el mundo real? al final la gran sorpresa llegará de la mano de un personaje que siempre estuvo en un segundo plano. Será en ese instante cuando entenderemos que a veces un final no tiene por qué ser así...



Ryan Leslie ha hecho un gran trabajo de construcción de mundos en su novela debut, debut este que llega para regocijo de fanáticos (y no tanto) de una época en la que éramos felices y no lo sabíamos, de la inolvidable época de Dragones y mazmorras y el RPG. Dilatando Mentes se anota otro puntazo, como ya nos tiene acostumbrados, en una edición y traducción sencillamente soberbias.

Lis acaba de perder a su abuela. Acudirá a la granja donde esta vivía y en la que ella y su hermano pasaban los veranos de su infancia. Una vez allí, Lis descubrirá que en la casa hay una presencia sobrecogedora, y tan física que hasta huele mal.Este es el punto de partida de una historia que, a través de varias lineas temporales, nos irá descubriendo el origen de esa presencia.



La narración es muy ágil, entretenida. En seguida engancha al lector. Es uno de esos libros que se beben. Sin embargo, no puedo decir que haya pasado miedo. Hay escenas tensas, momentos intrigantes e incluso estremecedores, pero miedo… Reconozco que soy un público difícil en este aspecto. Puede contribuir el hecho de que la presencia protagonista tiene un puntito carnal. Esto le da un toque diferente, pero a la vez lo convierte en algo más “mundano”.



En general, un soplo de aire fresco en la literatura de terror de este tipo. Seguiré con interés a esta autora.