Vintage Books

Es un excelente suspense (thriller) psicológico pero me resulta complicado decidir sí me gustó o no la novela, debido a que vi antes la serie que me encanto, las escenas son explícitas, siniestras, es en blanco y negro, excelente. Y la película más o menos porque es muy sutil con las escenas.

El final es diferente en las tres: Serie, película y novela.

La trama de la novela es obviamente muy descriptiva y detallista, y se comprende mucho más. No es muy larga pero me tardé mucho en terminarla.

Tenía en la estantería este libro desde que leí "El club de lectura para corazones solitarios". Y bueno... Ahí ha pasado casi un año más.



No terminaba de decidirme porque el argumento, el juicio a un hombre negro acusado de violar a una chica en la Alabama rural de los años 30, me echaba para atrás. No me apetecía una lectura en la que lidiar con los sentimientos de impotencia y enfado que este tipo de historias suele despertar.



Pero, sin duda, la manera en la que está escrito el libro hace que nos enfrentemos a la realidad de una manera muy diferente ya que está narrada desde la perspectiva de Scout Finch, una niña de ocho años con un carácter que desafía las convenciones sociales, los roles de género, los prejuicios y, en general, el abotargamiento veraniego que reina en Maycomb.



Una niña que quiere aprenderlo todo, para quien la escuela se queda pequeña y a quien los convencionalismos aprietan tanto como los vestidos que se niega a vestir.



El racismo, las diferencias de clase, la violencia... Poco a poco vamos descubriendo todo aquello que marca las rutinas de este pueblo marcado por la Gran Depresión.



Y entre toda esa gente... Atticus Finch. Un hombre sencillo, honesto y valiente que, a pesar de las críticas y las presiones, educa a Jem y Scout de manera diferente. Y eso ya es mucho en Maycomb.



Es difícil no enamorarse de los personajes. De Atticus, de Scout, Jem y el fantasioso Dill, de Calpurnia y de la señorita Maudie.



Incluso del misterioso y fantasmagórico Boo Radley. Quizás del que más.

El primer libro que leo del autor, y si bien esperaba algo más de belleza en las frases, me ha gustado bastante. Me fascina el hecho de que esté basado en un acontecimiento real, y cómo el narrador es el propio autor, interviniendo parte de su familia. También cómo está contado, sabiendo el final desde el principio, son las últimas horas de esta persona y todas las casualidades y situaciones que se dan encadenadas para que la fatalidad llegue.



Aun sabiendo su horrible final, éste te sorprende por lo crudo y te llena de reacciones, de tensión e impotencia. Quedas leyendo para ver cómo llega y por qué. Además, no todo lo narrado es lo que sucede ese día, si no los posteriores e incluso mucho después, cuando los habitantes del pueblo aún están marcados por el crimen y su pasividad ante el mismo. Y ese es otro punto curioso, que he tomado en parte como crítica social, cómo todo el mundo sabía lo que iba a suceder, y todos lo dejaron pasar, bien por incredulidad, por conveniencia o por indiferencia. Vivir en una comunidad pequeña y que nadie te salve de ese destino, da que pensar. Otro punto que me gustó fueron los toques de realismo mágico, que nunca había leído, y como está integrado en la historia. El ambiente exótico de Sudamérica ha sumado.



Como puntos negativos, la parte central del libro se me hizo menos interesante, lo que pasara con los personajes del pueblo me daba un poco igual, pero como es cortito no se llega a hacer pesado. Y luego, no he conectado apenas con el protagonista, no he llegado a conocerlo demasiado ni me ha caído especialmente bien, eso creo que le resta fuerza a la historia.



Seguramente me atreva a leer más del autor y creo que es una lectura recomendable para adentrarse en el realismo mágico. La verdad es que creía que me había gustado sin más, pero me descubrí pensando en la historia los días siguientes.