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Es el tercer libro que leo de este escritor y me ha dejado igual de impresionada que los anteriores.

Yo en un primer momento he pensado que sería estilo invisible. Pero me he equivocado. Me he encontrado con una novela totalmente distinta aunque sea del mismo autor.

Eloy Moreno nos quiere contar una historia llena de magia y de intriga. Nos cuenta la historia de una familia y los buenos y malos momentos que ha pasado. Y es que el final del libro me ha encantado. Yo en un primer momento me he hecho un lío y pensaba que la persona que había muerto era el protagonista, es decir, el padre de la niña. Pero luego lo he leído mejor y me he enterado que el personaje que ha muerto es el padre de él.

Una historia interesante y cautivadora.

¡Atención! Esta reseña puede contener spoilers de la obra.

Parece ser que soy una de las pocas personas que no conocía ni la trama ni el final de este libro, así que lo he podido leer por primera vez sin saber de antemano que iba a ocurrir. ¡Y vaya si me ha sorprendido el desenlace!

La historia está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente. El protagonista, el abogado Utterson, está sumamente preocupado por su amigo el Dr. Jekyll, ya que este ha dejado su herencia a un tal Mr. Hyde que nadie conoce. Más pronto que tarde, Utterson se dará cuenta de la mala persona que es Mr. Hyde, e intentará averiguar las razones por las que el Dr. Jekyll parece estar protegiendo a tal siniestro individuo.

Cabe destacar la ambientación tenebrosa y lúgubre que rodea al libro, así como la intriga que se siente en cada página. Esto le da un ligero toque de terror al relato. Podría decirse que es una novela detectivesca aunque sin detectives de verdad, ya que Utterson es solo un hombre corriente preocupado por la seguridad y bienestar de su amigo que irá descubriendo poco a poco la verdad.

Es esta una lectura sencilla y corta, fácil de entender en todo momento. Nos presenta reflexiones profundas acerca de la lucha interna entre el bien y el mal que todos y cada uno de nosotros batimos en nuestra conciencia. La dualidad del hombre es el tema principal y es que, aunque no nos guste admitirlo, todos tenemos una parte angelical y llena de compasión, pero también otra terriblemente oscura y malvada. El libro nos plantea preguntas como ¿Qué haríamos si nos despojáramos de nuestra conciencia ética y no tuviéramos que responder ante la ley? ¿Qué pasaría si diéramos rienda suelta a nuestros deseos más oscuros sin tener que preocuparnos de sufrir las consecuencias? ¿Cuánta bondad y cuánta maldad se encuentra enterrada en cada persona? ¿Es cierto que en todo lo bueno siempre hay algo malo, y que en todo lo malo siempre hay algo bueno?

Además de esta reflexión sobre el bien y el mal, “El misterioso caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” aborda también el tema de la ética científica. Es decir, ¿está justificado realizar experimentos científicos de dudosa ética moral para nuestro beneficio personal? ¿Hasta qué punto podemos avanzar en el campo científico sin perjudicar a los demás o, incluso, a nosotros mismos?

El libro me ha enganchado desde el primer momento. He hecho mil teorías sobre lo que podría estar sucediendo, y para nada me esperaba que la historia al final tuviese un toque fantástico, se podría decir. Ósea, que estaba buscando una explicación racional para la historia pero por supuesto, no iba por buen camino, y es precisamente esto lo que más me ha gustado de la obra: que me haya conseguido engañarme completamente.

La verdad cuando me entere de que trataba este libro no me animaba mucho a leerlo, por que al decirme que era un estilo muy diferente al que Brandon nos tiene acostumbrados no era como que mi cosa favorita, pero por alguna razón del destino salió para una lectura conjunta del club caldero el año pasado, pero por algo pasan las cosas y no me anime a leerlo, hasta ahora como el primer reto del año que era una lc del club atrasada y me acabo de llevar una grata sorpresa.

El libro no era nada de lo que me hubiera imaginado, una historia cómica, muy bien llevada, que no solo se trata de cosas graciosas, también nos habla de muchas enseñanzas, como el hecho de que ok todos cometemos errores, pero podemos corregirlos, o no quedarnos con las cosas malas, si no ver también todo lo que hemos hecho y lo bueno que tenemos, eso fue algo que me agrado mucho por que nuestro personaje principal aprendió mucho de varios personajes y le hicieron ver todo lo bueno que tenia el.

Se que no todo es perfecto y la decisión que toma al final no es algo que yo hubiera hecho pero creo que vale la pena, después de meditarlo entiendo el por que aunque sigo pensando que fue la salida fácil y me hubiera gustado ver como el personaje principal arregla su vida y no simplemente le da la vuelta, pero como dicen, fíjate solo en lo bueno y no en lo malo, así que si para el esta bien pues, ok.

Una historia que también se me hace muy original, por que me gusto mucho que nosotros podríamos haber sido el personaje principal, por que la ser la novela en primera persona y el personaje tener un lapso de fallo de memoria temporal pudimos ver y aprender al igual que el y recordar junto con el todo eso que el había creído olvidado, aprender junto con el personaje principal me pareció una experiencia muy divertida que me gusto mucho hacer, es como si el fuera nuestros ojos y nosotros a través de el viéramos la novela y nosotros fuéramos el personaje principal.

Sin duda me lleve una grata sorpresa con esta novela, me gusto muchísimo y me deja con muchas ganas de seguir leyendo a Brandon, es que con la 1er parte de mistborn como que ya no quería pero otra vez me conquisto y espero poder leer todo lo que tiene, hasta me pienso leer la segunda parte de mistborn en algún momento del año.

Podría recomendarles esta lectura, por que me pareció de lo mejor que tiene el autor de lo nuevo que ha sacado y he leído, pero creo que no es la mejor manera de empezar y no por la historia y ni siquiera por los spoilers, ya que no es cosmere, si no por el hecho de el estilo de escritura del autor, que es muy diferente a lo que había leído, no se como explicarlo, como que aquí es mas gracioso y relajado, como que pude conectar mas y en sus otras novelas si igual conecto y todo pero no se es como mas solemne de ese estilo de fantasía épica adulta que a veces me cuesta procesar.

Si quieren empezar a leer al autor les recomiendo o ya sea su trilogía de los Reckoners o si quieren ir de lleno con el cosmere pueden empezar por Elantris, pero por aquí no, deben de estar un poco acostumbrados al estilo del autor para poder leer esta gran historia, pero todo lo bueno tiene su tiempo así que no desesperen les aseguro que valdrá la pena el sacrificio.

Pero si ya han leído algo de Brandon muy recomendado, léanlo a mi me gusto muchísimo y fue una grata sorpresa que no me esperaba para nada, creo que es algo nuevo y refrescante en todo lo que el autor nos ofrece y se van a reír mucho y van a pasar sin duda un rato muy agradable y al no ser cosmere la pueden leer sin problemas.
Enlace: http://calderoliterario7.blo..

Reseña “Tempted By The Devil” de Michelle Heard

En esta historia conocemos a Vittoria, una joven de 23 años, que vive con su hermanastro, el cual la golpea constantemente. Los padres de Vittoria murieron en un trágico accidente automovilístico hace unos años y desde ese momento, el hermanastro de Tori comienza a tener actitudes violentas hacia ella. Un día, Tori y su hermanastro asisten a un restaurante, cuando ella se dirige al baño observa por una puerta como “El Diablo”, Angelo Rizzo, jefe de la Cosa Nostra, se encuentra asesinando a un hombre, Tori decide huir, pero Angelo fue más rápido y logró detenerla. Angelo Rizzo quedó totalmente cautivado por la joven Vittoria, sabiendo que el hermanastro de ella tiene deudas con la Costa Nostra, decide llegar a un trato con el hermanastro de Tori, para que ella se case con Angelo. El hermanastro de Tori obliga a que se case con Angelo. Desde ese momento, Tori y Angelo deberán aprender a convivir y llevarse bien.

Este es un libro que me entretuvo mucho, hay momentos en lo que amaba a Angelo por los gestos que tenía hacia Vittoria, pero no demos olvidar que se trata de un jefe mafioso y que tiene momentos “red flags”. Osea, el chabón tiene negocios muy turbios.
Con respecto a Vittoria, que le podría criticar?? Nada, porque es una simple niña, aunque tenga 23 años, que vivió con su hermanastro abusivo por los últimos años, ella es totalmente inocente y hay muchas cosas que no comprende el mundo, ya que ella salía muy poco de su casa, solo podía asistir a la iglesia y nada más.-
“Tempted By The Devil” es un libro entretenido pero no se puede olvidar que es un dark romance.

Un libro que parecía muy interesante pero que no ha conseguido enganchar del todo conmigo.

En un principio parecía una bonita historia llena de cuentos que te iban a contar cosas de la navidad. Y es cierto que hay alguna cosa que yo no sabía.

Pero este libro no ha conseguido engancharme porque hay ciertas cosas que para mí no tenían sentido que estuvieran allí.

Reseña de “Savage Little games” de Lane Hart

“Savage Little Games” nos cuenta la historia de Vanessa, una mujer de 36 años que es mesera en uno de los bares de uno de los capos de la mafia, Dante Salvatore. Salvatore, es un hombre de 45 años, jefe de uno de los grupos de la mafia, él suele frecuentar su bar ya que hay se encuentra la mesera que tanto desea. La vida de Vanessa cambia cuando Dante se da cuenta que tiene marcas en el cuerpo, hace que Vanessa confiese quien fue el responsable de sus lesiones y todo termina en que ella deberá convivir con Salvatore por 75 días para saldar una deuda. Vanessa al principio se muestra totalmente reacia a convivir con Dante, pero la relación entre ellos empieza a cambiar cuando Dante la introduce a su mundo.

Este libro se me hizo muy entretenido, obviamente cabe aclarar que todo lo que sucede en este libro esta mal, pero estamos hablando de un dark romance sobre mafiosos.
Con respecto a los personajes, puedo decir que los dos al principio me cayeron súper mal, pero cuando comenzaron a hablar sobre sus pasados, comencé a comprender mejor sus actitudes, especialmente las de Vanessa.
La conexión entre los personajes principales fue totalmente explosiva, hay varias escenas spicy, en donde se nota la increíble química entre los personajes.
La que me molestaron un poco son las hijas de Dante, eran chicas totalmente malcriadas, pero me gustó el hecho de lo que sucedió con una de ellas.

Es la primera vez que leo a la autora y creo que voy a seguir haciéndolo, porque me gustó mucho su escritura y esta historia. Además, me dejo con ganas de saber más sobre como será la trama del próximo libro.

A medida que va avanzando la historia te hace una idea de los personajes y de las situaciones que tiene cada uno a lo largo de la trama.
Pero eso de que nos quieran hacer creer al final que Carmilla es un vampiro sin haberte dado ningún tipo de indicio antes no me ha gustado nada.

No me ha gustado que la historia haya ido tan rápido y que no hayan entrado en muchos detalles de los personajes. Es una historia que podría haber dado mucho más juego del que ha dado en realidad.

Un libro que me ha encantado.
En él Danielle Steel nos quiere contar la historia de una pareja que está tan enamorada y quiere pasar el resto de su vida juntos.

Pero con el paso del tiempo se dan cuenta de que realmente no están enamorados el uno del otro y deciden dejarlo. Ella se va con un compañero de su marido. Él por su parte trata de rehacer su vida y tarda siete años en ello.

Me ha dado pena que ella no haya tenido el valor de decirle a sus hijos en persona lo que ha pasado y que se lo haya tenido que decir su padre. Y también me ha dado pena que ella aunque se haya separado no se haya querido hacer cargo de sus hijos y no haya querido saber nada de ellos.

Un libro que ha estado perfecto desde el principio hasta el final. Como bien se sabe este libro es la continuación del "primer día" que cuyo final fue que la chica había desaparecido y se la daba por muerta.

En este libro Marc Levy nos quiere enseñar cómo cuando el amor entre dos personas es verdadero, una de ellas es capaz de hacer lo que sea por estar con la otra persona y porque todo salga bien.

Me ha encantado que al final del libro los dos hayan podido estar juntos que era lo que querían desde el principio.

Las lecturas que permanecen en la cabeza tras cerrar la última página leída son fascinantes. Esas historias que te tararean al oído que avances hacia el siguiente capítulo, que te alejan de las redes sociales o que consiguen que maldigas la hora a la que te acuestas por tener que madrugar al día siguiente. No siempre se consigue enredar al lector en medio de una trama llena de aristas en donde lo que prima, por encima de tramas o personajes, sea la generación de una atmósfera agobiante que te acerque a los umbrales de las pesadillas.
Todas esas sensaciones me fueron surgiendo mientras leía El lugar invisible, un de esos libros perfectos para estos días de frío. La premisa parecía interesante, conjugando en su historia pinceladas de horror rural en medio de una huida a lo desconocido de una enfermera desbordada por sus propios fantasmas. Si a eso le sumamos la aparición progresiva de diversos misterios que van dejando indicios de que los que estas leyendo dista de lo que en realidad se esconde entre las páginas del libro, pues tienes la combinación perfecta para pasar un buen rato desentrañando lo que esconde el terrorífico pueblo de Tiebana.
Sin embargo, los personajes principales no terminaban de convencerme. Sus actos, decisiones, la manera en que quedan posicionados en la trampa que intuyes se esconde en cada mirada, gesto o conversación de los habitantes de la localidad, me alejaban de esta historia al intuir una cierta ingenuidad en ellos que resquebrajaba cualquier tipo de tensión. No obstante, el transcurrir de las páginas y los momentos de desconcierto que posicionan la novela en la frágil frontera entre el terror psicológico y el más genuino horror terminan por alejarte de los personajes para ahogarte en una atmósfera que se vuelve asfixiante en el último tercio del libro.
Aquí es donde verdaderamente brilla la autora al plantearnos una mitología sencilla, pero muy eficaz, que sienta sus bases en el amor, la muerte y todo lo que estamos dispuestos los seres humanos por mantener la llama siempre encendida. No seré yo quien estropee las sorpresas que conllevan una historia en donde los elementos más sencillos que va esparciendo Lola Llatas en sus páginas tienen todos su importancia. Desde esa relación tormentosa de la protagonista con su madre, la esclavitud, tanto figurada como física (esas jaulas), la responsabilidad individual y la que adquirimos hacia los demás, el olvidar el pasado pese a arrastrar sus consecuencias ancladas a nuestras pesadillas, la necesidad de redención…temas que van apareciendo a lo largo de las páginas compactando una poderosa historia que, no nos engañemos, es de horror.
Porque hay momentos que dan miedo. Más allá de alguna que otra situación que resulta reconocible para cualquier amante de las novelas de terror. La telaraña que va surgiendo bajo las palabras de Llatas funciona y aporta entidad a una obra cuyos fantasmas se quedarán inevitablemente con el lector. Los conceptos que maneja, su coherencia y esa incertidumbre ante lo que realmente está ocurriendo entre las paredes de El Pazo convierten la historia en un placer culpable lleno de momentos estremecedores.
No descubre nada, que todo está inventado. Pero nadie me lo había contado como Lola Llatas en El lugar invisible.

Te daré un consejo, ahora que me estás leyendo. Busca un ejemplar de Los árboles crecen porque yo los regué con mi sangre, este libro de relatos de Eric Larocca, piérdete entre sus líneas y decide si sus letras conectan o no contigo. No vas a perder demasiado tiempo. Diría que el primero de sus relatos, Síguelos donde quiera que vayan, apenas ocupa alrededor de cinco páginas, pero ese pequeño instante que emplees en dejarte llevar por esa desconcertante propuesta te servirá para hacerte a la idea de lo que te puede esperar en esta recopilación de historias que apelan directamente a los sentimientos y emociones del lector.
Creo que pocas veces he vivido dentro de una historia. He sentido miedo, desconcierto, inquietud, he cuestionado actos y hasta me he indignado con la posibilidad de que los escritores torturen a mis personajes favoritos hasta la muerte. Pero la narrativa de Larocca es diferente. Apela sin complejos a la esencia básica de todos aquellos que alguna vez se han perdido en medio de sus sentimientos, en sus impulsos, en la fragilidad emocional que se arrastra ante la incertidumbre. Cualquiera de estas narraciones parte hacia un océano en el que se diluye el puerto de partida, enfrentándote a sus personajes, y al lector, a un infinito indeterminado. Y no siempre llegarás a salvo al recorrer mares tenebrosos.
Lo curioso es que esa apuesta por la emoción no está reñida con lo extraño. Quizás ese sea otro pilar del tridente con el que se sustenta esta recopilación. Lo extraño aparece en estas historias para destruir la calma cotidiana hasta hacer pedazos cualquier apego a la cordura. Desde adentrarnos en los pensamientos de una pirómana incapaz de controlar sus impulsos (Los cuerpos están para quemarlos), a comprobar, en Esa cosa extraña en la que nos convertimos, como la enfermedad acaba devastando la fortaleza del parasiempre. Desde un picnic improvisado, Se supone que no deberías estar aquí, donde poner a prueba tu integridad, tanto física cono moral, por mantener una fingida luna de miel en donde nada ni nadie es lo que parece, a la destrucción completa de tus corazas cuando tu odio queda atenazado ante la magia de las cerezas (Para entonces ya no estaré). Relatos devastadores, crueles, llenos de desesperación por vivir un segundo más o desvanecerte por completo.
El último apoyo de estas historias las une a todas y cierra la recopilación. Lo prohibido, el tabú, la belleza escondida de lo insano que perecerá oculta ante el que dirán. Por favor vete o te haré daño es un relato que duele y emociona al mismo tiempo, pese a su prohibida temática. Quien no se emocione con ese cierre tan poético y descorazonador ya habrá abandonado este libro antes. Y es que, es evidente. No todo el mundo ha sido regado con sangre.

Adentrarte en aguas pantanosas podría llevarte a descubrir algunos de los paisajes más bellos y oníricos de los que los ojos de un ser humano podría jamás imaginar, llenos de misterio, de incógnitas, de alguna clase de magia que enloquecería a cualquier incauto al que pille desprevenido. No obstante, la oscuridad que se cierne en esos parajes también podrían devorarte sin que apenas te dieras cuenta. Es lo mismo que ocurre cuando te enamoras.
Daria Pietrzak esconde sus mundos terroríficos en medio de una preciosa fábula en donde los misterios florecen al anochecer. Estoy seguro que cualquiera que haya leído sus anteriores novelas o relatos se va a perder entre las aguas cenagosas que acompañan a esta Musica del pantano, dando vueltas en busca de un horror que, esta vez, se esconde entre las palabras. En esta novela no existen imágenes poderosas que estremezcan la imaginación de los que buscan la continuación a cualquiera de las pesadillas de Daría. Sin embargo, conforme más vueltas le doy a la historia, me doy cuenta que esta música estremece un poco más que cualquiera de sus anteriores novelas.
Y es un lienzo que no difiere demasiado en la narrativa a la que nos tiene acostumbrados. Por ahí aparecen los juegos con el tiempo, las sabiduría del pasado, el poder y el empoderamiento femenino, el cobro de las promesas no cumplidas…todas las obsesiones que ya conocemos. Pero en esta ocasión Daría deja al lector que decida su propia historia, invitándole a que se adentre en el confort de unas palabras que son tan poéticas como descorazonadoras.
De ahí que fundamente la mayor parte de la novela en crear atmósferas que recuerdan a Los sauces de Blackwood bajo un manto cargado de romanticismo, digno de un Bastian que busca su propia historia interminable. Con descripciones cargadas de lirismo que invitan a caminar por esos pasajes, La música del pantano poco a poco va contagiándote de sus aromas y colores para que, como el protagonista, termines deseando quedarte allí para siempre.
Y es que, ¿qué ocurre cuando te enamoras?
El cielo brilla más que nunca, la noche te cobija y los susurros al viento te acunan ante ese calor que siempre quisiste sentir. Pero la novela no cesa en advertirte que no deberías estar allí, que el compromiso que exige llevar tus pasos hasta el final puede que te descubra algunos lugares que preferirías no haber visitado, que des la vuelta, que regreses por donde has venido y que luego te olvides de todo lo vivido para siempre. Un personaje de la novela ya te advierte que no vayas, que todo lo que encontrarás en esa ciénaga huele a podrido.
¿Por qué nos empeñamos en escuchar esa música del pantano?

Si algo fascina en los libros de terror publicados en el siglo pasado es la conciencia de que sus letras son el soporte perfecto para transmitir una idea. Alejados de la influencia audiovisual de los tiempos actuales, en donde muchas historias parecen más enfocadas en adaptar los miedos inmediatos, que en desarrollar una premisa hasta sus últimas consecuencias, estos libros buscan estremecer al lector basándose en el desarrollo de sus personajes y en una acertada y quirúrgica ambientación que estremezca a cada página.
En La canción de Kali, la recreación de una atmósfera ponzoñosa, sucia y húmeda guiará a sus personajes a un estado de locura malsana en la que el propio lector sentirá en sus vísceras esas calles plagadas de ratas y cadáveres. Es cierto que hablamos de otros tiempos y que hoy en día, con una perspectiva más moderna, el paso del tiempo juega en contra de ese exotismo perverso que se esconde en las calles de la Calcuta que recrea Simmons. Las acusaciones de racismo al autor por recrear esta sucursal del infierno en la India no dejan de tener su propio peso, pero no es menos cierto que lo desconocido juega a su favor para atemorizar al lector con los lugares ocultos en donde conviene aceptar nuestra humildad y apartar la conocida prepotencia occidental que ya el propio Kipling reflejaba en sus obras.
El miedo a lo desconocido sustenta toda el poderío de una novela a la que el paso del tiempo ha jugado en su contra. Eso no impide que la disfrutes, pero si arrastra su lectura con el estigma de que hueles, nunca mejor dicho, lo que ocurrirá a cada instante del desarrollo de esta historia. Eso no impide que se disfrute. De hecho, hay ciertos momentos en que la ambientación que recrea Simmons pone los pelos de punta al narrar esos rituales ancestrales que rodean la figura de esa diosa de la muerte que da título al libro, describiendo con todo lujo de detalles situaciones que estremecerán al lector experimentado en más de una ocasión. Pero sí que, desde una perspectiva actual, leer este tipo de historias arrastra la condena de su época, mostrándola ingénua y previsible.
Aun así, La canción de Kali es una estupenda novela de terror que desarrolla hasta las últimas consecuencias una terrible odisea hacia lo desconocido a lo largo de sus páginas. Uno de esos libros que descubre la suciedad que se puede encontrar en el propio horror a través de las palabras. Una historia que, si bien no inventa nada, reaparece en medio de tus pesadillas.

Siempre resulta inquietante la presencia de una máscara. Su falta de expresividad, su imitación de la realidad, la extrañeza de aquello que nos resulta familiar pero que, en el fondo, no reconocemos. Es el adorno perfecto que permite mantener ocultas las intenciones de aquellos que la portan, la esencia de lo que es el ser humano, lo que nos separa de las bestias.
La nueva historia que nos trae Malenka Ramos apuesta por el simbolismo en todas sus vertientes, ocultando sus intenciones tras una endiablada máscara que finge ser lo que no es. Como los personajes, muchos, que aparecen y se ocultan bajo el telón de un teatro Noh que da pistas a la cara de sus lectores, esta historia se encargará de representar la condición humana bajo el foco de su inquietante premisa.
Nos enfrentamos a un thriller convencional en donde se investigan unos macabros crímenes que, dada sus características, parecen ser obra de un despiadado asesino en serie. Una historia que también se presenta enmascarada con toques sobrenaturales en donde la mitología nipona y sus poderosas costumbres dan ese elemento extraño que tanto nos gusta. La presencia de esas leyendas da el empaque necesario a las múltiples tramas paralelas que, aunque nos pueda parecer en ciertos momentos reiterativas y engañosas, en realidad fundamentan lo que, desde el inicio, nos quiere narrar Malenka.
Todos nosotros llevamos una máscara.
Y es que en esta obra nada es lo que parece, como buen thriller que se precie. Los giros de la trama, sus cambios de personajes, las múltiples investigaciones, los falsos sospechosos…convierten una novela que sobrepasa las quinientas páginas en una opción perfecta para pasar un buen rato desentrañando lo que ocultan esos macabros crímenes.
También es cierto que esas virtudes suenan a ya leídas en otras ocasiones. Por sus páginas aparecen detectives solitarios que no pueden dejar atrás su pasado, periodistas dispuestos a todo por conseguir una exclusiva, secretos de la alta sociedad y sus conexiones con las cúpulas de poder, expertos en folclore cuyos conocimientos los convierten en sospechosos y fantasmas orientales que aparecen entre las sombras para recordarte una y otra vez que hay algo oculto que aún no conoces. Elementos que pueden lastrar una trama confusa por su diversificación pero cuya esencia se plasma desde el inicio al descubrir todos los secretos que esconden esas siniestras máscaras Noh.
De ahí que la novela flaquee a la hora de transmitir el horror que uno espera durante su lectura aunque, con el juego que nos propone Malenka, entiendes que no deja de ser otro elemento de distracción al thriller oscuro que nos plantea entre las distracciones de esta investigación.
Y es que El asesino de la máscara Noh juega contigo y, para poder disfrutarla, tendrás que entrar en ese juego. Nada es lo que parece, oculto tras esa capa de porcelana que imita una realidad terrible tras su calmada sonrisa. Al fin y al cabo, ¿qué seriamos capaces de hacer si pudiéramos esconder lo que en realidad somos?

A todos nosotros nos gustan esas historias de terror en las que el mal muestra su cara sin complejos, emergiendo desde la profundidad de las tinieblas para recordarnos que la eterna lucha sigue vigente. Esas crónicas atemporales en donde el equilibrio de la razón se precipita hacia el otro lado, hacia el de la oscuridad, hacia ese desconocimiento que tanto tememos. Ese mal que asoma translúcdo, anticipado por una penumbra que viciará el ambiente hasta compungirnos el alma.
Chiaroscuro nos muestra esas tinieblas y apuesta por la corrupción, tanto física como moral, De la Iglesia. Y esa premisa permite a Elio Quiroga la posibilidad de traernos algunas de las secuencias más divertidas, y aterradoras, que uno podría esperar en una novela gamberra de este estilo. Consciente de lo que tiene entre manos, las manifestaciones del mal no se dejan esperar y se expanden a lo largo de las cerca de quinientas páginas que componen esta narración. Sombras, garras, dientes, gruñidos, muerte…son solo las manifestaciones físicas de un mal que corrompe el alma y que la novela aprovechará para plantearnos los verdaderos claroscuros que se ocultan entre las paredes todo aquello que consideramos sagrado.
Y es que Quiroga aprovecha la oportunidad que le aporta el escenario para sacar a relucir esos terrores cotidianos, que asumimos como tolerables con demasiada facilidad. Centrados en la ambigüedad moral que, en su máxima expresión, se centraliza en la pureza del alma, los personajes que transitan la novela son el paradigma de esa lucha fratricida entre las creencias y las certezas. El cielo del Vaticano está cubierto de estratos nubosos cargados de negatividad que traspasan cualquier muestra de flaqueza espiritual. De ahí que el mal germine con tanta facilidad en una institución cuya pureza atraviesa las ciénagas de penumbras que hace gala esta historia.
El protagonista de la novela se nos presenta como ese antihéroe que asume sus limitaciones sin ningún tipo de complejos, dispuesto a todo con tal de exorcizar sus propios demonios. Como si fuera una extensión del propio autor, este personaje nos llevará de la mano hacia las profundidades de la institución, conocedor de la maldad que anida en cada uno de los umbrales de los pasillos del Vaticano. Un personaje atormentado lleno de, como no, claroscuros, que hará las delicias del lector por sus excentricidades y sus peculiares amistades que, en más de una ocasión, harán aplaudir al que conoce los engranajes de estas eternas batallas.
Y es que esta novela invita a quien se adentra en sus páginas a algo tan simple como el disfrute de esas cosillas que espera encontrar en una historia de terror. Todo un deleite de emociones llenas de criaturas que se esconden en la oscuridad, cargada de un cinismo importante (o mala ostia) y que nos invitará a atravesar un purgatorio hacia la veracidad de nuestras creencias.

Este libro me ha encantado.
Yo pensaba en un primer momento que el único tema de este libro iba a ser el amor entre un hombre y una mujer que es lo que ha escrito Levy en la mayoría de sus libros.
Pero en este además del amor ha tratado la relación entre dos hermanos en un tiempo complicado que es la guerra en Francia.
Y me ha dado mucha pena que a lo largo de este viaje hayan muerto algunos personajes de la historia que me han caído bien.
Levy tiene una magia que hace que nos enganchemos a sus historias.

Cuando me hacen la pregunta acerca de si una obra es o no de terror siempre pienso en lo mismo. Lo que tienes entre manos te puede dar miedo, o no, pero plantéate por un momento estar dentro de la situación que te están narrando y deja que tus sentidos vivan esa experiencia. Esa sencilla premisa facilitará la comprensión de que el terror, la auténtica emoción que tanto buscamos en las historias, suele presentarse en pequeños detalles que podamos encontrar agazapados entre las líneas de un buen libro de género y no tanto en una sucesión de acontecimientos sobrenaturales con los que, en ciertos momentos, sonreímos entre destellos de la complicidad que nos aporta los lugares que ya conocemos.
Claro está que para que eso ocurra, la narrativa de una historia tiene que tener la contundencia apropiada como para que no puedas apartar los ojos de aquello que tienes entre manos. Beatriz Alcaná ya hizo gala de esas artes en su anterior trabajo, Echidna, donde primaba la forma sobre el fondo, mostrándose al cobijo de una historia de horror cósmico cuyo aroma se identificaba a lo lejos y que, en cierto modo, terminaba por deslucir su delicadeza narrativa empeñada en generar atmósferas y cotexto para que aquel viaje fuese toda una experiencia.
En Teseo en llamas la escritora ha perdido cualquier atisbo de protección ya que la curiosidad por poder leer su nuevo trabajo iluminaba el fondo del precipicio donde se encontraba. Tampoco ayudaban los elogios desmedidos de la contra cubierta, donde comparaban la narrativa de la autora a los grandes del género, desde Stoker a Wilde, pasando por la mismísima Shelley. Cualquier comparación con estos autores resulta injusta para una autora cuya principal virtud es la de esa cierta simpatía por un tipo de narración mucho más centrada en la contemplación que en los golpes de efecto. De ahí que dedique gran parte del tiempo de sus obras en presentarte a sus personajes, sus interacciones, a indagar sobre su pasado y a dejarte semillas en el camino que germinarán a su debido momento, dejando espacio al lector para que se estremezca conforme entienda la auténtica monstruosidad de los acontecimientos que se describen.
Eso hará que aquellos lectores que esperen encontrar una novela de terror convencional se aparten del camino a la búsqueda de otro tipo de emociones. El terror de Teseo en llamas es otro. Es aquel que estremece ante lo desconcertante de la propuesta, ante el asombro y la negación de lo que estás leyendo, ante la incredulidad de cruzar umbrales ante los que el ser humano debería alejarse. De ahí que la comparativa con los grandes maestros del género no sea del todo desacertada.
Cualquiera que haya leído a Stevenson, a Wilde o, como no, a Shelley verá entonces la semejanza a la que se refieren las alabanzas de una obra como esta. Nada hay más terrorífico que lo que esconde el alma humana. Y de eso podemos encontrar mucho en esta historia de cocción lenta en donde el terror surge desde lo más profundo de tu conciencia. Y no, no esperes componentes sobrenaturales que te estremezcan en el sofá ante la mera presencia de entes procedentes de quién sabe donde. No quieras encontrar en una obra como esta aquellos escalofríos que constituyen los muros de hielo que reflejan la cercanía de tu propia muerte. No esperes espectros, fantasmas o entidades cuya explicación quedará opacada por la oscuridad inherente a todo lo desconocido. Teseo en llamas ofrece el terror desde la esencia misma del desconcierto y la habilitación de lo inimaginable. Un miedo que siempre te atenaza y que, por mucho que pasen los años, seguirá ocupando el lugar que le merece. Porque el terror que todas y cada una de las generaciones han experimentado no difiere tanto como creemos. Que nos hayamos acostumbrado a sonidos estridentes y luces de artificio no nos exime de la terrible esencia de lo que esconde el alma humana. Teseo en llamas nos atrapa desde su engañosa simpleza. Y queda en el recuerdo, como debería hacerlo siempre una buena novela de terror.
Claro está que no todo son elogios, ni falta que hacen. Algunos personajes quedan desdibujados ante la grandiosidad del argumento, perdiéndose en una narración que fluctúa en varias direcciones. Los diferentes arcos narrativos consiguen distraer el camino en alguna que otra ocasión y es cierto que el clímax de la historia se acerca más a la contundencia de las emociones góticas que a las especulaciones horrendas que el lector pudiera haberse creado en su cabeza.
Pero no es menos cierto que la novela supone un deleite para el lector y una profunda admiración por la decisión de apostar por este tipo de literatura. Cualquier miedo al precipicio se diluye ante una obra que justifica todo tipo de elogios hacia la autora. Soportar el reflejo de los grandes del género haría arder páginas y páginas de cualquier libro que se precie, pero en Teseo en llamas tan solo ilumina el camino. Y, sin duda, esa es la dirección a la que me gusta mirar.

Me encantan los relatos de fantasmas. Los de antes, aquellos en la que la presencia sobrenatural desafía la cordura de los protagonistas de sus historias, cerrando alguna herida que hubiese quedado abierta. Entidades que esperan su momento para saldar cuentas pendientes, que no olvidan y reclaman justicia, postergando su sueño hasta que terminen por corregir los asuntos pendientes que les impiden descansar en paz.
Desconocía la narrativa de Marjorie Bowen y su naturalidad para crear este tipo de historias. De ahí que esta recopilación de relatos se haya convertido en una auténtica sorpresa para mi que no puedo dejar de recomendar. Te adentras en ella con la cautela que impone el acercarse a una autora de la que apenas se había publicado nada en España y, tras los primeros tres relatos, que son auténticas maravillas de lo que es la narración de fantasmas, ya sabes que lo vas a pasar en grande con la propuesta.
Las historias que nos encontramos en El último ramo de flores convergen en torno a personajes de la alta sociedad cuya empatía por los demás los convierten en seres despreciables. Cargados de envidia, de bajas pasiones, rencorosos, soberbios, conscientes de pertenecer a un estrato social diferente e impune…se permiten el lujo de desafiar las creencias y supersticiones de los demás, con la certeza de una impunidad moral que saltará por los aires en el momento en que reciban las sucesivas visitas de estos fantasmas que se deslizan por las páginas de esta recopilación.
Así, en Azecutas, nos encontramos con dos nobles que se ríen de la presencia de un brujo al que velan los habitantes de una cabaña o en El ama de llaves vemos las discusiones de una matrimonio que ya no se soportan y cuyo odio les empieza a pasar factura. Historias sencillas, con ese componente sobrenatural que tanto nos gusta y con desenlaces maravillosos que son dignos de tu sonrisa.
El siguiente relato se convirtió en mi favorito de la recopilación, pese a su escasa duración. La casa junto al campo de amapolas sienta las semillas de una historia de horror donde nada es lo que parece y de la que es mejor no saber nada. Maravillosa historia que emociona desde su simpleza, haciendo partícipe al lector de su propuesta.
A continuación aparece el título que da nombre a la antología y su historia de dos hermanas gemelas de vidas separadas cuya único punto en común es el rencor que han ido acumulando a lo largo de los años. Relato estremecedor que, no por previsible, pierde su contundencia. Las dos y media no llega a la calidad de los relatos previos, pero no deja de ser impecable en su desarrollo de una historia de un asustadizo personaje que ve como se acerca un encuentro que no se podrá demorar. En el obispo del infierno nos acerca a un personaje despreciable digno de Mathew G. Lewis y su peculiar moralidad que nos anticipa el título del relato.
Los dos últimos relatos nos llevan hasta La avería, relato precioso de fantasmas donde encontramos a un joven que se hospeda en una curioso lugar regida por un peculiar y arisco posadero. Por último, la recopilación finaliza con un estremecedor relato, La seda deslucida, que se acerca a lo que Poe denominaba: “el demonio de la perversidad” en una historia de amor y celos con un sorprendente desenlace.
Si te gustan las historias de fantasmas clásicos, encontrarás en esta recopilación ocho los relatos que componen la antología de Bowen, una acertada selección que te deja con ganas de más pero que aciertas en no rellenar la publicación con otros títulos de menor calidad, que empobrecería el buen gusto que queda al terminar este libro fantástico y estremecedor.

Es un libro entretenido aunque ha tenido una parte que me ha costado un poco leer porque ti pensaba que no tenía nada que ver con el resto de la historia que estaba leyendo. El libro ha ido cogiendo ritmo conforme iba avanzando la historia y eso me ha parecido bien que te vaya contando las cosas. Pero una cosa que para mí es importante es que cuando te hablan del asesinato de la madre no te resuelven quién es el asesino.

Aquí tenemos otra historia más de Shari, muy del estilo de la autora y a lo que nos tiene acostumbrados: libros sencillos de leer, de consumo rápido y para desconectar. Ya la premisa de que contenga una desaparición me atrae, llamadme rara.

En esta historia tenemos de todo: matrimonios que no son lo que parecen, adolescentes rebeldes y (algunos) malcriados, secretos y muchos secretos donde nada es lo que parece.

Le habría dado 5 estrellas de no ser por ese final, ¡no puede acabar así! De todas formas es un libro que disfruté muchísimo, como todos los que escribe la autora, así que para mí es una súper recomendación para todos los que os gustan los thrillers domésticos con desapariciones de por medio.