Ediciones Akal

Uno de los grandes corresponsales de guerra españoles, pero hace 30 años, a Vicente Romero sus jefes lo castigaron «por desobediente». Dejaron de enviarle a los grandes conflictos internaciones, pero no pudieron rebajar su instinto periodístico.
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El legendario corresponsal de guerra indaga en la historia de la censura en el cine español en su libro 'Los señores de las tijeras'.
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DRÁCULA de BRAM STOKER es sin duda un clásico del terror literario que ha logrado perdurar a lo largo del tiempo. La innovadora técnica narrativa empleada por Stoker es uno de los aspectos que más destaco de esta obra maestra. A través de una serie de diarios y telegramas escritos por los personajes secundarios, se nos presenta una visión profundamente intrigante y única del icónico vampiro de Transilvania. Este enfoque narrativo fragmentado añade un aura de misterio que envuelve la historia y que nos hace mantenernos en vilo, mientras se descubre poco a poco los eventos que rodean al Conde Drácula.



Sin embargo, aunque esta técnica proporciona una rica panorámica de la trama, encontré que el cambio abrupto en la narración al pasar del diario de Jonathan a los diarios de otros personajes me resultó un tanto desconcertante. Personalmente, me habría gustado tener una visión más detallada de lo que ocurrió durante el tiempo en que Jonathan estuvo bajo el techo del Conde, ya que este período parece perderse en la transición entre los diferentes puntos de vista narrativos.



A pesar de esto, la estructura narrativa singular de "Drácula" no deja de profundizar en la psicología de los personajes de una manera magistral, revelando sus miedos más profundos y sus luchas internas mientras se enfrentan al terror encarnado en la figura de Drácula.



Además del género del terror, aborda una serie de temas universales y atemporales que van más allá de la simple lucha entre el bien y el mal. Desde la exploración de la inmortalidad y la eterna búsqueda de redención, hasta las complejidades de las relaciones humanas y las tensiones sociales y sexuales propias de la época victoriana, donde ofrece una rica y multifacética reflexión sobre la condición humana.



En resumen, el legado que deja este libro se extiende más allá de la literatura dejando una huella importante en la cultura popular. Por lo que es más que una novela de terror, ya que se trata de un clásico literario que sigue cautivando a los lectores explorando temas más que universales.