Fulgencio Pimentel

Ha sido una novela gráfica extraña, con unos dibujos sencillos, muy visuales y con unos tonos de color que me han encantado, pero la historia en si no me ha dicho nada, no he conectado con lo que se quiere comunicar y por eso no he podido puntuar más la novela.

Lo bueno que tiene es que se lee fácilmente, apenas hay diálogos y puedes releer y visualizar todo lo que necesites, aunque en mi caso lo he hecho tres veces y no he conseguido mucho.

Pero por los dibujos si que me ha gustado, ahí sí he encontrado un motivo alentador.

El punto de partida de "Las tempestálidas", la novela que ha convertido al búlgaro Georgui Gospodínov en una de las estrellas rutilantes de la literatura europea contemporánea, es seductor.
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Último cómic del archiconocido historietista independiente estadounidense Daniel Clowes. Desde que abrí la cuenta he podido leer varias de sus publicaciones editadas en castellano y lo mejor que se puede decir de él es que siempre sorprende, para bien o para mal, jeje.



La protagonista de la obra es Mónica, de la cual conocemos toda su historia, inclusive la previa a su nacimiento. Habrá dos cosas que marquen su vida para siempre: la ausencia de un entorno familiar estable y la constante búsqueda de un padre desaparecido con el fin de encontrar algún sentido a su propia vida. Durante las primeras páginas quien tiene un mayor protagonismo es Penny, su madre, que lleva una vida totalmente disoluta, con múltiples amantes y trabajos hasta que decide dejar a Mónica con su hermano y la familia de este para ir en busca de sí misma.



Esto marcará completamente a la pequeña que, además, no tiene ningún cariño hacia su tío. Sin embargo la relación con su abuela es mejor, por ello cuando muere es quien se encargará de vaciar la casa que tenían junto a un lago. Estando allí tendrá su primera experiencia extrasensorial, pudiendo comunicarse con su abuelo fallecido hacía años a través de la radio. Por si fuera poco, al volver de allí tiene un accidente que le dejará en coma durante un largo periodo, del cual saldrá airosa. Al poco tiempo decide recuperar uno de los negocios que tenía su madre haciendo velas y se vuelve tan famosa que, a los pocos años, consigue venderlo por tal cantidad de dinero que gracias a ello no tendrá que volver a trabajar.



Así comienza una nueva etapa de su vida que decide dedicar a la búsqueda de su madre y a descubrir quién fue su padre, lo cual le lleva a ingresar en una secta de lo más turbia. La experiencia es catártica pero no reveladora, aunque finalmente conseguirá dar con sus progenitores, pero, ¡oh, sorpresa!, el encuentro no es para nada revelador, más bien le devuelve los pies a la tierra puesto que ella se consideraba una especie de elegida y se da cuenta de que no es más que otra persona que ha crecido sin amor.



Se podría decir que la obra hace un análisis bastante cínico y certero sobre la época hippie y el vacío existencial en el que se sume ahora buena parte de la población (diría que no solo estadounidense, más bien de los ciudadanos del primer mundo), contando además con una historia entendible e interesante, lo cual lo convierte en un must del autor.