La historia triste de un hombre justo de Ángel González Olmedo
—¿A dónde ha ido? —preguntó el lutier, inquieto. Se le adivinaba cierta ansiedad por saber si el mensaje habría desaparecido definitivamente. —Al lugar más desolador que existe para la música. —¿El silencio? —preguntó Felindante. —El silencio forma parte de la música. Ha ido al olvido; es una música que jamás se escuchará de esta forma, con este mensaje. |